La alianza en el poder en Sri Lanka vence en las urnas

Con la seguridad de la mayoría que le atribuyen los primeros resultados oficiales de las elecciones del jueves en Sri Lanka las primeras tras el fin de la guerra civil el presidente ceilanés, Mahinda Rajapaksa, se reunió anoche con sus asesores para formar Gobierno, incluso antes de que se conociera el dictado final de las urnas.

Tanta confianza se debe a que los datos conocidos ayer conceden a la gobernante Alianza para la Libertad del Pueblo Unido (UPFA) 117 de los 225 escaños en liza. Unas cifras que están muy cerca de la mayoría absoluta que Rajapaksa había reclamado a sus votantes. "Esto es el triunfo de la democracia. Se trata de una reafirmación clara de la confianza que los electores han depositado en mí", afirmó ufano el presidente del país.

La dividida oposición obtuvo sólo 46 escaños, un magro resultado al que no fue ajena la situación de su líder, el ex jefe de las Fuerzas Armadas Sarath Fonseka, que está bajo custodia militar a la espera de ser juzgado por dos tribunales marciales. Tampoco contribuyó la bajísima participación en las zonas de predominio de la etnia tamil.

La apatía también ha penalizado a la oposición. Tan sólo entre un 50% y un 55% del electorado votó, frente al 75% que depositó su papeleta en los comicios presidenciales de enero. "El voto opositor claramente no acudió a las urnas", señaló a Público Paikiasothy Saravanamuttu, director del Centro de Políticas Alternativas en Colombo. Los observadores denunciaron además que se impidió votar a muchos tamiles desplazados por la guerra.

En estas condiciones tan favorables, Rajapaksa revalidó con facilidad el triunfo obtenido en las presidenciales de enero. Ya entonces, el presidente ceilanés había dejado clara su determinación de capitalizar la derrota sobre la guerrilla de los Tigres Tamiles (LTTE) el pasado mayo tras más de 25 años de guerra civil.