La familia de Pablo González denuncia la opacidad del caso del periodista 500 días después de que fuera detenido en Polonia
El ánimo del periodista preso en Polonia se está resintiendo por las condiciones extremas en las que vive en prisión y por la incertidumbre de no saber cuándo va a tener un juicio justo.
En la madrugada del 28 de febrero de 2022, hace ahora 500 días, agentes de la Agencia de Seguridad Interna de Polonia (ABW por sus siglas en polaco) se presentaron en el hotel en el que se alojaba el periodista español Pablo González en la localidad de Przemysl, cerca de la frontera con Ucrania, y lo detuvieron.
El reportero, que tiene pasaporte español y ruso por razones familiares, cubría en aquellos días para varios medios de comunicación españoles, entre ellos laSexta y Público, la crisis migratoria provocada por la invasión rusa de Ucrania, que se habría producido tan solo unos días antes.
Las autoridades polacas tardaron varias jornadas en confirmar oficialmente que a González se le acusaba de espionaje. En concreto, Stanisław Żaryn, portavoz del ministro-coordinador de Servicios Especiales de Polonia, declaró que al periodista se le imputaba el delito de realizar actividades de inteligencia para Rusia en contra del estado polaco.
Desde aquel momento, nadie ha sido capaz de explicar qué cargos concretos o qué pruebas se han obtenido en contra de Pablo González. De hecho, Oihana Goiriena, 500 días después de que el padre de sus hijos fuera detenido, ha vuelto a insistir en que en todo este tiempo sólo han recibido "vaguedades sobre la posibilidad de que sea un espía y que pesan acusaciones graves sobre él, que a estas alturas, ni siquiera sus abogados conocen".
La impotencia de la familia y amigos se maximiza día a día porque pasa el tiempo y nadie ofrece información sobre el caso. Cuando Pablo González fue detenido se le decretaron tres meses de prisión provisional y desde entonces su permanencia en la cárcel se ha prolongado hasta en cinco ocasiones, la última el pasado mes de mayo. Una decisión judicial que se ha venido repitiendo sin ofrecer información o detalles nuevos sobre el caso.
"Continuamos con la misma opacidad, con los mismos interrogantes y con una certeza: se están vulnerando los derechos de Pablo González", ha asegurado Goiriena en un vídeo. Ella es la única persona que ha podido visitar en dos ocasiones al periodista en la cárcel. En estos encuentros Goiriena ha podido comprobar que González "ha perdido mucho peso y, aunque es fuerte, su ánimo se está resintiendo con las condiciones extremas y la incertidumbre de no saber cuándo va a tener un juicio justo ni cuándo va a poder volver a abrazar a sus hijos, su familia, sus amigos".
En la última visita a la cárcel, a Goiriena le acompañaron su hijo mayor y la madre de Pablo González. En aquel momento, el periodista expresó su malestar por las palabras del ministro de Asuntos Exteriores y número cinco del PSOE por Madrid para las próximas elecciones generales, José Manuel Albares. Según la madre de sus hijos, el reportero "está muy molesto con las manifestaciones públicas del ministro de Exteriores en las que dijo que los hechos son «graves y muy serios». Parece ser que el ministro tiene más datos que Pablo y sus abogados y, como dice Pablo, lo más grave y serio es la indefensión en la que se encuentra".
De hecho, su familia reclama el apoyo internacional para que la justicia polaca celebre cuanto antes un juicio y explique las pruebas que tiene contra el periodista. "Quiero hacer un llamamiento a la comunidad internacional, a los gobiernos, a las organizaciones de derechos humanos y a todos aquellos que tienen el poder de influir en esta situación: les instó a que presionen a las autoridades polacas y les exijan que respeten sus derechos y los principios fundamentales de la justicia", ha exigido Goiriena.
El próximo 22 de agosto la justicia polaca deberá revisar la situación penitenciaria de Pablo González y decidir si prolonga una vez más la prisión provisional del periodista. Según fuentes del entorno del reportero, esta decisión judicial se va a ver afectada por la situación política de Polonia que tiene que celebrar elecciones en otoño.
Desde 2015 gobierna con mayoría absoluta en Polonia el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS por sus siglas en polaco), aunque por primera vez la formación se encuentra contra las cuerdas y no está claro que pueda seguir gobernando el país.
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