La agitación en el campo europeo continúa a pesar de las negociaciones y ciertas promesas y concesiones a los agricultores por parte de diferentes gobiernos europeos. Tras la semana álgida de protestas y bloqueos de carreteras por parte de los campesinos y ganaderos franceses, la movilización ha dado un respiro con las medidas anunciadas por el joven y recién llegado al cargo Gabriel Attal, primer ministro galo.

Las principales organizaciones agrarias desconvocaron las protestas a la espera de ver cómo avanzan las cosas, pero la llama sigue prendida en Bélgica, Grecia o Italia, donde las movilizaciones brotaron debido a los bajos precios de venta que imponen las grandes superficies y las exigencias de la política agraria común (PAC) en materia medioambiental que, sin embargo, no se exigen a los productos de países extracomunitarios que inundan el mercado europeo.

Los argumentos del campo europeo son similares en todos los países y cuentan con el apoyo de la ultraderecha, de la que toman determinadas consignas como la crítica a un exceso de burocracia, las regulaciones medioambientales abusivas y la necesidad de medidas proteccionistas frente a productos de fuera de la UE contra los que no pueden competir por culpa de las regulaciones europeas. Todo ello pocos meses antes de una elecciones europeas que pueden cambiar la composición de las instituciones comunitarias. 

Bloqueos a supermercados como Aldi o Lidl

Los agricultores y ganaderos belgas mantienen su empuje tras una agitada semana en la que han bloqueado puertos y centros logísticos de alimentos de grandes cadenas de supermercados como Aldi, Lidl, Intermarché y Delhaize. El cerco logístico se mantiene este sábado y ya ha provocado la escasez o la ausencia de determinados productos.

Los supermercados, que amenazan con acciones legales contra los campesinos, han anunciado conversaciones con los manifestantes para intentar levantar los bloqueos. Los cortes se mantienen en tres centros de distribución de Aldi en las regiones de Flandes y Valonia, mientras que la cadena Intermarché informó que dos de sus almacenes en Bélgica siguen aislados. Lidl ha perdido por el momento un centro de distribución en Flandes, donde los concentrados solo dejan salir a un camión cada hora, y con la condición de que transporte productos belgas, según informó la prensa local.

Sin embargo, los manifestantes han puesto fin al bloqueo en el puerto Zeebrugge, en la ciudad de Brujas, uno de los más importantes de Bélgica, cuyos accesos estaban cortados desde el martes, dejando atrapados a unos 2.000 camiones.

El punto álgido de la movilización tuvo lugar este jueves con una concentración de más de 1.300 tractores que bloquearon el barrio europeo de Bruselas, coincidiendo con la celebración de una cumbre de presidentes y primeros ministros de la UE. Varios agricultores también se concentraron frente a los accesos del Parlamento Europeo, lanzaron objetos al cordón policial, derribaron una estatua y prendieron hogueras.

Tractores en Salónica

En Grecia, miles de agricultores de todo el país han clamado este sábado en el centro de Salónica, la segunda ciudad más grande, para pedir más ayudas, exenciones fiscales al combustible y revisar la Política Agraria Común de la Unión Europea.

Ha sido la jornada más multitudinaria desde que los campesinos empezaron sus protestas hace más de una semana. Y llega justo al día siguiente de que el Gobierno conservador anunciara un nuevo paquete de ayudas para el sector primario.

Las organizaciones agrícolas lo han tachado de "insuficiente" y han congregado a varios miles de agricultores, apicultores y ganaderos en una marcha que ha irrumpido en el recinto de la feria agrícola Agrotica, que desde el viernes tiene bloqueadas sus entradas por más de 300 tractores.

Una de sus principales demandas es que se desembolsen ya las indemnizaciones por las inundaciones en Grecia central, donde se encuentra el mayor campo de cultivo del país. Además, piden la revisión de la Política Agraria Común que, según denuncian, ha reducido considerablemente sus ingresos, así como la compensación por la pérdida de beneficios debido a los elevados precios de productos necesarios para el campo.

El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, anunció el viernes que el Gobierno devolverá en 2024 –como hizo también en 2023– el importe de un impuesto especial al diésel a unos 300.000 agricultores. Antes había anunciado el aumento desde los 2.000 euros actuales hasta un máximo de 10.000 euros de las ayudas a cada productor en Grecia central.

No obstante, los agricultores señalan que, tras las inundaciones que acabaron con sus cosechas, sus necesidades son urgentes y denuncian que muchos de ellos no han visto todavía ni un solo euro de las indemnizaciones prometidas por el Estado. Este martes se celebrará en la ciudad de Larisa (centro) una reunión de asociaciones agrícolas de todo el país, en la que los campesinos y ganaderos determinarán sus pasos a dar.

Los tractores italianos apuntan hacia Roma

Por su parte, los agricultores italianos han sacado sus tractores en varias ciudades del país y han bloqueado en algunos casos las autopistas. En el horizonte se dibuja una manifestación amplia a nivel nacional en Roma.

"Nos habéis quitado todo, al menos dejadnos comer", decía una de las pancartas junto a los tractores que han cortado la salida de la autopista de Orte, en la región central del Lacio. Con 200 tractores desplazados al lugar, aseguraron que no iban a bloquear la autopista, pero admitieron que su presencia a la salida de Orte está causando problemas en el tráfico debido a la gran afluencia.

Danilo Calvani, líder de los agricultores de Roma, explicó que el lunes, después de una reunión con la Policía se darán a conocer los detalles sobre la manifestación que marchará hacia la capital, pero aseguró que "no será como la de Bruselas", en referencia a los altercados.

"Las políticas verdes de Europa son devastadoras para nuestro sector. No tanto como un concepto interno, sino como políticas que nos impiden producir. Y no detienen el libre mercado que trae productos a Europa", agregó Calvani.

De Reggio Calabria a Milán, los campesinos siguen movilizados, entre otras cosas, por el aumento de los costes de producción. Exigen que continúe el descuento estatal para gasóleo más allá de 2026, mientras pesa el hecho de que la exención del algunos impuestos sobre la tierra no se hayan ampliado.

Algunos medios italianos adelantan que en los próximos días, el Gobierno –coalición de las ultraderechistas Hermanos de Italia y La Lega– puede evaluar la decisión tomada en la ley de Presupuestos de no prorrogar la exención de algunos impuestos sobre la propiedad y los ingresos agrícolas de la tierra.

El malestar se ha extendido a Portugal y, incluso, en España se han producido reuniones entre las organizaciones y el Ministerio de Agricultura que, por el momento,  no ha servido para desconvocar las protestas que se han anunciado.