"No voy a dimitir". Esta ha sido la frase que Luis Rubiales ha repetido hasta en cinco ocasiones durante la Asamblea Extraordinaria convocada este viernes por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Entre excusas y ataques hacia quienes han criticado el beso que le dio sin consentimiento a Jenni Hermoso, el presidente de la RFEF ha comunicado que no renunciará a su cargo.

Todo ello a pesar de que ya se han presentado más de madia docena de denuncias en su contra por un posible delito de violencia sexual y haber vulnerado la Ley del Deporte.

En concreto, hasta la fecha existen cuatro denuncias sobre la mesa de la Fiscalía que piden que se investigue a Rubiales, quien también acumula frentes abiertos con el Consejo Superior de Deportes (CSD) y la FIFA. También tiene en frente a la propia Hermoso que, mediante un comunicado de su sindicato Futpro, ha afirmado que espera que se tomen "medidas ejemplares".

Esta noticia, como ocurrió con las imágenes del beso forzado a la delantera mundialista, ha corrido como la pólvora y medios de todo el mundo se han hecho eco de la maniobra de Rubiales. Incluso cadenas como Šky News han interrumpido su programación para informar de ello.

En la misma línea, The Guardian ha publicado una información la que hablaba de un "desafiante Rubiales" que se niega a dimitir tras besar a una jugadora. Más contundente ha sido Le Monde, que se ha referido a la acción como una "agresión sexual contra Hermoso", así como Liberation, que no ha dudado en señalar la "retórica victimista" del canario. 

Otros han puesto el foco en los repetidos ataques de Rubiales al feminismo y a todos aquellos que han señalado su actitud machista. Así, Corriere della Sera ha destacado el "Me están asesinando pero no dimito. Voy a defenderme" que ha pronunciado el entrenador como si él hubiera sido el violentado.

Por su parte, Der Spiegel también ha escrito sobre el interés de Rubiales por aferrarse al sillón por encima de todo, al igual que la BBC y Bloomberg. La decisión del presidente de la Federación ha pillado por sorpresa a prácticamente la totalidad de quienes le han escuchado, pues este mismo jueves su equipo había comunicado su intención de dimitir.

Rubiales ha abandonado la sede de la RFEF con el visible apoyo de los que han decidido asistir, entre ellos, el seleccionador Jorge Vilda. Sin embargo, puede que ese respaldo no le sea suficiente para afianzarse el puesto a lo largo de los próximos días.