Este artículo se publicó hace 13 años.
Los partidarios de DSK aún creen en el poder de su líder
Un sondeo apunta que el 57% de los franceses opina que el director del FMI es víctima de un complot
No podía ser de otra manera: los sondeos empezaron a afluir masivamente ayer a la escena política francesa en defensa del ya exaspirante socialista a la Presidencia de Francia, Dominique Strauss-Kahn, más conocido en el país vecino como DSK. Como para enterrar el hecho simple y tozudo que es una imputación judicial por presunta violación y el inminente proceso del director general del FMI, esos sondeos intentaban demostrar que los franceses creen que DSK cayó en una trampa. Se trata, ante todo, de una señal más de que sus partidarios dentro del Partido Socialista (PS) quieren seguir manteniendo sus posiciones de fuerza.
La muy escuchada radio de información en continuo France Info machacaba ayer minuto tras minuto a los auditores con un sondeo del instituto CSA que era tajante: un 57% de los franceses estarían convencidos de que Strauss-Kahn fue víctima de un complot en su habitación del hotel Sofitel de Manhattan. Sólo un 32% opina lo contrario.
El instituto que ha realizado el sondeo pertenece a un socio de DSK y de Sarkozy
Así, según esa teoría del sondeo, los franceses no prestarían atención alguna a los indicios que va acumulando la Fiscalía de Nueva York y que han llevado a mantener a DSK en la cárcel.
El mismo instituto CSA se dedicó también ayer a intentar saber de antemano quién ganará la primera vuelta de las elecciones presidenciales, olvidando que tendrán lugar dentro de unos 12 meses. Según el CSA, el actual presidente Nicolas Sarkozy está seguro ahora, con DSK fuera de juego, de pasar a la segunda vuelta presidencial, frente a la ultra Marine Le Pen o frente a un candidato socialista.
Ver a prácticamente todos los medios de un país concentrados en una quiniela electoral de caballos ganadores y perdedores tiene varias explicaciones.
Dentro del Partido Socialista, Hollande es quien sale más beneficiado
Fuerza políticaLa primera de ellas es que este último sondeo, realizado por un instituto que ahora está dominado por el Grupo Bolloré socio tanto de Sarkozy como de DSK, no hace más que traducir una posición de fuerza política. Manteniendo políticamente vivo a DSK, los numerosos partidarios del líder social-liberal dentro del PS ejercen una puja. Señalan que quieren mantener su control del aparato y que no se venderán fácilmente al mejor postor socialista.
François Hollande, ex primer secretario del PS que políticamente se sitúa en el mismo espectro que DSK, es el político socialista que sale más beneficiado por la descalificación de su rival. Ya hizo anteayer un guiño a los strauss-kahnianos, porque Hollande está seguro de que puede obtener la nominación del PS y ser el candidato que derrote, en 2012, a Nicolas Sarkozy.
Pero ese guiño quedó sin respuesta. Los seguidores de DSK podrían estar mirando en otra dirección. Según el diario Libération, la actual primera secretaria, Martine Aubry, pese a ser representante de un socialismo a menudo juzgado demasiado "a la antigua", podría finalmente ser la beneficiaria del apoyo de esa inmensa, tupida, densa y poderosa red de poder.
Según Libération, que cita a un dirigente socialista anónimo, Aubry "cumplió su palabra al no declararse candidata. Los partidarios de Dominique Strauss-Kahn se lo agradecerán. Además, les domina más el sentimiento anti-François Hollande que el sentimiento de ser el ala derecha del partido".
Sin el respaldo de la genteJean-Christophe Cambadelis, Pierre Moscovici, Jean-Marie Le Guen... Todos los strausskahnianos son desconocidos o casi desconocidos por el público. Cuando un periodista charla un rato con ellos, la sensación es la de una auténtica falta de pasión en el combate político, y de una autosuficiencia infinita. Saber cómo esta casta de strauss-kahnianos logró más del 20% de votos de los militantes en las primarias de 2006, cómo han conseguido el control de en torno al 30% de las instancias,y cómo estaba montando una serie de clubs DSK de aspecto simpático por el país, sería un auténtico viaje al centro de la degeneración del socialismo francés.
Pero la clave no es que controlen esas porciones del partido: al fin y al cabo minoritarios. Lo clave es que, sin ellos, ninguna victoria electoral del PS, en su configuración actual, será posible en 2012. Algo que devuelve a la problemática de los sondeos: vía sus contactos con el mundo de los negocios y de la alta finanza, DSK tiene (o tenía, hasta ahora) las llaves de los sondeos aduladores y el control de la agenda de muchos medios. A Martine Aubry le corresponderá ahora ver qué hace con ese capital. Y con los seguidores de un hombre que ellos ya veían en el Palacio del Elíseo en 2012.
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