El rol del rey en la DANA o su ausencia en 'Notre Dame', roces inéditos de Moncloa y Zarzuela en 2024
El final del año refleja ciertas diferencias entre el Gobierno de Pedro Sánchez y Felipe VI
El PSOE ha reiterado en su último 41 Congreso Federal el apoyo a la monarquía parlamentaria como forma de Estado pese a la "tradición cultural y política republicana" del partido
Madrid--Actualizado a
"La tradición cultural y política del PSOE es republicana. Pero el PSOE aprobó y apoyó nuestra Carta Magna como a expresión de un marco jurídico-político que nos incorporaba a la libertad, a la democracia y al Estado Social y de Derecho. Esa Constitución consagró la monarquía parlamentaria como forma de Estado".
Estas líneas pertenecen a la resolución política aprobada por los socialistas en su 41 Congreso Federal celebrado en Sevilla. Son una buena muestra de la posición que mantiene el PSOE respecto a la monarquía y la Casa Real. Se reconocen al mismo tiempo como republicanos pero defensores del actual modelo de Estado.
Por ello, y por estar en posiciones de Gobierno, los de Pedro Sánchez mantienen una relación estable con Zarzuela. Durante los últimos años, tras la abdicación de Juan Carlos I, han contribuido a tratar de introducir ciertas mejoras en transparencia en el reinado de Felipe VI. A sus vez, el actual monarca ha tratado de desligarse de los escándalos de su padre.
Por todas estas circunstancias de equilibrio institucional se hacen más llamativos algunos hechos ocurridos a finales de este año y que han generado unos roces soterrados prácticamente inéditos entre Moncloa y la Casa Real.
En primer lugar hay que retroceder hasta lo ocurrido tras la tragedia de la DANA en el País Valencià. El domingo 3 de noviembre, apenas cuatro días después de la catástrofe, se organizó una visita a Paiporta, una de las localidades más afectadas. Allí acudieron Sánchez, Felipe VI y la reina Letizia, así como el president de la Generalitat valenciana Carlos Mazón.
La mezcla de sentimientos a flor de piel ante una tragedia sin precedentes y los grupos ultras agitando el ambiente provocaron una agresión al presidente del Gobierno. Sánchez, protegido por su equipo de seguridad, abandonó el lugar. Mientras, Felipe VI y Letizia Ortiz continuaron charlando con los afectados e intentando templar ánimos. Aquellas imágenes fueron usadas por la ultraderecha para alabar la supuesta valentía del rey y la cobardía de Sánchez por no quedarse a dar la cara.
La propia visita en sí, como se conoció después, ya desató algún recelo. Algunas voces del Gobierno consideraban que no era el momento idóneo para realizarla por la difícil situación de las poblaciones afectadas. Algunas fuentes apuntaban al empeño de Felipe VI por asistir. Públicamente, ministros como el de Transportes, Óscar Puente, lo reconocieron aunque sin apuntar hacia ninguna parte en concreto.
"Es posible que se haya errado en el cálculo, pero no se puede responsabilizar a nadie en concreto. Es un error que no se ha hecho con mala voluntad, sino para trasladar el respaldo de instituciones", destacó en una intervención televisiva.
Además, fuentes socialistas no entienden cómo Felipe VI y Letizia decidieron seguir en Paiporta tras la agresión a Sánchez e incluso llegaran a pensar continuar su ruta en otras localidades afectadas, algo que finalmente no sucedió. Estas mismas fuentes señalan que hubiera sido lógico que todos los representantes institucionales se fueran inmediatamente se produjeron los sucesos.
Un par de días antes de Nochebuena, este domingo 22, Felipe VI y su familia acudieron por sorpresa y en una "visita privada" al municipio valenciano de Catarroja, también uno de los más afectados por la DANA. Su alcaldesa, Lorena Silvent del PSPV-PSOE, criticó los hechos. Destacó que no se les había avisado y que fueran a una zona "más operativa" para dar una apariencia de normalidad, mientras en otra parte de la localidad aún trabajan más de mil efectivos del Ejército en labores de limpieza. "Mientras la gente está trabajando, ellos están tomándose un refresco", señaló Silvent.
Albares, Urtasun y Notre Dame
El otro roce reciente ha sido producido por el acto de reinauguración de la catedral de Notre Dame en París tras el incendio que ocurrió en el año 2019. Al evento no acudió ninguna representación española, algo que generó cierto revuelo, especialmente entre los políticos de la derecha. Oficialmente, en Moncloa restaron importancia a la polémica, que calificaron de "artificial", según palabras de la portavoz del Gobierno Pilar Alegría.
Pero en privado se revelaron diferentes tensiones a varias bandas. Primero, del PSOE con Sumar. Concretamente entre el Ministerio de Exteriores que dirige José Manuel Albares y el de Cultura, cuya cartera pertenece a Ernest Urtasun. Pero también hubo reproches en privado a la Casa Real.
Los hechos probados son que tanto Casa Real como el Ministerio de Cultura fueron quienes recibieron las invitaciones intransferibles por parte del Gobierno de Francia. Nadie más. Ambos declinaron asistir por cuestiones de agenda y desde el Ejecutivo de Emmanuel Macron tampoco se movió ficha para remediar las ausencias españolas.
Fuentes del Gobierno destacaron entonces que el Ministerio de Asuntos Exteriores no fue notificado, ni por la Casa Real ni por el Ministerio de Cultura, acerca de las invitaciones recibidas ni de la decisión de declinar la asistencia, lo que provocó cierto "malestar".
La publicación de ese "malestar" provocó que horas después, coincidiendo además con un viaje de Albares junto a Felipe VI a Italia, se rebajara el asunto a un "malentendido". Fuentes de la Casa Real transmitieron a El País que no se comunicaron las invitaciones porque es algo no se suele hacer con invitaciones personales al Monarca, como era este caso. Fuentes de Exteriores transmitieron también que todo había quedado "hablado y aclarado" tras una conversación mantenida entre ambas partes.
"Legítima reflexión"
Los socialistas, volviendo al documento aprobado en Sevilla, destacan que el modelo de Estado fue "ampliamente consensuado" en 1978 y que sobre él "se fundamentó nuestra transición y nuestra vida democrática a lo largo de los últimos 45 años".
"Con el actual marco constitucional se han reforzado notablemente los avances logrados en el período de la Segunda República. Alterar ese fundamento de nuestra convivencia política sería desestabilizador porque no es posible un acuerdo alternativo en nuestro actual panorama social y político", añade el texto.
La formulación del asunto es similar a otros documentos anteriores. La novedad radica en la parte final, donde conceden una suerte de licencia hacia el futuro. "Sin embargo, es legítimo que el PSOE albergue permanentemente una reflexión sobre nuevas posibilidades de diseño institucional del país con el objetivo de fomentar la renovación de la democracia y fortalecer la pluralidad del Estado", señalan.
Esta mención rebajada es considerada "un pequeño paso" para algunos sectores socialistas. En las enmiendas presentadas antes del cónclave, fueron varias las federaciones que reclamaron abrir el debate sobre la monarquía en el seno del partido. Sus propuestas fueron rechazadas.
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