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Iker Jiménez y el circo de los bulos: cómo los ultras y 'magufos' explotan la tragedia de València

En este vídeo navegamos en el mar de desinformación desplegado por pseudoperiodistas y comunicadores desde las redes sociales y platós de televisión. Estos sujetos aprovechan el desastre de la DANA para amplificar sus mensajes.

Ilustración de Iker Jiménez de una imagen de Europa Press
Ilustración de Iker Jiménez de una imagen de Europa Press.

La tragedia de la DANA de València ha sido objeto de manipulación por parte de la ultraderecha para generar caos informativo en una situación especialmente delicada. Donde los propagadores contaminan con bulos, los periodistas tenemos que ir detrás para desmentirlos, contextualizar y ofrecer prudencia ante la falta de rigor de comunicadores como Iker Jiménez.

Al igual que ocurrió en la pandemia, los agitadores tratan de sacar provecho de una tragedia como la de València para conseguir más audiencia, más seguidores en redes y colar su discurso de odio.

'Horizonte', un peligro para la información veraz.

El programa Horizonte, presentado por Iker Jiménez, ha sido una de las plataformas que ha contribuido a esta dinámica de desinformación. Durante estos días se ha dedicado a difundir bulos, mensajes engañosos y discursos demagógicos que poco aportan a los ciudadanos que lo han perdido todo en las zonas afectadas.

Jiménez y su equipo han llegado a desplazarse a València, reforzando su narrativa de que solo ellos cuentan la verdad a pesar de mentir y de hacer caso a los rumores y no a la información. El programa ha incluido mensajes de colaboradores como Pedro Baños, que alimentaron teorías sin fundamento, como que el cristal del coche de Pedro Sánchez fue roto intencionadamente para que el presidente se victimice.

O afirmaciones sin contrastar, como la del colaborador Marc Vidal afirmando que el Estado oculta las cifras de muertos y desaparecidos. Ni una sola evidencia ha ofrecido sobre esto. Ahora, su tuit ha recabado miles de likes y retuits. "Saben la cifra de fallecidos. Saben la cifra de desaparecidos. Lo saben. Pero nos tratan como parte de una especie de estudio demoscópico al que se le tienen que dar las cifras más horribles de un modo que 'la sociedad pueda digerir'", dijo en su cuenta de X.

El bulo del parking de Bonaire

Pero, sin duda, uno de los bulos que más han explotado es el del parking de Bonaire. En su programa dijeron a bombo y platillo que en el aparcamiento había "cientos de cuerpos". Jiménez, después, dijo que sus fuentes estaban "equivocadas".

¿Cuáles eran sus fuentes? ¿Audios de WhatsApp? ¿Rumores en redes sociales? ¿Conversaciones escuchadas a lo lejos? En el programa, la copresentadora Carmen Porter amplificó el testimonio de uno de los cámaras del programa que, supuestamente, había esuchado una conversación de guardias civiles. "Ese parking es un infierno, por si quieren maquillar algo más", dijo la comunicadora, saltándose cualquier proceso de verificación y contraste. Algo que sí haría un periodista.

El barro de Rubén Gisbert

Los bulos se mezclan con la dramatización y el espectáculo. Rubén Gisbert es otro de los definidos "activistas digitales" que se hicieron famosos durante la pandemia.

Su perfil de propagador de información falsa encaja perfectamente en el espacio televisivo de Iker Jiménez. Gisbert propagó bulos sobre la guerra de Ucrania, extendiendo la idea de que la masacre de Bucha fue perpetrada por los propios ucranianos. A Gisbert le han pillado con las manos en el barro.

El propagandista se manchaba los pantalones de barro antes de un directo, con la intención de aparentar que ha estado trabajando arduamente en las labores de ayuda tras la DANA. En respuesta, Iker Jiménez expresó su "perplejidad" ante el comportamiento de Gisbert.

Los ultras y la violencia

La extrema derecha respondió rápidamente a los incidentes durante la visita de los reyes, Pedro Sánchez y Mazón a Paiporta. Grupos como Revuelta, Núcleo Nacional, Desokupa y España 2000 estuvieron en la región y empezaron a celebrar los incidentes en redes sociales.

La agitadora Pilar Baselga utilizó su canal de Telegram para promover el odio contra el presidente. "Demasiado poco le han hecho al coche de Sánchez (...) Los españoles son demasiado flojos", escribió en un chat de más de 15.000 usuarios.

El periodista Miquel Ramos identificó a uno de los instigadores de los ataques como un miembro de Revuelta, quien llevaba una camiseta de la División Azul, símbolo nazi.

En otras imágenes, se observa al rey conversando con un hombre vinculado a la grada ultra del Valencia. La Policía Nacional y la Guardia Civil están investigando la posible infiltración de ultras en las protestas. Y la extrema derecha ha reivindicado el intento de agresión contra Pedro Sánchez en un chat privado, según el Diario.

El sindicato de Vox, Solidaridad, ha ofrecido asistencia legal a quienes vandalizaron el coche oficial de Sánchez. También rodean a estas protestas los ultras de siempre: Javier Negre, Vito Quiles y Daniel Esteve.

En paralelo, hay quien ha aprovechado la tragedia para sembrar el odio contra la población migrante. Muchos usuarios han compartido publicaciones como esta de Vox —falsa, por cierto—. Pero la realidad les da de cara una vez más.

Mientras tanto, muchos de estos discursos eclipsan el profundo y legítimo malestar de los ciudadanos que han vivido de primera mano el desastre. A los que les ha faltado ayuda, organización y recursos. Lo último que necesitan es a los que se nutren del dolor ajeno en su propio beneficio.

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