Sánchez gana tiempo con un decreto ley ante el choque de sus aliados por la tasa a las energéticas
Las izquierdas del Congreso y el Gobierno han pactado que el Consejo de Ministros apruebe un decreto antes de final de año para que entre en vigor el 1 de enero.
La prórroga del gravamen a las energéticas solo podrá tener continuidad si el Gobierno consigue que Junts y PNV accedan a convalidarlo cuando llegue al Congreso.
Madrid--Actualizado a
El 21 de noviembre, el Gobierno sacó adelante el paquete fiscal y alcanzó una serie de acuerdos con sus aliados más a la izquierda. Aquellos pactos ―uno, con ERC, EH Bildu y BNG; otro, con Podemos― estaban fundamentados en un compromiso: mantener un impuesto a las empresas energéticas. El Ejecutivo sabía, ya por aquel entonces, de la tamaña dificultad que iba a suponer convencer a Junts y PNV de que permitieran un movimiento como ese. Por el momento, no lo ha logrado.
Lo que sí ha hecho el Gobierno es ganar tiempo; o dar una patada hacia adelante. Según se mire. Este miércoles, primero fuentes del Ejecutivo y, después, ERC, EH Bildu y BNG a través de un comunicado oficial, han confirmado que el Consejo de Ministros aprobará antes de final de año un decreto ley para ampliar el gravamen. Será el próximo lunes. Es, fundamentalmente, lo que reclamaban republicanos, abertzales y nacionalistas gallegos.
Podemos firmó un pacto que iba más allá. Construir un impuesto a las energéticas permanente con el compromiso del Ejecutivo de que Junts y PNV, contrarios al mismo, se sentasen en una mesa negociadora. En caso de que no se lograra, de forma provisional, también abogaban por la prórroga del gravamen.
Sin embargo, PNV y Junts no han acudido a ninguna de las dos reuniones que ya se han celebrado. La primera se llevó a cabo el miércoles día 11 y todos los presentes la calificaron como "una reunión de trabajo". De todas formas, desde el primer momento ha existido el consenso de que sin la participación de posconvergentes y jeltzales los encuentros para trabajar la prórroga del gravamen no serían todo lo útiles que deberían.
Tanto es así que, durante la mañana de este miércoles ―con la reunión programada por la tarde― Podemos ha informado de que no acudiría. "La reunión de hoy no tiene razón de ser debido a que todos los grupos parlamentarios que han confirmado su asistencia están de acuerdo en impulsar este impuesto. Es necesario que los representantes de las energéticas en el Congreso de los Diputados, Junts y PNV, asistan a la reunión para avanzar en la negociación, tal y como había comprometido el PSOE", han deslizado con sorna.
La reunión, por lo tanto, se ha producido entre el Gobierno, Sumar, ERC, EH Bildu y BNG. Al término de la misma, las izquierdas soberanistas han lanzado un comunicado confirmando la noticia de que el Gobierno aprobará el decreto antes de final de año, con lo que se cumple uno de sus objetivos: que no decaiga el gravamen el 1 de enero. De todas formas, en el propio comunicado se evidencia que el decreto dista mucho de tener garantías de éxito.
Los Reales Decretos-Ley se aprueban en Consejo de Ministros y, al cabo de un mes, tienen que ser ratificados por el Congreso. Si no, decaen. Para eso, será necesario el apoyo de Junts y el PNV, algo que está, en estos momentos, muy lejos. Una voz autorizada de los jeltzales ha dejado caer, durante esta semana en los pasillos del Congreso y de una forma absolutamente drástica, que su partido no apoyará un impuesto a las energéticas.
El comunicado de las izquierdas soberanistas remitido esta tarde a los periodistas atesora, con todo, una esperanza. Con la voluntad de acercar posiciones con el resto de aliados, en estos momentos muy distanciados por el impuesto, especifican que en el texto del decreto "se incluirán bonificaciones a proyectos [que apuesten por las energías] renovables". Con ello, esperan alcanzar un acuerdo "amplio y equilibrado".
El paquete fiscal vuelve al Congreso
Así las cosas, en un contexto de divergencias profundas dentro de la mayoría de investidura ―hasta el punto de que lo que iba a ser una mesa de todos los aliados para tratar el tributo se ha quedado en una reunión entre Hacienda, Sumar, ERC, EH Bildu y BNG, con PNV, Junts y Podemos, por distintos motivos, renunciando a ese foro―, este jueves se debatirán y votarán en el Congreso las enmiendas del PP al paquete fiscal.
A diferencia de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, los de Alberto Núñez Feijóo no han vetado la ley, sino que han aprobado en la Cámara Alta una serie de enmiendas. Una de ellas, por ejemplo, incluye una serie de bonificaciones para los bancos que generen buenas condiciones financieras para las nuevas generaciones. Con eso, los populares quieren atraer a Junts y PNV, que este jueves deberán valorar si las apoyan. El paquete fiscal no decaerá, pero podría descafeinarse.
En Hacienda no ha sentado nada bien, toda vez que, si salen adelante las modificaciones, se verá diezmada la recaudación que esperaba sacar del paquete fiscal.
De todas formas, la enmienda delicada es otra. En concreto, una que también diseñó el PP y que, de aprobarse en el Congreso, obligará explícitamente a derogar el impuesto a las energéticas. Fuentes de Hacienda han asegurado a Público que, a nivel técnico, no habría problema. Si, durante la votación de este jueves, ese mandato quedara incluido en la ley, no implicaría que el Gobierno no pudiera generar otro decreto para cumplir con sus socios a la izquierda. De todas formas, ese es un escenario que solo se dará si Junts y/o PNV dan apoyo a la enmienda.
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