Este artículo se publicó hace 16 años.
Rice da lecciones a la OTAN sobre Afganistán
EEUU y Gran Bretaña quieren repartir responsabilidades
Condoleezza Rice hizo frente a las disputas entre EEUU y Europa en torno al envío de tropas a Afganistán reconociendo hoy en Londres que la alianza internacional está tropezando con “muchos baches” en el conflictivo país.
“La OTAN ha de aprender a luchar esta guerra. Es una contienda diferente a la que estaba estructurada a hacer frente. Puede llevarle tiempo, pero lo está haciendo “, dijo la secretaria de Estado al término de sendos encuentros con el primer ministro Gordon Brown y el jefe de la diplomacia británica, David Miliband.
Washington y Londres coinciden en reprochar la cobardía de sus socios en la OTAN que, con exclusión de Canadá y Holanda, concentran sus tropas en regiones de Afganistán libres o menos azotadas por la redoblada insurgencia talibán. Canadá ya ha advertido de que retirará sus tropas del sur del país, si otros gobiernos no afrontan mayores riesgos. “No es ningún secreto que ciertos aliados están en zonas mucho menos peligrosas del país. Las responsabilidades deben repartirse”, defendió Rice.
El encuentro en Londres sirvió para marcar la posición que ambos gobiernos –y principales contribuidores de tropas–defenderán en las cumbres de la OTAN previstas, hoy, en Vilnus (Lituania) y en Bucarest, en abril. “Debemos asegurar con nuestros aliados una justa distribución de las responsabilidades. La contribución ha de ser equitativa tanto en relación al personal desplazado como en helicópteros y otros equipos militares”, dijo Brown en la Cámara de los Comunes.
Refuerzos alemanes
El Gobierno británico reforzará la capacidad técnica de sus unidades sin elevar el número de tropas que operan en el sur de Afganistán, en torno a los 7.800 soldados. Alemania, por su parte, confirmó que una unidad de unos 200 soldados ocupará “los huecos” que quedarán al descubierto en el norte del país con la retirada de Noruega, prevista en el verano. Es una pequeña concesión del Gobierno de Angela Merkel, que resiste las presiones de Washington para extender su misión al sur de Afganistán.
“Nuestros soldados están capacitados, motivados y dotados para asumir la labor de Noruega”, señaló el ministro alemán de Defensa, Franz Josef Jung. Mientras, Rice advirtió en Londres que la OTAN se enfrenta a una guerra de desastres con la insurgencia talibán, resurgida a los seis años de la caída del Gobierno islamista de Kabul. “La población debe comprender que no es una misión de paz”, dijo la secretaria de Estado al reconocer que el progreso militar y la seguridad tienen tanta importancia como los programas de construcción y desarrollo político.
Recientes informes independientes alertan del fracaso en la estrategia aliada que, de no cambiar de curso, conducirá a un “estado fallido” y a un “desastre humanitario”. A estas perspectivas negativas se sumó el balance del reputado think tank Senlis Council, que propone duplicar las tropas de la OTAN hasta los 80.000 soldados. La organización advierte que la inseguridad y la violencia puede obligar a cancelar las elecciones presidenciales previstas en Afganistán en 2009.
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