La Comisión de Igualdad de la UE pide criminalizar a los clientes para luchar contra el proxenetismo

La Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de la Parlamento Europeo ha aprobado este martes un informe en el que pide a los Estados miembros que busquen medidas eficaces para reducir la demanda de prostitución y, por tanto, la trata de seres humanos, la explotación sexual y la actividad delictiva de los grupos organizados para traficar con personas. El resultado de la votación ha sido de 16 votos a favor, diez en contra y tres abstenciones.

Entre las medidas aprobadas figuran fórmulas para desincentivar la demanda o el consumo de prostitución. El texto recoge el conocido como modelo nórdico, que castiga al cliente para luchar contra las redes y el proxenetismo, con el objetivo de disminuir la demanda.

Tal como afirman fuentes de la propia comisión de la UE, la negociación del texto no fue sencilla, puesto que existían dos posturas enfrentadas. Por un lado los miembros favorables a las posturas abolicionistas de la prostitución, que la consideran una forma de explotación a la que las mujeres son empujadas debido a las condiciones de vulnerabilidad que atraviesan. Y por el otro, los que consideran que se trata de un trabajo cuyos derechos deben ser reconocidos. Finalmente se impuso por mayoría la primera de las posiciones. Tal como relatan fuentes de la comisión, los Verdes y los Liberales votaron en contra del texto y los conservadores se abstuvieron. 

El texto, que se ha negociado desde septiembre del año pasado, busca implantar medidas comunes en el seno de la Unión Europea para "abordar de forma efectiva problemas como la prostitución y directrices que garanticen los derechos fundamentales de las personas que la ejercen". El documento aprobado se trata de un proyecto de informe sobre la prostitución en la UE, que tenga en cuenta las implicaciones transfronterizas de un problema que es común y que ponga el foco en su impacto en la igualdad de género y los derechos de las mujeres.

La propuesta del modelo sueco

El documento subraya que la disparidad entre las normas nacionales sobre prostitución dentro de la propia UE (dado que la prostitución opera a través de las fronteras) "da lugar a más víctimas de trata con fines de explotación sexual y es un terreno fértil para el crimen organizado". Por lo tanto, piden a los Estados miembro que "protejan mejor a las mujeres en la prostitución mediante la introducción del modelo nórdico/igualdad para hacer frente a la trata, la explotación sexual y la prostitución de una manera que incorpore de manera proactiva los aspectos positivos de la prostitución regulada".

El texto aprobado resalta que las personas que ejercen la prostitución se enfrentan a la amenaza constante de persecución policial y judicial, y son marginadas y estigmatizadas, por situación que "a menudo les impide buscar justicia". Por ello solicitan que los Estados garanticen pleno acceso a "servicios sociales y de salud de alta calidad, así como al sistema de justicia para las personas que ejercen la prostitución".

La comisión de Igualdad hace especial énfasis en el empeoramiento de la situación social y económica que supuso la crisis sanitaria por la covid-19, así como la actual crisis energética, que han supuesto un incremento en el costo de vida y han incrementado "todas las formas de abuso y violencia contra las mujeres", incluida la expotación sexual". Esto ha supuesto que muchas mujeres en situación de vulnerabilidad han sido empujadas a la pobreza y la exclusión social. Por eso reclaman que se elimine la pobreza y se mejore la protección social. 

Medidas para reducir la demanda

Los eurodiputados señalan en el documento que la prostitución y el tráfico con fines de explotación sexual existen porque existe una demanda. Reducir la demanda es un instrumento clave para prevenir y reducir la trata de personas y debe hacerse de manera que no perjudique a quienes ejercen la prostitución.

Sandra Pereira, diputada del Partido Comunista portugués y  coordinadora del grupo The Left en la Comisión de Igualdad, afirma a Público que "ha sido muy importante la aprobación del texto, porque se retiró de él las palabras 'trabajadoras sexuales', que normalizan y enmascaran la violencia que hay detrás de la prostitución. La prostitución es una forma de violencia hacia las mujeres, no una profesión ni una salida profesional para las niñas".

Por eso, afirma esta política lusa, el documento aprobado es muy importante, porque propone castigar el proxenetismo y al mismo tiempo exige a los países miembros que pongan todas las medidas necesarias para facilitar la salida de las mujeres de la prostitución. Por un lado impedir que sean criminalizadas y por el otro que se ponga a su disposición ayudas económicas, psicológicas y laborales. 

Para la representante socialista en la UE, Lina Galvez, la idea de que "la prostitución se ejerce de manera libre es falsa". "Nos enfrentamos fundamentalmente a desequilibrios de poder, amenaza, la violencia, el engaño, por lo que no se puede hablar de consentimiento, ni de libertad", añadió en un comunicado distribuido este martes tras la votación.

El texto aún deberá será remitido al Pleno del Parlamento, donde tiene que ser votado por los europarlamentarios en septiembre. Pereira es optimista. Afirma que espera una votación similar a la que se produjo este lunes en la Comisión de Igualdad. Afirma que además de  por partidos se votará por países, algunos de los cuales (como el caso de Suecia) ya cuenta con medidas como las propuestas en el documento.