Este artículo se publicó hace 3 años.
Ayuso consolida su distancia con García Egea y rechaza imposiciones de Génova en su nuevo Gobierno
Según afirman fuentes populares, Ayuso evitó expresamente coincidir con García Egea en campaña. Al número dos del PP le atribuyen algunas "intoxicaciones" que no gustaron nada a la presidenta madrileña en plena segunda ola: "No lo olvida".
Marta Monforte Jaén
Madrid--Actualizado a
El resultado en las elecciones del pasado martes de Isabel Díaz Ayuso nada tiene que ver con el de hace dos años. La presidenta madrileña —ahora en funciones hasta que se celebre el pleno de investidura— ha conseguido doblar el resultado de los comicios de 2019 cuando el PP firmó su peor resultado en la región al obtener 30 escaños. Pablo Casado decidió apostar por ella en enero de 2019 —en el PP no se celebran primarias para elegir a los líderes autonómicos ni municipales— pese a las dudas entre sus propias filas por ser prácticamente una desconocida para el gran público y carecer de aval de gestión.
Su arriesgada apuesta ha dado resultados. En estos comicios la dirigente popular ha obtenido 65 escaños y el 45% del voto, forzando la desaparición de su antiguo socio de Gobierno, Ciudadanos, y manteniendo a raya a Vox, que solo sube un escaño. Con un discurso duro, un choque constante contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y una diferenciadora gestión de la crisis de la covid-19 —apostando por medidas más laxas que el resto de presidentes autonómicos pese a la alta incidencia— se ha convertido en la baronesa con más poder del PP por detrás del gallego Alberto Núñez Feijóo.
En este contexto, Casado ha asumido como propio el resultado en las elecciones madrileñas y ya vaticina un cambio de ciclo que, a su juicio, le llevará hasta La Moncloa desbancando Sánchez del Gobierno. Esa ha sido la consigna oficial entre los cargos de la dirección nacional del PP esta última semana. Sin embargo, el resto del partido se muestra mucho más prudente y circunscribe la arrolladora vitoria al "fenómeno emergente" que es Ayuso. También la propia presidenta, que tras el 4M dijo que había recibido mucho "voto prestado". "Hay muchos ciudadanos que nos han votado por una situación determinada", aseguró.
Lo que es innegable es que Ayuso gana enteros respecto a hace dos años. En el PP madrileño dan por sentado que será ella quién elija a su nuevo gobierno, sin "imposiciones" de Génova, aunque en el entorno de la presidenta madrileña evitan hacer comentarios. Un escenario completamente diferente al de 2019, cuando el secretario general del PP, Teodoro García Egea, fue el intermediario entre su formación y Ciudadanos: él fue quién negoció las consejerías para cada partido y, junto a Casado, decidió los nombres de los consejeros de Ayuso.
"A Ayuso le vino casi todo dado por Ciudadanos y por Génova", comenta a Público un alto cargo popular, que asegura que la presidenta madrileña "se ha emancipado en sentido político" de la dirección nacional. Dicha fuente cita el ejemplo de Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Hacienda la pasada legislatura y exjefe de gabinete de Casado hasta su llegada al Ejecutivo madrileño. "Él no tiene nada que ver con Génova ya. No aparece por allí", comenta. "En cierto modo, también se lo sacaron de en medio".
Un cargo cercano a la presidenta madrileña asegura que no va a aceptar "tutelajes" de Génova. "Ella se va a encargar de nombrar a su gobierno, de realizar sus discursos y defender sus políticas. Tiene la potestad para ello", afirma. Es más, considera que lo "único que sobró" en campaña fue "el tono paternalista" de Casado y lamenta que Génova se metiera en la confección de las listas, con el fichaje de Toni Cantó, que "acabó siendo un fiasco", en sus palabras. El exportavoz valenciano no pudo concurrir en la lista del PP al no haberse empadronado a tiempo.
La tirantez entre Ayuso y Teodoro García Egea
No hay prácticamente imágenes en las que aparezca la presidenta madrileña junto al número dos del PP. Tampoco en campaña. Según afirman fuentes populares, Ayuso evitó expresamente coincidir con García Egea, que sí participó junto al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la secretaria general del PP de Madrid, Ana Camins, en un acto en Chamberí. Sí que la acompañó Casado, con quien compartió escenario en cuatro mítines.
Ayuso siempre asegura que "tiene muy buena relación personal" con el líder del PP y le agradece que confiara ella como candidata para la Comunidad de Madrid, pero eso no incluye a sus afines. La tirantez con García Egea viene de hace meses. En el entorno de Ayuso le atribuyen "las intoxicaciones" para presentarla como una líder "inexperta". Hacen referencia a un artículo publicado en el diario El Mundo en el que voces de Génova creían que Ayuso "daba imagen de inseguridad" por las elevadas cifras de contagios.
Lo cierto es que en Génova no se acaban de fiar de las intenciones del jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, al que la dirección nacional dejó fuera de la reunión tras el polémico fichaje de Cantó. Rodríguez —conocido como MAR en el entorno político y mediático— ya consiguió que el expresidente José María Aznar alcanzara La Moncloa, convirtiéndose él mismo en secretario de Estado. Estaba retirado hasta que Ayuso le fichó en 2019.
"Ella no olvida el desplante de Génova", aseguran voces con peso en el PP, que ratifican que "nadie va a entrar en la comunicación y en la estructura" del nuevo gobierno 'ayusista'. También hacen alusión a la ofensiva del secretario general con el objetivo de dominar la organización territorial del partido en toda España y lograr una estructura orgánica adscrita al liderazgo de Pablo Casado. Eso, creen, "indica lo débil que es su proyecto" porque "saben que nadie puede liderar el PP si antes no controla las estructuras territoriales". "Quieren garantizarse que nadie les confronte", valoran.
La cotizada presidencia del PP de Madrid
Ayuso nunca ha ocultado que ambiciona ser la presidenta del PP madrileño, actualmente en manos de una gestora capitaneada por Pio García Escudero. Sin embargo, desde Génova —con el apoyo de Almeida— planteaban una "tercera vía" de consenso, que involucraría a Ana Camins, afín a Casado, para "no repetir las luchas internas" de Alberto Ruiz Gallardón o Esperanza Aguirre. Pero la contundente victoria de Ayuso dificulta los planes de García Egea, que en todo momento ha evitado apoyar a Ayuso, incluso tras las elecciones. "Yo en público y en privado soy muy respetuoso con los procesos internos. No animo nunca a uno o a otro", dijo el número dos del PP recientemente.
El PP de Madrid es uno de los principales en cuanto a número de compromisarios, que son los que eligen en el último tramo de las primarias al líder del partido, por lo que García Egea trata de defenderse ante un eventual salto de Ayuso al PP nacional, que ella ya ha negado en varias ocasiones. En este sentido ya se ha pronunciado la expresidenta Esperanza Aguirre, que le ha lanzado un dardo a Egea en Esradio: "Al presidente del PP de Madrid lo vamos a elegir los afiliados, diga lo que diga Teodoro", afirmó. A renglón seguido confesó que la relación entre ambos era escasa. "Nunca ha hablado conmigo, no le ha interesado".
Aguirre es una firme defensora de Ayuso y hay quien traza paralelismos entre ambas. Recientemente criticó a Casado por "no dar la batalla de las ideas", como también le reclamaba insistentemente la exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. Aguirre considera que la presienta madrileña sí ha sabido dar esa batalla. "Esos —en referencia a la dirección nacional— se van a tener que convencerse".
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