Junts tampoco asistirá a la comisión negociadora para abordar el impuesto a las energéticas

.La mesa para negociar el impuesto a las energéticas queda, tras confirmarse las ausencias de Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Junts per Catalunya, mucho más descafeinada de lo que se preveía. A última hora de la tarde de ayer, los de Aitor Esteban informaron a los medios de comunicación de que no se sentarían a la mesa. A primera hora de la de este miércoles, han hecho lo propio fuentes de los posconvergentes.

Dichas fuentes deslizan que ellos "no tienen ninguna convocatoria" y que entienden que, al no haberla recibido, "[el Gobierno] debe tener claro nuestro posicionamiento". 

Es una información que contrasta con lo que apuntan fuentes de otros grupos parlamentarios que participan de la negociación, que mantienen firmemente que la invitación se trasladó a todas las fuerzas políticas. 

Se trata de un golpe de efecto claro por parte de los dos aliados a la derecha del Gobierno. Hay que tener en cuenta que, según ha mantenido Podemos desde el día en que se desatascó el paquete fiscal, en el compromiso que alcanzaron con Hacienda se incluía que el Ejecutivo lograra el apoyo de PNV y Junts para el impuesto a las energéticas. 

Es algo que, en este punto, parece muy lejano. Para empezar, ni los de Nogueras ni los de Esteban participarán de la primera reunión para tratar la cuestión. La postura de Podemos es clara: impulsar un impuesto a las energéticas permanente y, si no se consigue, prorrogar el gravamen que decae el 31 de diciembre. Esa es también la pretensión, sellada también con un acuerdo parlamentario, de ERC, EH Bildu y BNG. El reto del Gobierno, a priori complejísimo, es equilibrar las posturas de sus socios parlamentarios a la izquierda y la derecha.