Público
Público

Los buzos también buscan al presidente de Morgan Stanley, otro de los desaparecidos en el naufragio del velero en Sicilia

Además de Jonathan Bloomer, todavía no ha sido localizado el cuerpo del empresario tecnológico británico Mike Lynch.

Los buzos que buscan a los seis desaparecidos en el naufragio del velero en Sicilia.
Los buzos que buscan a los seis desaparecidos en el naufragio del velero en Sicilia. EFE

El presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, se encuentra entre los seis desaparecidos (dos estadounidenses y cuatro británicos) en el naufragio del yate de lujo Bayesian frente a la costa de Sicilia en la madrugada del lunes.

Las autoridades han confirmado que además de Jonathan Bloomer, siguen desaparecidos el empresario tecnológico británico Mike LynchChris Morvillo, socio del bufete Clifford Chance, y su esposa, Nada. Tampoco han sido encontrados los cuerpos de la mujer de Mike Lynch, Judy, y de su hija, Hannah, de 18 años.

Jonathan Bloomer, de 70 años, es amigo de Lynch y fue testigo de la defensa en la larga batalla legal con Hewlett Packard.

El banquero ha trabajado en la industria financiera durante cinco décadas, desempeñándose como presidente del negocio europeo de Morgan Stanley desde 2018 y fue nombrado presidente de la junta directiva de la aseguradora británica Hiscox el año pasado.

De los 12 invitados y 10 tripulantes que se encontraban en el velero, al menos una persona, identificada como el cocinero de la embarcación, murió después de que un tornado azotara el barco cerca de Porticello, mientras que en las operaciones de búsqueda y rescate se han rescatado a 15 personas.

Mike Lynch, conocido como el Bill Gates británico, y su familia estaban a bordo del Bayesian con un pequeño grupo de sus asesores financieros y legales celebrando la reciente absolución del magnate de los cargos de fraude cuando el velero fue azotado por la violenta tormenta.

Una búsqueda dificultosa

Los buzos que participan en la búsqueda se enfrentan a grandes dificultades, parecidas a las que se vivieron en el crucero Concordia, que se hundió parcialmente en 2012, pues deben descender a unos 50 metros de profundidad en el tramo de mar frente a Porticello.

"Las fases de búsqueda implican la intervención de dos buzos a la vez, que sólo pueden permanecer sumergidos a esa profundidad durante una docena de minutos, incluidos dos minutos para alcanzar la zona y volver a salir a la superficie. Así que en realidad tienen 10 minutos por inmersión para actuar", explicó a los medios italianos Luca Cari, jefe de comunicaciones de emergencia de la comandancia general de los bomberos.

Cari apunta que se trata de un escenario que recuerda "un Concordia en pequeño", pues "es difícil avanzar por los obstáculos y los espacios muy reducidos". Por el momento, consiguieron entrar en el puente de mando, "que está lleno de cables eléctricos".

El objetivo ahora es retirar un grueso cristal para acceder a una nueva zona de búsqueda, mientras que no se ha podido aún inspeccionar o mirar en el interior de los camarotes, donde se cree que han quedado atrapados los desaparecidos.

Fuertes ráfagas de viento

Los turistas dormían en sus camarotes cuando la tromba marina golpeó el yate y el mástil del velero, de 75 metros de altura, se rompió. Entonces, las fuertes ráfagas de viento empujaron el velero a inclinarse hacia un lado y finalmente se hundió.

La Guardia costera intervino tras el hundimiento del velero, que llevaba a 22 personas a bordo (10 tripulantes y 12 pasajeros), y pudo rescatar a 15 de ellas, que lograron subir a cubierta y cayeron al agua.

Mientras, los buzos recuperaron este lunes el cuerpo de un miembro de la tripulación, el cocinero Ricardo Tomas, de nacionalidad francesa.

Las personas rescatadas fueron atendidas y luego acogidas en un hotel de Santa Flavia, donde llegarán también en breve Sophie, la niña de un año, y su madre Charlotte Golunski, de 35 años, que se espera que serán dadas de alta pronto, mientras que el marido aún se encuentra hospitalizado.

La mujer de Mike Lynch sobrevivió al naufragio

Entre los náufragos que han sido hospedados en el hotel siciliano también se encuentra la esposa de Mike Lynch, Angela Bacares, que se encuentra en silla de ruedas por los cortes que sufrió en los pies.

Bacares ha contado a los médicos que a las 4 de la madrugada el barco se inclinó. Ella y su marido se despertaron y, entonces, subió para ver qué pasaba y todo empezó a escorar, segúnel diario La Repubblica.

Investigación sobre el naufragio

La fiscalía de la cercana localidad de Termini Imerese ha abierto una investigación sobre el incidente, mientras que la Subdivisión de Investigación de Accidentes Marítimos de Reino Unido ha confirmado que cuatro inspectores han sido enviados a Sicilia para llevar a cabo una "evaluación preliminar".

Un experto que se encontraba en el lugar de la catástrofe y que no quiso dar su nombre declaró que uno de los primeros puntos en los que se centraría la investigación es si la tripulación del yate había tenido tiempo de cerrar las escotillas de acceso a la embarcación antes de que se desatara la tormenta.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Internacional