El equipo de gobierno PP-Cs del Ayuntamiento de Zaragoza ha fracasado en su intento de censurar una charla del eurodiputado de Podemos Miguel Urbán, una de las cabezas visibles del sector anticapitalista, al considerar que el contenido de su libro La emergencia de Vox , apuntes para combatir la extrema derecha español, en el que analiza el ascenso de la formación ultraderechista, resulta discriminatorio para ese partido, que desde junio es el principal apoyo político de la coalición que lideran Jorge Azcón y Sara Fernández y cuyos votos dieron la alcaldía al primero de ellos.

La presentación del libro de Urbán, en la que también ha intervenido el exalcalde de la capital aragonesa y actual concejal de ZeC (Zaragoza en Común) Pedro Santisteve, se ha celebrado este viernes en el centro social Luis Buñuel, en un acto que supone la confluencia de tres de las obsesiones del centro-derecha local: la presencia del exalcalde, denunciado varias veces sin éxito la pasada legislatura; la intervención de un cargo público de la formación morada, en este caso con uno de los perfiles más izquierdistas de la misma, y el propio escenario, un centro social cuyo funcionamiento, conveniado con el consistorio por tratarse de un edificio municipal, han criticado en repetidas ocasiones.

El Ayuntamiento zaragozano, que en esta ocasión añadió a sus habituales reculadas un anuncio sin efectos prácticos, hizo público este viernes un comunicado en el que aseguraba que, según un informe de la asesoría jurídica municipal, "dicha actividad no se encuentra dentro de los objetivos" del convenio que regula "el funcionamiento de ese espacio" y que "contraviene lo dispuesto" en el decreto por el que se cedió su uso.

Y, en este sentido, anunciaba que el gobierno local "ha dado traslado a la Oficina del Plan Integral del Casco Histórico para que comunique a los organizadores y a la propia Asociación CSC [que lo gestiona] que [el acto] no debe celebrarse y adopte cuantas acciones sean necesarias para ello", ya que la cesión contempla que queda "prohibido cualquier acto que (…) atente contra la dignidad de las personas o las discrimine por razón de raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra causa o circunstancia personal o social".

Cambio de estrategia del centro-derecha

La decisión del equipo PP-Cs, materializada mediante una orden firmada por la concejal conservadora Patricia Cavero, que es la responsable del Plan Integral del Casco Histórico (PICH), supone un viraje radical con respecto a la estrategia que mantuvieron la pasada legislatura, especialmente en el caso de los populares.
En esta ocasión han optado por la orden directa dentro de la estructura consistorial vistos los resultados obtenidos en años anteriores al pedir la intervención de otras instancias.

Así, la Delegación del Gobierno se inhibió, por falta de competencias y de fundamento, cuando el grupo municipal del PP le pidió a finales de 2018 que vetara una charla de la exmiembro del Grapo Carmen López en ese mismo local, y el Tribunal Superior de Justicia dictaminó, en una causa iniciada a raíz de otra denuncia de los conservadores, que con la prohibición de actos antes de que se celebren "pudiéramos estar patrocinando una censura previa proscrita por el artículo 20.2 de la Constitución", según el cual en España "no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa" la libertad de expresión.

A puerta abierta y con la sala llena de público

Sin embargo, el acto se celebró finalmente con la asistencia de varios centenares de personas y sin ningún incidente destacable en ningún sentido. 

"Es muy importante denunciar lo que estamos viviendo estos días. Lo que se está intentando es silenciar un libro que habla sobre la emergencia de una fuerza ultraderechista y de los discursos del odio, la estigmatización y el racismo, de la exclusión", dijo Urbán, que se refirió a la coalición PP-Cs de Azcón y Fernández como "un gobierno municipal que hace de mayordomo de la extrema derecha" y que "está atacando al movimiento vecinal".

La cesión del Centro Luis Buñuel, aprobada por el Ayuntamiento de Zaragoza en febrero de 2018, fue anulada en primera instancia por un juzgado de lo contencioso de Zaragoza, aunque esa resolución no es firme y se encuentra recurrida.

"El libro se presentará como una forma de desobediencia contra la extrema derecha", habían anunciado fuentes del centro tras conocer el anuncio del consistorio.