Una sentencia revolucionaria obliga a un hombre a pagar 200.000 euros a su exmujer por 25 años de trabajo en el hogar
Ivana Moral se muestra "muy contenta" con el fallo de la jueza. Se trata de una decisión que reconoce su labor en la sombra y podría sentar un precedente.
Madrid--Actualizado a
"Una sentencia muy revolucionaria". Así define Ivana Moral, de 48 años, el fallo judicial que le reconoce una indemnización de 204.624 euros por el trabajo doméstico y el cuidado de sus hijas durante 25 años de matrimonio. Una magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vélez-Málaga condena al exmarido de la denunciante a compensarla por sus labores en la sombra durante el tiempo que han convivido como pareja: un cuarto de siglo en el que la mujer se ha dedicado prácticamente "en exclusiva" a realizar las tareas del hogar.
La resolución judicial, a la que ha tenido acceso Público, contempla también una pensión compensatoria para Ivana y otra alimenticia para las dos hijas del matrimonio, una de ellas menor. Esto significa que la reparación "por el trabajo doméstico no retribuido" no es excluyente y las tres disposiciones tienen cabida en el mismo documento. La sentencia todavía no es firme y puede ser recurrida.
Marta Fuentes, abogada de la parte denunciante, recuerda cómo comenzó el proceso. "Ella estaba sola y un poco perdida. De repente, se divorcia y se queda con dos niñas al cargo sin tener absolutamente nada. Con 45 años y sin currículum. No sabía a qué acogerse", apunta. La letrada explica que, tras una primera exploración, decidió amparar su petición en el artículo 1.438 del Código Civil, un texto muy específico que admite que, en casos de divorcio, "el trabajo para la casa será computado como contribución a las cargas y dará derecho a obtener una compensación".
Para el cálculo de la retribución se ha tenido en cuenta el Salario Mínimo Interprofesional que aplicaba durante cada uno de los 25 años que duró el matrimonio. "Se habían casado con separación de bienes y por eso a ella no le correspondía nada", señala Fuentes, del despacho Gentius Abogados. Ivana se divorció en 2020, pero tuvo que esperar casi tres años para conseguir una respuesta que valorase todo su empeño.
La magistrada considera que, mientras el exmarido "acumuló e incrementó exponencialmente su patrimonio", la mujer se vio "privada de toda posible trayectoria laboral" por su dedicación casi plena a la familia. Una entrega sin la que el varón hubiera tenido complicado alcanzar su actual posición económica y personal. Una vez separados, Ivana se sacó la ESO y cursó estudios en nutrición. Ahora vuelve al mercado laboral con "un balón de oxígeno" en la mochila y con muchas ganas de "trabajar en lo que sea".
Un precedente similar
La Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ratificó el pasado mes de enero una sentencia similar del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Redondela, un municipio de la costa gallega. La jueza condenó a un varón a indemnizar a su expareja con 34.980 euros por "el trabajo realizado para la familia al haberse extinguido el régimen de separación de bienes". El fallo marcó un antes y un después en términos de jurisprudencia y puso en evidencia una de las caras más sofocantes de la desigualdad: el hombre pudo "enriquecerse con actividades ajenas al mantenimiento de la familia" gracias a la dedicación de la que fuera su mujer.
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