Milei ganaría por un punto a Massa e irían a una segunda vuelta en Argentina

El ultraderechista Javier Milei podría ser el vencedor de las elecciones de Argentina que se celebrarán dentro de un mes. No obstante, los resultados estarían muy ajustados, según una encuesta del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), que le otorga un 33,2% de los votos mientras que su oponente, Sergio Massa, se situaría tan solo un punto por debajo, con un 32,2%. 

A no demasiada distancia, con un 28,1%, se encontraría Patricia Bullrich. Con estos datos, muy similares a los de las primarias en las que venció Milei, sería necesario acudir a una segunda vuelta de los comicios del país. 

Puntos débiles de los candidatos

La encuesta de CELAG, realizada en septiembre a más de 2.500 personas por todo Argentina, concluye que un 80% de los ciudadanos repetirá el voto que metió en la urna en las primarias, frente a un 15,9% de indecisos y un pequeño grupo que cambiaría su papeleta, un 2,6%.

Las debilidades de los candidatos es otra de las preguntas a las que responde el estudio. A Milei, del partido La Libertad Avanza (LLA), un 30,4% sostiene que se caracteriza por su violencia; un 21,2% lo califica de vago o poco dispuesto a esforzarse y el 19,7% lo tilda de machista. Además, un 58% de las personas preguntadas lo ve como inestable, frente a un 37,7% que cree que es una persona auténtica y valiente.

En cuanto a Massa, del Frente Renovador, un 32,7% cree que el fracaso es su mayor debilidad; un 23,7% apunta a la desconfianza, y un 19,1%, a la mentira. Por último, un 30,4% identifica a la candidata de Propuesta Republicada, Patricia Bullrich, con la represión; para un 27,7% es sinónimo de mala gestión y un 15,8% la define como "mafia".

A la pregunta sobre el modo en que considera a la clase política, un 37,2% considera que los candidatos forman parte de una casta y sostiene que sería mejor que gobernara "la gente común", frente a una mayoría de encuestados, el 60%, que no está de acuerdo con ello y opina que tan solo existen buenos y malos políticos, como ocurre en cualquier otro ámbito social.