Este artículo se publicó hace 2 años.
Los retos de Petro en Colombia: la paz con el ELN, frenar el narcotráfico y caminar hacia la transición energética
La vicepresidenta electa, Francia Márquez, ocupara el Ministerio de Igualdad, de nueva creación, para garantizar los derechos de las víctimas del conflicto armado y la violencia que han sido marginadas durante décadas.
Javier Sulé
Bogotá--Actualizado a
Tras la alegría de la victoria, llegó el momento de ponerse a trabajar. Son muchos los desafíos y los retos que Colombia tiene por delante para poder hacer realidad el sueño de Gustavo Petro y Francia Márquez: vivir sabroso, es decir, en paz y con dignidad.
La paz pasa por implementar los Acuerdos de Paz firmados con las FARC en 2016
Conseguir la paz sigue siendo uno de los desafíos más grandes para el país. Para el presidente electo Gustavo Petro, la paz no es más que la garantía de los derechos de la gente y pasan en buena parte por retomar de manera decidida la implementación de los acuerdos de paz firmados en 2016 con la extinta guerrilla de las FARC, especialmente la reforma agraria.
Conseguir la paz requerirá también revertir la situación de guerra que siguen viviendo muchos territorios del país, sometidos por diferentes actores armados. Uno de ellos, la vieja guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), anunció tras la victoria de Petro que estaba dispuesta a avanzar diálogos con el nuevo gobierno y retomar la mesa de negociaciones suspendida en 2018.
Pero Petro ha repetido constantemente que la sociedad se equivoca si cree que la paz se construye únicamente negociando con grupos armados. En ese sentido, el líder progresista ha propuesto un gran acuerdo nacional que tiene que ver con la necesidad de repensarse como nación lejos de odios y sectarismos.
El ELN está dispuesto a retomar el diálogo con el Gobierno de Petro
Otro de los grandes desafíos será afrontar el poder del narcotráfico y reducir los niveles de violencia que genera. Colombia sigue siendo el mayor productor de coca del mundo y miles de familias subsisten gracias al cultivo de su hoja. La guerra contra las drogas ha sido un fracaso. Posiblemente Colombia no logrará nunca una paz duradera si no se transforma la política internacional de las drogas.
Una fuente cercana a Naciones Unidas indica a Público que los retos en política de drogas van ligados precisamente a la promesa de Petro de complementar unos acuerdos de paz que ya contemplan cómo abordar el tema. "Gran parte del fracaso del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) es que se implementó en los territorios sin una reforma rural que lo acompañara, así que difícilmente podía tener éxito".
Otro reto es cómo enfrentar a los grandes capos y narcotraficantes que siguen siendo una amenaza a la seguridad y la estabilidad, particularmente los que están relacionados con las disidencias de la antigua guerrilla de las FARC y grupos paramilitares, como el Clan del Golfo. "A estos actores los puede combatir de de dos maneras, negociando con ellos o con una política de sometimiento", señala la misma fuente, que considera fundamental que Colombia pudiera influir en una solución mundial a la problemática de las drogas con apuestas como la liberación del consumo.
La paz en Colombia también pasa por la propuesta de Petro de transformar la Fuerza Pública y desmantelar el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), que recoge el clamor popular de las movilizaciones sociales fuertemente reprimidas durante el estallido social ocurrido justo ahora un año.
En su discurso de la victoria, el presidente electo mandó un mensaje muy claro en esa dirección, cuando invitó a subir a la tarima a la madre de Dylan Cruz, un joven asesinado por la policía en 2019 por la policía. "Darle la voz a una de las victimas más representativas de la violencia policial en Colombia mostró que una de las prioridades de Petro será reformar estructuralmente a la Policía, avanzar en el desmonte del ESMAD, regular el uso de la fuerza y restringir todo tipo de armamento de aparente letalidad reducida", afirma a Público Alejandro Lanz, codirector de Temblores, una ONG que documenta los casos de violencia policial en el país.
La herencia de Duque y la relación con EEUU
Petro recibirá el próximo 7 de agosto de manos de Iván Duque un país con más hambre, más violencia, más excluyente y más desigual que hace cuatro años. Así lo concluyó un informe presentado recientemente por las tres principales plataformas de derechos humanos que agrupan a 500 organizaciones sociales y que califican de calamitosa la gestión de un mandato donde se reactivó la guerra y se agudizó la crisis humanitaria en los territorios.
