Este artículo se publicó hace 6 años.
Las monedas locales se alían con el comercio de proximidad
Por El Quinze
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Gramas y Recs son todavía poco conocidas, pero estas monedas locales complementarias al euro están llamadas a ser el salvavidas del comercio de proximidad. Su misión es clara: que los vecinos compren en su barrio en lugar de hacerlo en las grandes superficies. En Santa Coloma de Gramenet ya hay 600 personas que usan la Grama para hacer sus compras. Y en Barcelona el Rec funciona desde hace meses en los barrios del Eix Besòs, donde el propio Ayuntamiento reconoce que el comercio local y tradicional tiene serios problemas de supervivencia.
La moneda colomense nació en enero de 2017 y desde entonces el Consistorio ha inyectado 600.000 Gramas en el mercado. Este importe corresponde a parte del pago de las subvenciones que la Administración local realiza a entidades y asociaciones de comerciantes, cultura y deportes. El Ayuntamiento, de hecho, fue pionero al canalizar el gasto público con una moneda propia. En la actualidad, el objetivo a corto plazo es facilitar a los ciudadanos el pago en Gramas de manera particular.
Esto es lo que ya está poniendo en práctica Barcelona con el Rec, la moneda ciudadana que vio la luz en octubre a través de una prueba piloto, tras el éxito de su homóloga colomense. A día de hoy, 488 personas utilizan el Rec –las siglas de Recurso Económico Ciudadano– para compras cotidianas en alguno de los 172 comercios que se han adherido a la iniciativa. De estos usuarios, 471 forman parte del proyecto B-Mincome, a través del que reciben el Apoyo Municipal de Inclusión en Recs. De momento, solo 17 personas se han dado de alta de forma voluntaria para pagar con Recs.
Estimular el consumo responsable
Desde que la Grama se puso en circulación hace un par de años, una decena de entidades sin ánimo de lucro –que cobran parte de las subvenciones en la moneda local–, han pasado de comprar productos de alimentación en grandes superficies comerciales, ubicadas fuera de la ciudad, a hacerlo en mercados municipales. De los 638 usuarios actuales, unos 150 son comercios, empresas y entidades que han recibido subvenciones a través de este sistema de economía social. "No se trata solo de promover el consumo local, sino de estimular el consumo responsable y aplicar políticas de compra pública responsable desde la Administración", afirma el Consistorio. El volumen de circulación de la Grama es de 4,13. Esto significa que, por cada Grama que el Ayuntamiento inyecta en el mercado en forma de gasto público, esta circula más de cuatro veces entre el tejido productivo colomense. "Es una cifra muy positiva teniendo en cuenta el momento en que nos encontramos", aseguran.
La función social de la Grama se plasma en la manera en que ésta se mueve por la ciudad. Un ejemplo: Cemfis, un centro de personas con discapacidad al que el Consistorio concedió una subvención pagada en parte con Gramas para desarrollar un proyecto de reciclaje de sillas de ruedas y caminadores en desuso, lleva a reparar estos objetos a Ortopèdia Sant Jordi, que emite la factura en Gramas. Y el circuito no acaba aquí. La encargada de la ortopedia, Susana Salvador, cobra parte de su sueldo en la moneda local y lo gasta en sus compras cotidianas en los comercios del barrio. "Cuando salgo a hacer recados, pago en Gramas", explica. Las gasta, por ejemplo, en Conreu Sereny, una cooperativa de productos ecológicos que también se ha sumado a la iniciativa. La Ortopèdia Sant Jordi, por su parte, ha cobrado entre 600 y 700 Gramas provenientes de entidades de la ciudad.
Nóminas en Gramas
La Grama, no obstante, sigue siendo una desconocida para mucha gente. "Es necesario hacer más difusión, porque la gente de la calle no sabe qué es ni cómo funciona, a pesar de que puede ser un buen sistema para unir al tejido comercial", opina Salvador. "Esperemos que a corto plazo los particulares puedan usarla", desea Laia Muñoz, presidenta de la Agrupació del Comerç i la Indústria (ACI) de Santa Coloma de Gramenet. Y es que, por ahora, el uso de la Grama se limita a aquellos que han cobrado una subvención pública.
