El reciente archivo del caso Tsunami por el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, ha suscitado una gran variedad de reacciones entre las figuras políticas y entidades independentistas catalanas. Este desenlace, que se ha producido después de que la Sala de lo Penal declarara inválidas las diligencias abiertas desde el 29 de julio de 2021, ha sido visto por muchos como una victoria y un paso hacia la justicia.

ERC y Junts, dos de los principales partidos independentistas catalanes, han expresado su satisfacción por esta decisión. Marta Vilaret, vicesecretaria general de Derechos, Libertades y Lucha Antirrepresiva de ERC, ha calificado la noticia como "fantástica" y ha descrito la causa como "una locura". "Hoy acaba una pesadilla sin pies ni cabeza", ha señalado. Vilaret ha mostrado optimismo respecto al posible desenlace similar de la parte de la causa en el Tribunal Supremo, donde se investigan por terrorismo al expresident Carles Puigdemont y al diputado Rubén Wagensberg.

El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha comparado el proceso con el caso de Al Capone, aludiendo a que la causa se cayó por cuestiones de plazos, y ha reclamado su archivo total, celebrando "el fin del sufrimiento" para muchas personas.

Desde Òmnium Cultural, su presidente Xavier Antich ha señalado que la farsa judicial ha caído por su propio peso, criticando las "investigaciones fraudulentas" y las "irregularidades" impulsadas, según él, por la extrema derecha. En la misma línea, Laura Borràs, expresidenta del Parlament, ha expresado su satisfacción por el archivo del caso, calificando el movimiento Tsunami como "cívico, pacífico y democrático". "Demasiados jueces", ha escrito en las redes sociales, "han querido interpretar el Código Penal para ajustarlo a los hechos que les convinieran, pero incluso las insensateces judiciales en nombre de la unidad de España tienen un límite", ha señalado.

La Assemblea Nacional Catalana (ANC), por su parte, ha manifestado su alivio por la corrección de lo que considera un "error", aunque ha alertado sobre una justicia española que, en su opinión, "prevarica y se inventa delitos de terrorismo".

También se ha querido pronunciar el president de la Generalitat de Catalunya en funciones, Pere Aragonès, que ha descrito el archivo del caso como un "alivio" que debe poner fin al sufrimiento y angustia de muchas personas. Aragonès ha expresado una "alegría inmensa" por sus compañeros que "recuperan sus derechos".

La situación de quienes están fuera del país

Marta Rovira, secretaria general de ERC, que reside en Suiza desde 2018 para evitar la justicia española, ha mostrado su deseo de regresar a Barcelona. De hecho, en declaraciones a Rac 1, Rovira ha expresado su intención de estar en Barcelona este mismo sábado para una asamblea de mujeres de su partido, aunque todavía está a la espera de la reacción de las acusaciones particulares y de las recomendaciones de sus abogados.

En general, el archivo del caso Tsunami ha sido recibido con un sentimiento de alivio y celebración entre las filas del independentismo catalán. Las declaraciones de diversas figuras políticas y entidades sociales reflejan una visión común: el fin de una "pesadilla" judicial que consideran injusta y desproporcionada. Sin embargo, también persisten las críticas hacia el funcionamiento del sistema judicial, así como la cautela respecto a futuros desarrollos en la causa especial del Tribunal Supremo.