Este artículo se publicó hace 5 años.
Desconvocan la huelga de transportistas que ha causado una crisis energética en Portugal
El Gobierno luso avisa que la vuelta a la normalidad no será "inmediata" porque hay gasolineras que están completamente sin combustible.
Lisboa-
La huelga de conductores de camiones cisterna en Portugal se ha desconvocado tras un acuerdo para volver a las negociaciones sobre subidas salariales y mejora de las condiciones laborales, según dijo el Gobierno el jueves, con lo que se pone fin a una grave alerta energética en el país.
El ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, hizo el anuncio después de tres días de huelga que llevaron al Gobierno a declarar una crisis energética, obligaron a los vehículos a hacer colas durante horas en las estaciones de servicio y situaron las reservas de combustible de los aeropuertos en niveles críticamente bajos.
Santos dijo en una conferencia de prensa que el acuerdo para poner fin a la huelga y volver a las negociaciones se había alcanzado en conversaciones entre el Gobierno, la patronal y el sindicato que representa a los conductores en huelga. La reunión se prolongó hasta las primeras horas de la mañana del jueves.
"La huelga acabó, no hay ningún obstáculo a que la normalidad vuelva", aseguró el ministro, que recordó que no será "inmediato" porque hay gasolineras que están completamente sin combustible.
Las gasolineras fueron escenario de colas de varias horas durante dos días, en las que los conductores se lanzaron a repostar ante la incertidumbre de cuánto podría durar la huelga, que afectó al arranque de las vacaciones de Semana Santa.
Alrededor del mediodía del miércoles, más de 2.700 del total de 3.068 estaciones disponibles presentaban falta de gasóleo, gasolina o ambos.
La paralización afectó a conductores, aeropuertos, taxistas e incluso autobuses de transporte público, que durante el miércoles tuvieron que cancelar líneas ante la falta de carburante.
El paro también afectó a los aeropuertos de Lisboa y Faro (sur) y llevó a más de 30 aviones portugueses a parar en el aeropuerto español de Sevilla para cargar combustible.
El Gobierno del socialista António Costa estableció servicios mínimos, entre los que se incluía un abastecimiento normal para hospitales, bases aéreas, bomberos, puertos y aeropuertos y un 40% en las gasolineras (inicialmente sólo en Lisboa y Oporto, aunque la pasada madrugada fue ampliado a todo el país).
El Ejecutivo llegó incluso a limitar a 15 litros por persona cada abastecimiento de carburante en las estaciones de servicio.
Con la huelga, que fue convocada por tiempo indefinido, los transportistas de mercancías peligrosas exigían que se crease una categoría profesional específica para estos trabajadores y mejorar así sus condiciones salariales.
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