Este artículo se publicó hace 7 años.
Rajoy, testigo en GürtelAsí será la declaración de Rajoy ante el tribunal de Gürtel
El presidente acudirá a la Audiencia Nacional con "poco que aportar", pero deberá responder a preguntas de la acusación, que le interpelará también sobre la caja B del PP o su relación con Bárcenas, siempre que los jueces lo permitan.
Madrid--Actualizado a
Solo, sin su habitual séquito de colaboradores. Así llegará Mariano Rajoy a la Audiencia Nacional este miércoles, día en el que hará historia por convertirse en el primer presidente del Gobierno español en activo que acude a declarar ante un tribunal: el de Gürtel.
Lo hará en calidad de testigo -y no acusado, como se empeñan en apostillar en Génova 13- y, aunque se ha preparado a conciencia su intervención ante los jueces, irá con "poco que aportar". En su partido, el PP, defienden que su jefe no tenía responsabilidad alguna en la parte que se juzga: la primera etapa de la trama corrupta que transcurrió entre 1999 y 2003 y que se centra, principalmente, en las campaña electoral de este último año en los municipios madrileños de Pozuelo y Majadahonda.
El presidente dejará la responsabilidad de las campañas que se juzgan en manos de Pío García-Escudero y de las finanzas del PP, en los tesoreros
Una campaña en la que sus respectivos alcaldes, Jesús Sepúlveda y Guillermo Ortega, habrían cobrado -presuntamente- comisiones provenientes de las empresas de Francisco Correa, que recibían a cambio contratos municipales. La formación conservadora, imputada como responsable civil subsidiaria, se habría beneficiado del pago de 275.000 euros a dichos regidores. Rajoy era entonces secretario general del PP, aunque parte de su intervención se centrará en defender que no tenía responsabilidad alguna ni sobre la organización electoral ni sobre la financiación del partido.
La campaña estuvo dirigida por el ahora presidente del Senado, Pío García-Escudero, que también declarará este miércoles inmediatamente después de que Rajoy haya descargado previsiblemente su responsabilidad en él. Además, el jefe del Ejecutivo desglosará los Estatutos del PP, en los que se especifica que las cuestiones económicas de la formación dependen en exclusiva del tesorero de la misma.
En esos dos ejes basará el presidente su intervención ante el tribunal, aunque no se descarta que tenga que responder a otras cuestiones ligadas directa o indirectamente con esta parte del caso. Durante el juicio, la existencia de una caja B en el PP que habría servido para pagar sobresueldos ha quedado confirmada y es el propio Rajoy el que aparece en los papeles de Bárcenas como uno de los cobradores de los mismos. Asimismo, el 'despido en diferido' del extesorero ha salido a colación en las declaraciones de otros testigos y acusados.
Aunque los ex secretarios generales que precedieron a Rajoy en su desfile ante la Audiencia Nacional tuvieron que responder a estas cuestiones, hoy está en duda que el presidente del tribunal, que es quien dirigirá el interrogatorio, vaya a permitir que se cuestione al presidente por cuestiones ajenas a la causa central.
Ángel Hurtado fue quien emitió un voto particular en contra de la citación de Rajoy como testigo, por lo que no sería extraño que tenga alguna deferencia con él. No será la única. El presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, tiene previsto recibir al presidente en la puerta, un gesto inusual que, no obstante, no se confirmará hasta este miércoles.
Correa y Crespo no acudirán a la sala en la que declara Rajoy, pero sí lo hará Luis Bárcenas
Se desconoce también la puerta por la que Rajoy entrará a la sede del tribunal y si recorrerá o no algún tramo a pie. Sí se sabe que habrá una manifestación convocada por la Coordinadora 25-S esperándole y que se ha reforzado tanto la seguridad como los servicios de limpieza para la ocasión. También, que no le acompañará nadie del PP ni del Gobierno. ¿Objetivo? No manchar la imagen institucional del Ejecutivo o el partido al completo en un día en el que todas las portadas, también las internacionales, recogerán el hecho histórico. Por esa misma razón, el tribunal ha permitido que Rajoy no tenga que sentarse en el banquillo, donde en la foto le acompañarían algunos de los acusados. El presidente declarará desde los estrados, a la misma altura del tribunal.
Desde allí responderá a las preguntas que, por este orden, realizarán los abogados de ADADE -la Asociación de Abogados Democrátas de Europa que solicitó su comparecencia ante el tribunal-, José María Benítez de Lugo y Francisco Montiel; la Fiscalía -que, al igual que la Abogacía del Estado, estaba en contra de su citación y podría no preguntar o, de hacerlo, hacerlo para echar una mano al presidente-; los abogados de las otras acusaciones populares (por el PSPV, Virgilio Latorre; y también el PSM); y los abogados defensores de los más de 30 acusados, incluido el del PP, Jesús Santos.
