Una investigación destapa una red de hasta 70.000 hombres en Telegram que comparten estrategias para drogar y agredir sexualmente a mujeres

Una reciente investigación realizada por el medio alemán ARD y su equipo STRG_F ha puesto al descubierto cómo miles de hombres de distintos países estarían participando en grupos de chat de Telegram donde se comparten consejos sobre cómo drogar y agredir sexualmente a mujeres. Estos espacios virtuales, integrados por hasta 70.000 miembros, se habrían convertido en foros de intercambio de tácticas de violencia, instrucciones detalladas y enlaces a productos para someter químicamente a sus víctimas, camuflados como productos de belleza.

Los testimonios y pruebas recogidas durante el año que duró la investigación de ARD y STRG_F revelan un patrón de violencia sistemática . En estos chats, los usuarios comparten relatos de presuntas agresiones cometidas contra mujeres cercanas, como parejas, madres, hermanas e hijas. Además, algunos participantes llegan a publicar fotografías y videos en directo de estos supuestos ataques, mostrando un nivel de impunidad estremecedora.

Aunque Telegram asegura tener una política de "tolerancia cero" contra el abuso en su plataforma, las acciones concretas parecen ser insuficientes. Según la investigación, cuando se desactivan algunos grupos, rápidamente se comparten enlaces para crear o acceder a nuevos. 

Cabe recordar que el fundador de Telegram, Pavel Durov, enfrenta acusaciones graves por su presunta permisividad ante la distribución de contenido ilegal, incluidos casos de abuso infantil. Hace apenas dos meses, el diario portugués Púbico.pt publicaba un impactante reportaje donde se narraba cómo este tipo de redes de Telegram, integradas por decenas de miles de hombres, también existían en Portugal. En ese caso, los chats servían de lugares de intercambio de cientos de fotos de carácter sexual de mujeres que no sabían que estaban siendo objeto de esa ciberagresión. Bajo arresto domiciliario en Francia, Durov ha prometido medidas más firmes, pero las evidencias hasta ahora muestran una plataforma que sigue siendo refugio para redes criminales y depredadores sexuales.