Este artículo se publicó hace 2 años.
Juanma Moreno se apropia de la bandera andaluza
El presidente se compromete con Rojas Marcos, representante del andalucismo histórico, a honrar el 4-D. Sin embargo, una propuesta similar para dar carta de naturaleza a ese día, la rechazó la legislatura pasada. Moreno multiplica ahora los guiños al
Sevilla-
La reforma del Estatuto de Autonomía del año 2007, promovida por PSOE e IU, marcó un punto de inflexión en la política andaluza. El Partido Andalucista (PA), que había llegado a gobernar la Junta ocho años (1996-2004) en coalición los socialistas, apostó por el no, y en las siguientes autonómicas, del año 2008, desapareció del Parlamento.
El PP, en paralelo, sin embargo, inició en ese momento, a regañadientes, a última hora y a lomos de la intuición de Javier Arenas, sin creer apenas en ello, un camino, el del apoyo al Estatuto, en el que el hoy presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha seguido profundizando, con la idea de envolverse en la bandera de Andalucía y de ser un referente del autogobierno.
Moreno compartió este miércoles cariñosa mesita, coloquio y fotografía con Alejandro Rojas Marcos, un referente del andalucismo histórico, expresidente del PA y alcalde de Sevilla entre 1991 y 1995. Moreno proclamó en ese encuentro (con motivo de la presentación deán libro sobre la historia del partido) que él cree en un "poder andaluz" y reivindicó el legado del andalucismo.
"Somos dados a olvidar a aquellos que han hecho una contribución esencial a lo que somos hoy. Y el PA y Rojas Marcos han sido fundamentales. Andalucía tiene luces y sombras, pero nadie discute a estas alturas es que gracias al autogobierno, Andalucía ha prosperado, ha mejorado y tiene más capacidad para hacerlo", dijo el presidente.
Andalucía tiene que tener poder y los andaluces tienen que estar "empoderados", agregó Moreno, quien aseguró también que los partidos nacionales, como el suyo, ya se han dado cuenta de que en un en país descentralizado sólo se puede construir respetando los anhelos y deseos del territorio. Para Moreno, sólo desde la transversalidad y desde todas las instancias se puede construir "un poder andaluz" y no sólo desde un sector de la sociedad o desde un determinado sector ideológico. Frente a lo que pasa con otros territorios o partidos, a Andalucía todavía le queda camino para "influir" en este país, afirmó Moreno, según recoge Europa Press.
El presidente, además, se comprometió ante Rojas Marcos ("es probable que salga adelante", dijo) con una idea que este reivindicó, ya presentada anteriormente por Adelante Andalucía en el Parlamento y que Moreno ya rechazó la legislatura pasada, que también fue desactivada en la etapa del PSOE (cuando la presentó Podemos) y que es una reivindicación del andalucismo: honrar el 4-D de 1977. En esta fecha, clave para entender todo el proceso de conformación de la autonomía andaluza, se produjeron masivas manifestaciones por toda Andalucía para reivindicar autonomía y libertad, en las que murió el joven Manuel José García Caparrós.
Moreno dijo al respecto este miércoles que en su generación aceptaron con mucha naturalidad la festividad del 28 de febrero (día del año 1980 en el que se celebró el referéndum por la autonomía) y que así aparece en el Estatuto, pero agregó que es cierto que el 4 de diciembre está "vinculado a la bandera de Andalucía". En consecuencia, consideró, la propuesta tiene "sentido y, como las cosas que tienen sentido, nos las tomamos en serio, pues es probable que salga adelante".
Para la investigadora Pura Sánchez: "Son los eslabones de una cadena de desactivación de la memoria colectiva del 4-D y de reescritura de nuestra historia reciente. El 4-D es ya el día de Andalucía para muchos andaluces. Primero se cambió al 28 F y ahora se quiere resignificar. Respecto al acuerdo con Rojas Marcos, me parece una estupidez. Porque Rojas Marcos no es el dueño del sentir y el sentido del 4-D. Será que Moreno ha entendido que sino "acuerda" esto con Rojas Marcos no podría acordarlo con nadie. Y como necesitaba una apariencia de legitimidad, pues ha acudido a este personaje que, al parecer, está ya solo para sopitas y buen vino".
Para Antonio Manuel, profesor de Derecho, escritor, Patrono de la Fundación Blas Infante y uno de los impulsores de la propuesta hoy desenterrada, es "sorprendente que de repente los partidos que han enterrado la memoria del 4-D ahora pretendan desenterrarla".
"Eso demuestra –añade– la virtualidad del andalucismo, por una parte, y por otra, la hipocresía. El PSOE ha resucitado el 4-D con su fundación. Y ahora también el PP, que es el heredero de UCD y de aquella AP que no votaron el 28F. Hay un añadido más. Se ha intentado varias veces declarar el 4-D como día de la bandera. Propusimos esa idea varias veces en el colectivo paralelo 36, con José Luis Serrano [fue diputado de Podemos, hoy fallecido]. Lo presentó Teresa Rodríguez, que fue acompañada por Eligia, una mujer que bordó la bandera que se tiró desde la Giralda y votaron en contra. Los mismos partidos que lo rechazaron, ahora lo quieren desempolvar".