De momento se sabe que el abogado de Correa no tiene previsto intervenir y que ni el citado empresario ni otro de los principales presuntos cabecillas de la trama, Pablo Crespo, estarán en la Sala. Sí lo hará Luis Bárcenas, así como el nuevo fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, que ha asegurado que acude "por cortesía institucional", pero que dejará en manos de las fiscales del caso la opción de preguntar a Rajoy si así lo consideran oportuno.
Los temas principales a tratar son las campañas en negro de Pozuelo y Majadahonda, así como las presuntas mordidas del 3% recibidas por el Gobierno de Aznar -del que Rajoy formaba parte- de manos de las empresas de Correa y compañía. Hasta el momento, varios empresarios han identificado al autoapodado como 'Don Vito' como el intermediario de pagos a los alcaldes de dichas localidades. También José Luis Peñas, exconcejal de Majadahonda y uno de los primeros denunciantes de Gürtel, aseguró que era la sede nacional del PP quien enviaba órdenes a los municipios para que supieran a qué empresas "había que ayudar" con contratos públicos porque habían engrosado las cuentas del partido.
Varios empresarios han admitido ya ante el tribunal el pago de mordidas al partido gracias a la mediación de Correa
De otro lado, fue el propio Correa quien declaró que él se reunía con los empresarios que querían licitaciones de contratos, hablaba luego con Bárcenas y era éste quien se encargaba de intermediar con los ministerios correspondientes. Si el empresario en cuestión conseguía una obra, Correa pagaba una comisión del 3% a Génova. El empresario ya condenado por el caso Fitur citó a los departamentos de Medioambiente y Fomento, pero, por si acaso, Rajoy ha revisado con detenimiento si alguna de las carteras que él ocupó en aquella época (fue ministro de Educación e Interior en el Ejecutivo de Aznar) había contratado algún servicio con las compañías de Correa. En cualquier caso, sí formaba parte del Consejo de Ministros, en el que también ejerció como vicepresidente y portavoz en distintas épocas de la era de su antecesor en el PP. En sus declaraciones anteriores, Francisco Álvarez Cascos y Rodrigo Rato negaron estas actividades.
Del mismo modo, los exsecretarios generales del PP Javier Arenas y Ángel Acebes negaron el conocimiento de la existencia de una caja B en el partido, una cuestión que se juzga en una pieza separada del caso Gürtel pero que siempre se ha ligado a esta etapa de la trama después de que el constructor arrepentido García Pozuelo admitiera haber entregado dinero a "organismos centrales", sin especificar si se refería al partido o al Gobierno. Todos los comparecientes anteriores -también Cascos y Rato- dejaron la responsabilidad de la misma en manos del extesorero Álvaro Lapuerta, exonerado de acudir al tribunal por demencia sobrevenida. Ahora, del presidente de la Sala, Ángel Hurtado, dependerá permitir que se pregunte o no a Rajoy por esta cuestión.
Los otros ex secretarios generales del PP dejaron en manos de Lapuerta, exonerado por demencia, la existencia de una caja B en el partido
Igualmente, podrá evitar o dejar que el presidente sea cuestionado por el despido en diferido de Bárcenas y la cuestión de los sobresueldos. Algo a lo que ya respondió la secretaria general y ahora ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y sobre lo que Rajoy sólo ofreció una leve explicación -y obligado- en 2013, en el Congreso. Allí dijo que se equivocó al confiar en el extesorero, que su famoso SMS de ánimo ("Luis, sé fuerte") no era un modo de encubrir un delito y, por supuesto, negó haber recibido parte de su sueldo en sobres en negro.
Este miércoles deberá explicar también si conocía los pagos de la trama a miembros del PP en forma de coches (cabe recordar el famoso jaguar de Jesús Sepúlveda del que su exmujer, Ana Mato, dijo no saber nada), relojes de lujo o viajes. Incluso existe la duda sobre un supuesto viaje de Rajoy a Canarias que, según el PP, fue un regalo del partido aunque existen sospechas de que podría haberlo sufragado Correa.
Esta cuestión está aún en duda, del mismo modo que se desconoce la relación del presidente del Gobierno con el principal cabecilla de la trama. ¿Conocía Rajoy a Correa? ¿Ignoraba, pese a pertenecer a la cúpula del PP, las visitas del empresario a la sede de Génova? ¿Si fue él quién dio orden, en 2004, de dejar de contratar con sus empresas, como defiende el partido, por qué la Gürtel extendió sus tentáculos de Madrid a Valencia ya bajo su mandato? ¿Por qué no denunció ante la Fiscalía sus sospechas de irregularidades cuando tuvo, según el mismo, conocimiento de las mismas?
Todas esas cuestiones están aún en el aire. Rajoy tiene previsto contestar al máximo de preguntas posibles, consciente de que responder "no lo sé" o "no me acuerdo" le perjudicaría todavía más. Además, en su calidad de testigo tiene obligación de decir la verdad. Sus respuestas, este miércoles, a las 10.00 h.
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