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NUEVO PP

Feijóo recorrerá todas las comunidades para coser las heridas abiertas por Casado

El presidente gallego criticó las "desconsideraciones" de la dirección saliente del partido hacia los territorios. Juanma Moreno hablo de una "sensación de tutela" sobre las autonomías.

Feijóo
El presidente de la Xunta de Galicia y candidato único a la presidencia del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante la reunión con militantes en Valencia de cara al próximo congreso del partido. EFE/Biel Aliño / EFE

La campaña para presidir el PP no promete emoción porque, como se esperaba, Alberto Núñez Feijóo es el único candidato. Aún así, sin rival y con la plana mayor del partido aupándole desde hace tres semanas, Feijóo inició este viernes una gira por las 17 comunidades autónomas para presentar su proyecto. Territorio a territorio, el líder gallego busca dejar claro que con él termina el centralismo que 'mató' al PP. 

"En el entorno de Pablo Casado no entienden que ese partido es un partido autonomista. Estaban a veces por seguir dividiendo entre quienes estaban en un lado y el otro. La sensación era de tutela y no de autonomía.(...) Ha habido un afán de controlar las estructuras territoriales e imponer a los candidatos". Este fue el diagnóstico que hizo el presidente andaluz, Juanma Moreno, sobre las razones que enfrentaron a Casado con el partido.

"Uno no puede ser un atrezzo. Ese tipo de cosas son las que minaron en gran medida la confianza de las estructuras territoriales en la dirección nacional", explicó Moreno en una entrevista a El País.

Alberto Núñez Feijóo también señaló esta gran brecha entre Génova y los territorios. "El partido, a nivel nacional, entendía que su papel era distinto al que vino ejerciendo el partido en los últimos años. Nuestro partido es una estructura como la de España, autonómica, en la que entiendo que el partido debe aceptarla y no menoscabarla", dijo. Las críticas del presidente gallego fueron más allá: "Hubo una serie de decisiones, en los últimos años, de interferencias, y de desconsideraciones hacia muchos líderes del PP".

Para entender la crisis sin precedentes que ha vivido el Partido Popular en las últimas semanas hay que mirar mucho más allá de la Puerta del Sol y del conflicto con Isabel Díaz Ayuso. Numerosas fuentes del partido, con diferentes cargos y de distintos territorios, coinciden en que la dirección saliente del partido se granjeó "enemigos" en todas las autonomías a base de centralizar las decisiones, y los nombramientos, en los despachos de Génova.

Teodoro García Egea, ex secretario general, fue la persona más señalada durante la caída libre de Pablo Casado. Suya era la responsabilidad de la implantación territorial del partido y su intervencionismo le enfrentó a los barones del PP, que empezaron exigiendo su destitución. 

Los pesos pesados de la formación creen que Casado se alejó de las bases, y Núñez Feijóo, que reivindica su condición de gallego y presidente de la Xunta siempre que puede, se propone recuperar la conexión con los territorios. En nueve días visitará las 17 comunidades autónomas y celebrará actos en cada una de ellas con los líderes territoriales. La 'gira Feijóo', bajo el lema Preparados, arrancó en Valencia este viernes, haciéndolo coincidir con el inicio de las Fallas, y terminará en Mérida (Extremadura) el día 20. 

A partir de ahí quedarán solo diez días para el 1 de abril, fecha en la que el congreso extraordinario del PP votará la candidatura de Feijóo para presidir el partido y le convertirá en jefe. 

Vía libre para pactar con Vox

Aunque haya que esperar hasta abril para que sea oficial, de facto Feijóo ya es el líder del PP y su referencia ideológica. Una presidencia diluida en la que ha roto por completo con la "tutela" que criticó Juanma Moreno de Casado. El PP presume ahora de no haber intervenido en las negociaciones de Mañueco para formar gobierno en Castilla y León con Vox, y defendió desde el inicio de sus conversaciones con la extrema derecha que "nadie mejor que él" podría velar por los intereses de su comunidad. Alberto Núñez Feijóo quiso dar "autonomía absoluta" a Fernández Mañueco, aunque eso supusiese contradecir sus propias tesis.  

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