Este artículo se publicó hace 3 años.
El intento de Bastión Frontal de establecerse en València detrás del resurgimiento de los Yomus
El Valencia CF ya ha cerrado la puerta en el retorno del grupo ultra al estadio y asegura que "rechaza cualquier colaboración con Ultra Yomus".
Joan Canela
València-Actualizado a
El domingo 7 de noviembre, Alfredo Soler, un joven de 22 años, fue atacado por diez personas que le pegaron puntapiés, puñetazos y lo golpearon con objetos contundentes, además de amenazarlo con una navaja. Los agresores, que no han sido identificados, le gritaron que "¡esto es el Reino de Valencia!", tal como el mismo Soler explicaba el día siguiente ante las cámaras de la televisión pública valenciana. El motivo parece que sería vestir una sudadera con el lema "Working Class". Los hechos sucedieron en la calle Serpis, muy cerca del estadio del Mestalla y poco después del partido que enfrentó el Valencia CF con el Atlético de Madrid.
Casual o no, la agresión coincidió con el anuncio de la refundación de los Ultra Yomus, la peña valencianista vinculada a la extrema derecha y protagonista de numerosas agresiones, amenazas y hechos violentos durante los últimos años. Hasta 13 de sus integrantes, por ejemplo, han sido encausados por los ataques en plena luz del día el 9 de octubre del 2017 en el centro de València. El anuncio también coincide con la disolución de la grada de animación joven del Mestalla, la Curva Nord, a principios de octubre, después de muchas tensiones con la dirección del club, precisamente por la presencia de ultraderechistas condicionando sus actividades.
Parecería que el fin de la grada de animación podría dejar un espacio que los antiguos Yomus se apresuraron a intentar llenar y pidieron incluso reunirse con la directiva del club. Pero, de nuevo, esta les ha cerrado la puerta en la cara. En un conciso comunicado, el Valencia CF recuerda que "expulsó a los radicales del Camp de Mestalla por primera vez en la historia en 2019. Esta decisión no tiene marcha atrás. El Valencia CF reafirma su posición y rechaza cualquier colaboración con Ultra Yomus". Pero no parece que la presencia de fascistas en el Mestalla tenga que acabarse tan fácilmente.
"Esto del retorno de los Yomus se tendría que agarrar con pinzas, puesto que en realidad nunca se han marchado"
"Esto del retorno de los Yomus se tendría que agarrar con pinzas —explica a Público Sergi Aljilés, presidente de la peña valencianista Colla Blanc-i-negra—, puesto que en realidad nunca se han marchado. Con más o menos intensidad, siempre ha habido amenazas". Precisamente, esta peña ha denunciado haber recibido varias amenazas, tanto el día del partido contra el Atlético de Madrid como través de las redes sociales.
Recientemente, los miembros de Yomus que controlaban la Curva Nord intentaron reducir las críticas y protestas contra Meriton [la empresa propietaria del club] para "intentar caerles bien y conseguir ganarse su simpatía", explica Aljilés. Por eso ahora celebra la reacción del club: "hacía falta un posicionamiento claro de que nunca volverían".
El papel de Bastión Frontal
La refundación de los Yomus, pero, tiene también otro componente totalmente extradeportivo y que ha pasado mucho más desapercibido. Según explican fuentes del antifascismo valenciano que piden mantenerse en el anonimato, detrás hay una operación del grupúsculo nazi madrileño, Bastión Frontal, para implantarse en València.
Bastión Frontal es la organización que se encuentra detrás de muchas de las últimas de las manifestaciones de odio en la capital española, como la manifestación homófoba de Chueca, las campañas contra los menores migrantes o el intento de reventar un acto de Pablo Iglesias en las pasadas elecciones autonómicas.
"Ahora están intentando extenderse desde Madrid a diferentes sitios, con una estrategia de volver a los años 90 y su fascismo de calle, con muchas agresiones y violencia —explican los antifascistas—, pero se han encontrado que aquí no ha habido relevo generacional, son los mismos que entonces, la vieja guardia que se ha quedado sola, España 2000 ha quedado muy rancio. Así que han pensado que los Yomus serían más atractivos y les ayudaría a reclutar chavales".
Según explican estas fuentes, los meses de verano fueron especialmente tensos en València, con visitas constantes de miembros de Bastión Frontal desde Madrid y continuas agresiones y choques. "Podían llegar a juntarse hasta 40 nazis, con banderas con la esvástica por las calles de València sin tener problemas. Al final conseguimos contenerlos, pero nos costó. Si no pasó nada grave, es porque los hicimos frente".
Precisamente de estas batallas veraniegas han quedado cuatro antifascistas acusados por la policía por lesiones leves y delito de odio contra los nazis. Los denunciantes son algunos de los líderes de Bastión Frontal, que aseguran que fueron atacados "por sorpresa" y "sin ninguna provocación previa", y que se llevaron la peor parte, tal como puede leerse al atestado policial al cual ha tenido acceso Público.
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