Este artículo se publicó hace 12 años.
Homs, la llave del futuro del régimen
La batalla que se libra en la tercera ciudad siria podría rubricar el fin del poder de Al Asad
Transcurridos nueve días desde el inicio de la ofensiva artillera contra Homs, el régimen del presidente Bashar al Asad parece ser muy consciente de que la batalla que estálibrando con los rebeldes en la tercera ciudad más poblada de Siria es decisiva para su ya comprometido futuro, de ahí que día tras día esté bombardeando casi sin descanso los barrios que controlan los rebeldes desde hace meses.
La intensidad de los bombardeos ha causado más de 400 muertos en la última semana, según activistas de la oposición, pero no ha aplastado la insurrección. Los rebeldes son en gran parte desertores que cuentan con armas del propio Ejército, y esto expli-ca que los militares leales al régimen sirio se limiten a bombardear los barrios rebeldes, lo que está causando muchas bajas civiles, sin atreverse a enviar la infantería.
Sólo en la última semana han muerto 400 personas, según la oposición
Los rebeldes dominan varios barrios de Homs desde septiembre y, durante todo estetiempo, las tropas de Al Asad no han conseguido echarlos fuera. La pasividad de los primeros meses ha dado paso a los bombardeos de los últimos días, que en principio no han conseguido el efecto deseado y parece difícil que lo consigan si no se produce una peligrosa intervención terrestre.
Los bombardeos sistemáticos de Baba Amro y otros barrios de Homs con la artillería y los tanques hace que sea imposible para la población civil abandonar sus domicilios. Ayer, sin embargo, algunas familias pudieron salir de sus casas con algunos enseres aprovechando las horas de tregua que no se habían dado en los días anteriores.
Activistas de la oposición dijeron que el sábado murieron 31 personas en todo Homs y ayer cuatro personas en el barrio de Baba Amro, donde siguieron cayendo las bombas después de una tregua de varias horas. Al menos 34 bombas se contabilizaron allí hasta primera hora de la tarde, y la electricidad y el teléfono funcionaron en algunos barrios de Homs después de no haberlo hecho en los últimos días.
En los medios occidentales se ignora el peso de la religión en este país
Violencia sectariaLa población de Homs es mayoritariamente suní, aunque dos barrios son de mayoría alauí. Las relaciones entre estasdos comunidades no han sido muy buenas históricamente y los suníes están resentidos contra el régimen, liderado por un alauí: el propio Al Asad. Ello no es óbice para que el presidente se haya rodeado de suníes en el Gobierno y en los puestos clave del régimen.
El resentimiento de los suníes se ve agravado además por la circunstancia de que los alauíes son chiíes y los suníes sienten una profunda animadversión hacia ellos. Los suníes cuentan con el apoyo de Arabia Saudí y otros países de la misma confesión, que constituyen casi el 90% de los musulmanes, mientras que los alauíes cuentan con el apoyo de Irán, que es de mayoría chií. En cierta manera, el conflicto en Siria tiene bastante de sectario, aunque tanto unos como otros lo nieguen.
Otro poderoso elemento latente que hay que tener muy presente es la fuerza de la religión, que a menudo se ignora, tanto en las capitales europeas como en los medios occidentales, como se ignoró en Egipto hasta que los resultados electorales dieron a los Hermanos Musulmanes y a los salafistas el 70% de los votos.
Es cierto que algunos líderes rebeldes sirios son laicos, pero no es correcto obviar que, como ocurrió en Egipto, los laicos constituyen una escueta minoría, aunque ocupen más espacio en los medios de comunicación occidentales. También es interesante observar que los Hermanos Musulmanes sirios, históricamente muy poderosos, hayan pasado a una segunda fila durante la revolución, tal vez con la intención de que esta cuente con el máximo apoyo posible del exterior.
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