Reclutamiento y andalucismo
Este encuentro entre Moreno y Rojas Marcos (que revela ciertamente olfato y oportunismo político) se produce en vísperas de las municipales, con algunos concejales andalucistas aún perdidos en diversos Ayuntamientos de la Comunidad y con el PP en plena operación de reclutamiento, de ensanchamiento (después de los fichajes de Ciudadanos) y es también el último episodio de una cadena de hechos de tendencia andalucista, al menos en el plano formal, que el presidente de la Junta ha protagonizado, unos con mayor éxito y otros con menos, desde que lo es. "Se te oye hablar y no te disfrazas de nada y se te nota un enamoramiento in crescendo por Andalucía", le dijo Rojas Marcos, según recoge Europa Press.
El andalucismo es un asunto político de primer orden. Es muy difícil gobernar en Andalucía sin defenderla. La última encuesta al respecto del Centro de Estudios Andaluces reveló que un 31,4% de los andaluces considera que la Comunidad no ha alcanzado un nivel suficiente de autonomía, por un 59,5% que cree que sí y un 5,3% que opina que la que hay es demasiada, según la última encuesta al respecto del Centro de Estudios Andaluces (Centra). El 77% se siente tan español como andaluz, mientras que el 11,8% se siente más andaluz que español y un 7,9% más español que andaluz. Por tanto, hay aquí un amplio campo de actuación para todos los partidos. Bien lo supo el PSOE cuando gobernó, bien lo sabe el PP ahora que gobierna.
Antes de ser votado como presidente, cierto es, Moreno tuvo, en la línea que inició Arenas, un gesto que él mismo reivindica como andalucista y con el que arremete contra el PSOE cada vez que tiene ocasión, que fue apoyar un documento impulsado por la hoy ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cuando fue consejera de Susana Díaz, en el que se reivindicaba una mejor y más justa financiación de la Comunidad, una de las que, según los expertos en el asunto, más perjudicada sale del actual sistema de reparto de los fondos públicos.
Moreno empezó, cuando llegó a la Junta de Andalucía (gracias al apoyo de la ultraderecha del que hoy se ha desembarazado) por cambiar el logo, vinculado a 37 años de Gobiernos socialistas, con la evidente intención de resignificarlo y vincularlo a otro periodo y a otro partido, el suyo, el PP. Después, siguiendo esa estrategia de resignificación de símbolos, tuvo un desliz con el episodio de ponerle una corona al Escudo de Andalucía para sus actos, que fue duramente criticado por la Fundación Blas Infante.
El 28F, durante su mandato (al igual que lo fue durante los años de hegemonía del PSOE) ha sido utilizado por Moreno con gran habilidad y sentido ecuménico. La ceremonia de entrega de medallas de Andalucía, la mayor distinción de la Comunidad (en la que se ha olvidado de las mujeres: aún no ha nombrado una sola hija predilecta), le sirve para presentarse como el presidente de todos. En sus discursos, han aparecido por primera vez, referentes culturales comunes de la transición y de la primera autonomía, hasta ahora difíciles de escuchar en boca de altos representantes del PP, como Carlos Cano.
Después, tras obtener la mayoría absoluta y durante la campaña electoral de hace unos meses, llenó los mítines del PP de banderas andaluzas y difundió la idea que antes que su partido, su prioridad era Andalucía, un tema en el que también incidió este miércoles en su encuentro con Rojas Marcos. Así, Moreno afirmó que se siente "andalucista" en el sentido de lo que más feliz le hace es ser presidente de la Junta de Andalucía y no cambiaría esa responsabilidad "por nada".
Su toma de posesión como presidente de la Junta, repleta de pompa y boato, que tuvo aires imperiales, el verano pasado, en la explanada frente al Palacio de San Telmo, también se interpretó y se reivindicó como una puesta en escena de un cierto poder andaluz. Moreno también ha venido defendiendo estos meses, desde que obtuvo la mayoría absoluta, que la voz de Andalucía ahora se escucha en el resto del Estado.
Andalucismo de izquierdas
Teresa Rodríguez, portavoz de Adelante Andalucía, formación que se declara andalucista, que cuenta con dos diputadas en el Parlamento autonómico, manifestó este miércoles al respecto del encuentro entre Moreno y Rojas Marcos que "el andalucismo solo tiene sentido si es de izquierdas". Rodríguez criticó también que haya partidos, en referencia a PP y PSOE, que quieran utilizarlo únicamente como "herramienta electoral para cazar votos" y ganar elecciones.
"Uno de los errores de cierto andalucismo, no digo que sea el de Rojas Marcos, ha sido el de que en algún momento no se supo muy bien si el andalucismo era de izquierdas o de derechas. Por eso no entiendo bien que Juanma Moreno pueda definirse como andalucista", dijo Rodríguez.
La portavoz agregó que "respeta" esa posición del presidente de la Junta y del PP-A, pero que a ella le gusta "polemizar" con él en ese sentido. "Si fuéramos Lombardía o Baviera", es decir, "una región rica, tendría sentido ser regionalista de derechas" en Andalucía, "porque las políticas de derechas en general lo que hacen es tratar de conservar las mismas relaciones sociales que se producen en el presente, y Andalucía necesita mucho cambio, transformación, y darse la vuelta como un calcetín y poder garantizar el futuro de las siguientes generaciones".
En Andalucía, remachó Rodríguez, "tenemos la autonomía, que es como el vehículo, pero no tenemos gasolina que echarle, por lo que tenemos el coche aparcado porque no tenemos desarrollo económico suficiente para que la autonomía se concrete en cosas de comer".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.