Este artículo se publicó hace 3 años.
Inés ArrimadasUn Cs en caída libre se aferra a un pacto con el PSC para ser relevante en Catalunya
Inés Arrimadas trata de mantener a flote a Ciudadanos tres años después de ganar las elecciones en Catalunya. Los 'naranjas' han ido perdiendo peso en la región y ahora solo aspiran a influir en la formación de gobierno.
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Ciudadanos ganó las últimas elecciones autonómicas en Catalunya, celebradas en diciembre de 2017. La candidatura, encabezada por Inés Arrimadas, congregó la mayor parte del voto no independentista: obtuvo 1.109.732 votos y 36 escaños nutriéndose, principalmente, de votantes socialistas y populares desencantados. El entonces presidente, Albert Rivera, creyó que esta victoria era el preludio de su ascenso a La Moncloa. Pero apenas dos años después Rivera dimitió tras una auténtica debacle electoral en las generales de 2019. Y ahora es Arrimadas quien trata de mantener a flote a Ciudadanos.
Arrimadas defendió, por primera vez, una alianza entre el Partido Socialista de Catalunya (PSC) y su partido el pasado domingo. A su juicio, esa coalición en el Palau de la Generalitat sería el ejecutivo "más centrado y mejor que se puede hacer" en Catalunya. Las declaraciones de la presidenta de Cs llegan después duras acusaciones de los naranjas en los últimos años, llegando a calificar a los socialistas catalanes de poco menos que independentistas.
Es más, el jefe de la oposición en Catalunya y candidato de Cs a la Generalitat, Carlos Carrizosa, afirmó hace apenas unas semanas, el pasado 10 de enero, que el cabeza de lista del PSC para el próximo 14 de febrero y actual ministro de Sanidad, Salvador Illa, era "el candidato de Junqueras y de Rufián, y también del populismo de Podemos". Ahora Arrimadas defiende que Carrizosa presida ese futuro Govern "porque es la única manera de que sea un Govern sensato, limpio y libre de corrupción, que no ceda a los chantajes separatistas".
El portavoz adjunto de Cs en el Congreso, Edmundo Bal, ha censurado que Illa "se ha comportado mal" al compatibilizar su cargo de ministro con el de candidato al PSC, pero ha defendido una alianza entre ambas formaciones. "En Catalunya nos encontramos en un momento nuclear: el más importante en la historia de España. El independentismo está desmovilizado porque ya no se creen las mentiras de sus líderes, las urnas nos pueden dar la victoria a los constitucionalistas. Es el momento", ha señalado este lunes.
La dirección de Cs confía en 'salvar los muebles'
La dirección del partido es consiente de que perderá, aproximadamente, la mitad de sus diputados. Sus datos internos les sitúan como cuarta fuerza; en las previsiones más optimistas obtendrían 20 parlamentarios, según revelan a Público fuentes de la Ejecutiva. En el escalón más bajo, 15. Un pronóstico que se acerca más al que arrojan los sondeos. Según un reciente estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Ciudadanos obtendría el 9,6% de los votos y su resultado rondaría entre los 13 y 15 escaños.
Sin embargo, en Cs no cunde el desanimo. "Estamos mucho mejor que hace un año", señala un estrecho colaborador de Arrimadas. "Puedes coger el dato electoral del 2017, pero no te puedes olvidar de todo lo que ha pasado de por medio. Si sacamos un 14 o 15% no podemos decir que estamos mal", insiste. "La última vez que hubo elecciones en Catalunya sacamos un 5% de voto y ahora hablamos de doblar el resultado o mucho más".
Cs fue la última fuerza con representación en Catalunya el pasado 10-N, por detrás de PP y Vox
Lo cierto es que la formación ha ido de mal en peor en los últimos años: en las elecciones municipales de 2019 los naranjas obtuvieron 178.330 votos, el 5,11 % del total. En la ciudad de Barcelona la candidatura de Manuel Valls fue un fracaso: perdió fuelle en la zona del cinturón metropolitano, donde Arrimadas se impuso en 2017, y los electores optaron en su lugar por el candidato socialista, Jaume Collboni. Por último, en las generales del 10-N, los naranjas fueron la octava —y última— fuerza con representación en Catalunya, por detrás del PP y de Vox. Únicamente consiguieron dos escaños.
La criticada marcha de Arrimadas de Catalunya
La formación surgió en el año 2006 con un objetivo: superar lo que denominaban "la obsesión identitaria" de la sociedad catalana. El partido fue haciéndose hueco en el Parlament de Catalunya poco a poco: tras dos legislaturas seguidas con 3 escaños, en las autonómicas de 2012 lograron 9 diputados; en las de 2015, obtuvieron 25 escaños —convirtiéndose en los líderes de la oposición, a más de 200.000 votos de la tercera fuerza, el PSC— ; y en 2017 se coronaron como primera fuerza. Sin embargo, Arrimadas no contaba con la mayoría suficiente para formar gobierno y las formaciones independentistas, con JxCat a la cabeza, han dirigido la Generalitat conjuntamente.
Arrimadas no se presentó a la investidura. Un movimiento que sus rivales criticaron por no visibilizar "una alternativa" al independentismo. Dos años más tarde, la entonces portavoz nacional de Cs abandonó el Parlament para concurrir al Congreso como número uno por Barcelona. Un traslado que muchos no entendieron. "Eso no gustó a muchos de nuestros votantes en Catalunya", relata un diputado naranja. "Se interpretó como que huía", lamenta.
Ahora los naranjas buscan ser relevantes al ofrecer este pacto con los socialistas. "Conseguir aquello que no pudimos hacer en 2017, influir en el Govern", explica. Sin embargo, el citado diputado catalán coincide con Arrimadas y se muestra "convencido" de que los socialistas finalmente optarán por un tripartito con Esquerra Republicana y los comunes si le dan los números.
El PSC desdeña un pacto postelectoral con Cs
La portavoz parlamentaria de los socialistas en Catalunya, Eva Granados, ha desdeñado la posibilidad de formar una alianza con Cs y ha apelado a los votantes que en 2017 se decantaron por ella: "Que voten a Illa el 14-F. Es mejor contar con los votos en nuestra candidatura que no con un posible futuro posible apoyo el día 15. En 2017, todo el apoyo que recibió Ciudadanos no sirvió absolutamente para nada", ha señalado este lunes.
"Ciudadanos va y viene, en función del día o incluso de si es una hora par o impar van cambiando de opinión", ha ironizado la número dos del PSC. Granados ha asegurado que su formación no pactará con Vox tras el 14F: "No, nunca y nada. No queremos saber nada de la ultraderecha", ha zanjado.
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