"El primer reto que tiene Petro es superar la crisis humanitaria profunda que se vive en un país con trece millones de personas que padecen hambre, con violaciones masivas de derechos humanos, el exterminio de liderazgos sociales, con masacres y aumento del desplazamiento", indica a Público Alberto Yepes, de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU), una de las plataformas que realizó el informe.
Establecer un nuevo tipo de relación con Estados Unidos será asimismo esencial para el futuro de Colombia, un país que ha sido el mayor aliado estratégico de Washington en Latinoamérica. Con el viraje a la izquierda por primera vez en su historia está por ver como serán ahora esos lazos y dependencias.
Lo cierto es que, tan solo dos días después de ser elegido presidente, Petro ya ha tenido un primer acercamiento con la Casa Blanca, mantuvo una conversación con el secretario de Estado, Antony Blinken, en la mañana del martes y con el mismo presidente Joe Biden, por la tarde.
En un comunicado emitido por el portavoz del Departamento de Estado Ned Price se revelaron detalles de esas llamadas telefónicas. Estados Unidos manifestó su apoyo total a la implementación de los Acuerdos de Paz firmados con las FARC en 2016, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos. Además dejaron claro que la estrategia antinarcóticos integrada de Estados Unidos y Colombia se alinea con el objetivo de Petro de disminuir la violencia rural, además de incidir en la necesidad de trabajar en la lucha contra el cambio climático.
El cambio de la matriz energética
Y es que la otra gran apuesta de Petro es hacer girar la economía alrededor de la vida y luchar firmemente en favor del medioambiente, para ello propone una necesaria transición energética que pase de una economía extractivista a una economía productiva. Los desafíos en este sentido son enormes y pasan por combatir la deforestación, la degradación de muchos territorios y la falta de acceso al agua por parte de muchas poblaciones.
Petro no firmará nuevos contratos de exploración petrolera
En ese camino de la transición energética, Petro ha propuesto no firmar nuevos contratos de exploración petrolera. Esto no significa frenar de inmediato la industria de los hidrocarburos, sino que este plan se llevará a cabo de forma paulatina. Colombia tiene 165 proyectos de exploración petrolera en curso que no se suspenderán y que, unidos a los de explotación ya productivos, deberían generar reservas para unos 15 años con el objetivo de cubrir el consumo interno.
"Suspender la exploración de hidrocarburos en Colombia es un primer paso hacia la transición energética que debe acompañarse de la suspensión del fracking, así como de los yacimientos no convencionales. De esta manera empezaría a avanzarse en la disminución de nuestra dependencia actual de los combustibles fósiles. Esto tomaría al menos unos 15 años. Es decir, este gobierno tendría que dejar las bases y las directrices de este proceso de transición energética", explica a Público Tatiana Roa, ingeniera y ambientalista de la organización Censat Agua Viva.
La transición energética también supondrá disminuir el consumo energético del país que si bien no es tan alto como el de países del norte, si requiere de transformaciones importantes en sectores como el transporte que utiliza gasolina y diésel. Petro quiere crear un sistema nacional de trenes para el transporte de mercancías y pasajeros.
Francia Márquez se refirió asimismo al cambio de modelo económico que supone el tránsito de una economía extractivista a una productiva. "En Colombia existen muchos potenciales productivos y uno es la producción agrícola. La agricultura será parte fundamental de ese nuevo camino para un desarrollo para la vida".
Está todavía por ver cuál será el equipo del que se rodeará Petro para afrontar todos estos retos y desafíos. Son muchos los nombres que suenan para ocupar los ministerios e instituciones claves de su Gobierno pero todavía no hay concreción. Se apunta a que muchos de esos puestos podrían estar ocupados por mujeres, inclusive el Ministerio de Defensa, una cartera muy sensible por las implicaciones que el Ejército y la Policía han tenido en la guerra sucia del Estado durante años y que no tienen en muy buena estima a Petro.
Francia Márquez ocupará el Ministerio de Igualdad
El único ministerio confirmado es el de la vicepresidenta electa, Francia Márquez, que ocupará el Ministerio de Igualdad, de nueva creación. Su tarea será garantizar los derechos a la gente que más han sufrido la guerra y la violencia, a los excluidos y marginados por décadas por el Estado. En definitiva, la difícil misión de generar condiciones de igualdad, oportunidades y llevar agua potable, acceso a la educación a la salud y a la vivienda para las poblaciones más desfavorecidas. Para "las nadie y los nadie" de Colombia.
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