La Fiscalía de Cagliari (Italia), tras presentar cargos contra Francesco Arcuri, la expareja de Juana Rivas, por maltratar al hijo menor de ambos, ha calificado de "inadmisible" el retraso que se está produciendo en la causa.

En su escrito, el fiscal general de Cagliari, Luigi Patronaggio, apunta una tardanza excesiva en la tramitación de la causa contra Arcuri y añade que "en caso de mayor protección contra demoras", se reserva el derecho de tomar cualquier medida útil para agilizarla.

Según han informado sus abogados, Juana Rivas también ha exigido en reiteradas ocasiones que se agilice la causa. Rivas ha pedido incluso que se adopten medidas que garanticen la protección de su hijo menor, de 10 años, y ha  denunciado el retraso "ante las autoridades italianas". 

El equipo jurídico de Rivas también ha pedido que, "de manera inmediata", se adopten las medidas que permitan garantizar la efectiva protección del menor, a lo que han sumado la difusión de un vídeo del hijo mayor de la expareja en el que apunta que su hermano está en peligro por permanecer con el padre.

El escrito de procesamiento de la Fiscalía italiana, fechado el pasado 14 de noviembre, acusa a Arcuri de someter a los dos hijos que tuvo en común con Juana Rivas de manera habitual a "violencia física, vejaciones, insultos y amenazas".

El pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo italiano anuló la sentencia de la Corte de Apelación de Cagliari por la que se separó a los dos hijos de la expareja formada por Arcuri y Rivas y ordenó repetir el juicio civil.

Desde aquel fallo, el hijo menor vive con su padre en Italia, mientras que el mayor, que ya tiene 18 años, permanece de manera definitiva con la madre en España.

Un largo litigio

Juana Rivas fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, aunque el Tribunal Supremo de España estimó parcialmente el recurso de esta vecina de Maracena y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito.

Los hechos tuvieron lugar en el verano de 2017, cuando Rivas estuvo un mes en paradero desconocido con sus hijos para no entregarlos al padre con el argumento de protegerlos de Arcuri, quien en 2009 fue condenado por lesionarla y al que ella volvió a denunciar por maltrato en 2016.

En julio de 2022, el Tribunal Supremo concedió un indulto parcial a Juana Rivas que conmutó su condena firme por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad y la obligación de realizar un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la justicia italiana.