Este artículo se publicó hace 3 años.
El movimiento #MeToo en la industria del porno en Francia que ha impulsado dos investigaciones policiales por violación
En los últimos meses ochos personas, entre ellas cuatro actores y dos productores, han sido imputadas por violación en los rodajes, proxenetismo agravado y trata de seres humanos.
Madrid--Actualizado a
Por primera vez en Francia, cuatro actores porno han sido imputados por violación durante los rodajes. Durante la investigación, la Policía pudo identificar al menos a 50 víctimas. En los últimos meses han aumentado las denuncias de mujeres que han impulsado un movimiento #MeToo en la industria pornográfica francesa.
La investigación contra los actores comenzó hace un año y llevó a la imputación en octubre de 2020 de otras cuatro personas, entre ellas dos productores, por proxenetismo agravado y trata de seres humanos. Hasta 30 mujeres presentaron denuncias ante la Policía donde describían una cultura de violencia sexual en el sector.
Los agentes de la sección de Investigación de París habían detectado en vídeos de la web pornográfica que da nombre al caso, Frenck Bukkake, que las actrices no siempre habían dado su consentimiento antes del rodaje para efectuar ciertas prácticas y que fueron forzadas a realizarlas.
Antes de la imputación, mucho antes, viendo que la Policía no tomaba en serio sus denuncias, las víctimas comenzaron un movimiento en redes sociales para dar a conocer los abusos sufridos. Bajo hashtags como #DoublePeine, que recogía testimonios de víctimas de violencia sexual y su calvario al acudir a la comisaría, empezaron a difundirse decenas, cientos, de relatos sobre agresiones también en el ámbito del porno.
La investigación que ha llevado a la imputación de ocho personas "ha dejado al descubierto cómo se organiza la industria criminal del porno: una vasta red de proxenetismo y trata de personas, sometiendo a las mujeres a la prostitución, violación y actos de tortura", destaca la asociación Mouvement du Nid, según recoge France 24.
La organización, que hace campaña por la abolición de la prostitución, denunció junto a otras dos ONG feministas un caso de abuso en un vídeo publicado en otra popular web porno francesa. En julio de 2020 se inició otra investigación policial por "violación" y "proxenetismo". En este caso, derivó en que los dueños de la página anunciaran que elaborarían una carta para establecer parámetros éticos en la industria del porno francesa.
Las organizaciones han criticado la carta, que consideran que no es más que una campaña de los magnates del porno para tratar de limpiar su imagen. Pero valoran que gracias a las denuncias se haya provocado una reacción. "Estamos al inicio de un #MeToo de la pornografía", defendía Céline Piques, de la asociación Osez le féminisme!, en declaraciones a AFP.
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