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Al menos 492 muertos y 1.600 heridos por los bombardeos israelíes contra el sur del Líbano

Es el mayor número de víctimas mortales en el país por las bombas de Israel desde hace casi veinte años.

El humo se eleva tras un ataque aéreo israelí que tuvo como objetivo una aldea libanesa, visto desde la Alta Galilea, en el norte de Israel, el 23 de septiembre de 2024.
El humo se eleva tras un ataque aéreo israelí que tuvo como objetivo una aldea libanesa, visto desde la Alta Galilea, en el norte de Israel, el 23 de septiembre de 2024. EFE/EPA/ATEF SAFADI

Al menos 492 personas han muerto y al menos otras 1.600 han resultado heridas por los bombardeos israelíes lanzados este lunes por la mañana sobre el sur del Líbano, según informó el ministro libanés de Salud Pública, Firas Abiad. Se trata del número de víctimas mortales en Líbano desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. Entre las víctimas mortales hay al menos 35 niños y niñas.

Entre los heridos se encuentran niños, mujeres y personal sanitario, ha confirmado también el Ministerio de Salud Pública del Líbano en un comunicado.

A casi un año de los enfrentamientos entre Israel e Hizbulá, el conflicto se sitúa en un punto crítico que oscila entre una nueva escalada y la posibilidad de desencadenar una guerra abierta.

Desde su inicio, el 8 de octubre de 2023, los enfrentamientos han experimentado ciclos de intensificación, el más reciente este verano, cuando Israel acusó a Hizbulá de un ataque mortal en los Altos del Golán ocupados. En respuesta, el ejército israelí ejecutó al alto comandante del grupo, Fuad Shukr, en un ataque de represalia.

La reacción de Hizbulá a finales de agosto llevó a muchos a considerar que la grave crisis del verano había llegado a su fin. "Desafortunadamente, la amenaza persiste y los bombardeos y la destrucción diaria continúan, pero creo que hemos evitado lo peor", señaló el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante una visita a Beirut, apenas cinco días antes de que el pasado martes la violencia diera un nuevo giro inesperado.

Tres grandes ataques

La relativa calma que había vuelto al frente fronterizo se interrumpió abruptamente el martes pasado, cuando miles de buscapersonas, en poder de miembros de Hizbulá, detonaron simultáneamente en varios bastiones del grupo, ubicados en el sur del país, el Valle de la Bekaa en el este, y los suburbios del sur de Beirut.

Una segunda serie de explosiones afectó numerosos dispositivos de comunicación por radio, dejando 37 muertos y más de 2.900 heridos

Solo 24 horas después, una segunda serie de explosiones afectó numerosos dispositivos de comunicación por radio, dejando 37 muertos y más de 2.900 heridos. Ambas acciones, que también afectaron a civiles, han sido atribuidas al Estado judío.

Mientras Hizbulá seguía prometiendo una respuesta a estos ataques sin precedentes, el viernes un bombardeo israelí derribó dos edificios residenciales en las afueras de la capital, causando la muerte de al menos 45 personas. Entre las víctimas se encontraban varios miembros de la organización y dos altos mandos de su cuerpo de élite.

"Un ajuste de cuentas abierto"

Ambos bandos han reconocido que el conflicto ha escalado a una nueva etapa de mayor intensidad. El número dos de Hizbulá, Naim Qassem, calificó esta fase como "un ajuste de cuentas abierto", subrayando el endurecimiento de la confrontación.

Por su parte, Israel ha reafirmado su intención de seguir atacando con contundencia a Hizbulá hasta asegurar el retorno de 60.000 desplazados de las zonas fronterizas. Así lo reiteró el domingo el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien dejó claro que harán "todo lo que sea necesario" para alcanzar este objetivo.

En los últimos tres días, Israel ha cambiado su estrategia, abandonando los ataques selectivos para llevar a cabo campañas de bombardeos masivos. Entre estas, destaca la operación del sábado, que alcanzó 290 "objetivos" en el sur del Líbano, y la de este lunes, que ya ha dejado más de medio centenar de muertos.

Hizbulá, contra las cuerdas

Por su parte, Hizbulá intensificó las confrontaciones el domingo, lanzando alrededor de 150 cohetes, misiles de crucero y drones, que por primera vez alcanzaron el distrito de Haifa, situado a unos 50 kilómetros de la frontera con el Líbano, según informó el Ejército israelí.

No obstante, los expertos coinciden en que Hizbulá, que afirma disponer de misiles con alcance para llegar al extremo sur de Israel, está actuando con notable contención a pesar de los severos golpes recibidos la semana pasada.

Hizbulá ha dejado claro en todo momento que no busca la guerra y que detendrá su apoyo cuando se termine el conflicto en Gaza. Sin embargo, Israel ha optado por no mantener el statu quo en su frontera norte y estaría intentando forzar una rendición.

Por el momento, Hizbulá mantiene su postura de lucha, intentando evitar ataques de gran envergadura que pudieran ofrecer a Israel una justificación para declarar una guerra abierta. "No nos iremos del campo (de batalla) excepto con la victoria. No nos dejaremos intimidar por las amenazas y estamos preparados para enfrentarnos a todas las posibilidades militares", zanjó el domingo el número dos del movimiento. 

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