Este artículo se publicó hace 3 años.
Trayectoria Pablo CasadoCasado busca desvincularse del PP que le encumbró en su estrategia frente a Bárcenas
El líder del PP quiere romper con el pasado. Es decir, con su pasado. Casado se hizo un hueco en la política madrileña gracias a Esperanza Aguirre, creció junto a José María Aznar y colmó sus ambiciones nacionales con Mariano Rajoy.
Marta Monforte Jaén
Actualizado a
Pablo Casado quiere romper con el pasado del Partido Popular. Es decir, con su propio pasado. El líder del PP se hizo un hueco en la política madrileña gracias a Esperanza Aguirre, creció junto a José María Aznar y colmó sus ambiciones nacionales con Mariano Rajoy. Al igual que los youtubers y streamers que huyen a Andorra con la —única— intención de pagar menos impuestos, pero obvian el importante papel que ha tenido el Estado del bienestar —y, por ende, los impuestos— en su ascenso a la fama, Casado parece olvidar quién le dio las oportunidades de ascender en un PP que ahora preside.
Ahora que el extesorero de la formación, Luis Bárcenas, ha confesado las irregularidades cometidas en el PP durante treinta años —entre el año 1982 y el 2009—, Casado asegura que ese PP asociado a la corrupción "ya no existe". Este lunes ha arrancado el juicio que juzga la 'caja B' del PP, una presunta trama corrupta en la que Bárcenas señala directamente al expresidente Mariano Rajoy —junto a otros altos cargos de Génova— como adjudicatario de sobresueldos.
El líder del PP ha dicho que no puede hacerse responsable de lo que "pasó en el PP en el 86, en el 96 o en el 2016" y que él solo responde desde que llegó a la presidencia en julio de 2018. Esta estrategia no es nueva, precisamente Casado accedió al cargo jactándose de ser el candidato de las bases y la "regeneración", pese a que en ese momento formaba parte del máximo órgano de dirección del partido como vicesecretario de Comunicación, un cargo al que accedió en 2015.
Mariano Rajoy eligió a Casado como responsable de comunicación para mejorar y rejuvenecer la imagen del Partido Popular. Como parte de esa estrategia también situó a dos personas de total confianza del actual líder del PP: Javier Maroto, que pasó a ser vicesecretario Sectorial, y Andrea Levy, a la que nombró vicesecretaria de Estudios y Programas. Tres años más tarde, fue gracias al decisivo apoyo de la entonces secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, el que logró que Casado fuera elegido presidente.
"Pablo olvida que él, Maroto y Andrea eran vicesecretarios con Rajoy. Alguien de todos los que se mencionan ahora los eligió"
"Eso es lo que olvida siempre. Él, Maroto y Andrea eran vicesecretarios. Seguro que no tenían nada que ver con las cuentas pero alguien de todos los que se mencionan ahora los eligió. Fuese Rajoy, Cospedal, Arenas...", señala una fuente que ostenta cargos de responsabilidad en el PP a Público. "Y Pablo está todavía más vinculado a Aznar".
Casado, casi 20 años a sueldo de un PP que "ya no existe"
Lo cierto es que Casado lleva —casi— veinte años a sueldo de un PP que "ya no existe". Nacido en Ávila, se trasladó a Madrid a estudiar y entró en política cuando apenas era un veinteañero, gracias al impulso de sus 'padrinos políticos': la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el exjefe del Ejecutivo José María Aznar. "Pablo Casado ha vuelto a emocionar al centroderecha en España", dijo la primera días después de su elección como presidente. "Si alguna vez me tiene que renovar alguien, que sea Pablo Casado", señaló el segundo en un mitin electoral en el año 2015.
El líder del PP cultivó sus relaciones desde bien joven, lo que desembocó en que el consejero madrileño Alfredo Prada le nombrara asesor parlamentario por un sueldo de —aproximadamente— 50.000 euros brutos anuales. Casado tenía entonces 23 años y aún no había terminado la carrera de derecho. Dos años más tarde, en 2005, la expresidenta madrileña —a recomendación de Prada— le aupó como presidente de las Nuevas Generaciones del PP, fue en ese periodo cuando conoció a la actual presidenta la región, Isabel Díaz Ayuso.
Casado mantuvo ese puesto durante los cuatro años de la legislatura, hasta 2007, cuando pasó a ser diputado de la Asamblea de Madrid. Fue el expresidente José María Aznar el que le rescató del parlamento madrileño y le nombró jefe de Gabinete en la Fundación FAES, un puesto que mantuvo entre 2009 y 2012. En el año 2011 logró obtener un acta de diputado en el Congreso por Ávila. Durante ese periodo y hasta que entró a formar parte de la cúpula directiva del partido, Casado ejerció de portavoz de Justicia y Administraciones Públicas y portavoz adjunto de Presupuestos y Hacienda del Grupo Parlamentario Popular.
Aznar y Rajoy, citados a declarar por Bárcenas
Actualmente los tres 'mentores' de Casado tendrán que vérselas con la Justicia. Aguirre está imputada en la pieza de Púnica que investiga la financiación irregular del PP de Madrid y fue acusada por varios exalcaldes del PP de ser la persona que controlaba la financiación del PP y la que daba las directrices de todo. Mientras que los dos expresidentes tendrán que declarar, eso sí, en calidad de testigos, en la Audiencia Nacional en el juicio del 'caso Bárcenas'.
Será la primera vez que Aznar se sentará en el banquillo para dar cuentas de la 'caja B', aunque no para Rajoy, que ya negó que existiera ninguna contabilidad en el juicio del caso Gürtel. Según la confesión de Bárcenas ante la Fiscalía, Rajoy tuvo en su poder los papeles que acreditaban las irregularidades y los destruyó "en la máquina destructora de papeles", sin saber que Bárcenas guardaba una copia. En el PP no dan crédito a tales acusaciones. "¿Rajoy con una trituradora? Es inútil con cualquier máquina, si intentase utilizarla se trituraría el dedo", señalan fuentes cercanas al expresidente a este diario.
Sin embargo, Casado ha garantizado este lunes que no le "temblará el pulso" si se demuestra que algún militante actual del partido conocía la 'Caja B', aunque sea Rajoy. "No voy a pasar ni una. Si el juez determina que hay alguna responsabilidad por parte de algún militante del partido actual, es que no me va a temblar el pulso. Hay unos Estatutos y será suspendido o será expulsado, y lo quiero dejar muy claro", ha señalado.
La actual dirección del partido traslada la idea —en privado— de que quien debe responder es el expresidente, no la actual directiva, que "nada tiene que ver" con aquello. Un mensaje no ha gustado al alma más 'marianista' de la formación, que defiende la "honorabilidad" del expresidente del Gobierno y su "impecable" trayectoria. "La expulsión de Rajoy provocaría un cisma interno", señala un veterano diputado, que niega que sea necesario cambiar las siglas del partido para desvincularse de la corrupción, como plantean algunas voces desde hace tiempo. "Son nuestras siglas, les tenemos cariño".
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