El Consistorio prevé haber puesto en circulación a finales de año 900.000 Gramas a través de las subvenciones. Y la prueba piloto va más allá: este mismo 2019, la Administración local quiere emitir 1,3 millones de Gramas más ofreciendo a sus trabajadores la posibilidad de cobrar hasta el 30% de su sueldo en esta moneda. El inicio del pago de nóminas en Gramas estaba previsto para finales de 2018, pero se ha retrasado hasta inicios del año en curso. "La importancia de esta tipología de pagos desde el punto de vista legal, administrativo y operativo nos obliga a ser muy prudentes para realizarlos con todas las garantías", justifican fuentes municipales.
Los datos del viaje de las Gramas en 2018 –desde que el Consistorio las emitió y en su periplo dentro del sistema– se harán públicos este mes. De momento se sabe que en 2017 –el primer año de funcionamiento de la moneda– el importe medio de las transacciones fue de 15,47 Gramas. Y, entre empresas, la cifra ascendió a las 51,15 Gramas. La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, asegura que estos datos "pueden ayudar a promover iniciativas para fomentar el potencial turístico del sector de la restauración o movilizar locales vacíos de la ciudad". Con este estudio, la Administración colomense ha comprobado que el jueves es el día de la semana que más transacciones se hacen, y el domingo, el que menos.
El Consistorio hace un balance "totalmente positivo" del lanzamiento de la moneda: "La ciudad ha sido pionera a escala mundial en la introducción del concepto del gasto público inteligente". La ACI reconoce que sigue siendo un sistema "novedoso que requiere aún mucha difusión". Laia Muñoz asegura que, si bien los comerciantes creen en este sistema "de conciencia de consumo local para conseguir que el capital se gaste en el territorio", también es cierto que "es demasiado nuevo para afirmar que tendrá garantías".
Tres meses del Rec en el Eix Besòs
La experiencia del Rec, la moneda propia de Barcelona, está surtiendo el efecto deseado por aquellos que la crearon. "En tres meses hemos conseguido que se adhieran 170 comercios, una cifra superior a los 150 previstos para todo el año", afirma orgulloso Martí Olivella, miembro de Novact, la asociación de innovación social encargada de la gestión del proyecto. En octubre, cuando el Rec entró en circulación, se adhirieron 86 comercios y "al ver el funcionamiento la cifra se ha doblado rápidamente", añade Olivella.
La moneda barcelonesa puede usarse en los diez barrios del Eix Besòs, "donde se ha demostrado que innovar vale la pena", afirma Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona. Pisarello cree que el Rec se "está mostrando como una herramienta útil para dar vitalidad a los comercios de los barrios". Hasta 12.764 Recs han ido y venido por Ciutat Meridiana, Vallbona, Torre Baró, Roquetes, Trinitat Nova, Trinitat Vella, Baró de Viver, Bon Pastor, La Verneda i la Pau y El Besòs i el Maresme.
"El Rec es una herramienta para fortalecer el tejido social y comercial, y para evitar la desertización. El reto ahora es conseguir que la mayoría de las entidades y los equipamientos de la zona se vayan incorporando a la red y la utilicen para cobrar sus cuotas y sus actividades, de manera que sus usuarios se acostumbren y la usen para sus compras", apuesta Olivella.Según Novact, los resultados de una encuesta anónima realizada a diferentes comerciantes reflejó que el 95,3% ha notado un aumento de clientes en su comercio gracias al Rec. "Y por tanto, un incremento de las ventas", afirma Olivella.
Poco seguimiento entre particulares
Tere Lago es una de las comerciantes del barrio del Besòs. Su óptica ofrece promociones a aquellos que paguen en Recs. Por su comercio ya han circulado unos 600. Lago reconoce que los usuarios que han cobrado en la moneda local están informados y acuden a la tienda con la aplicación en marcha. Aun así, cree que "falta tiempo y mucha difusión" para que el ciudadano de a pie decida cambiar sus euros por Recs, porque, hasta ahora, se está quedando entre aquellos que reciben ayudas públicas, no entre particulares. "¿Qué beneficio obtengo?, deben de pensar", apunta Lago, que sostiene que "los vecinos aún no están concienciados". A pesar de ello, reconoce que "es una buenísima idea para conseguir que el dinero se quede en el territorio". "Lo que sí está funcionando muy bien es el uso del Rec entre los propios comerciantes", concluye.
QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA
El Rec es una moneda exclusivamente digital. Utilizarla es sencillo. El usuario tiene que descargarse una aplicación en Google Play y registrarse. Para recargar Recs, debe seguir un proceso parecido a una compra con tarjeta. Se selecciona la cantidad deseada para intercambiar por euros y alguno de los puntos de recarga. Estos corresponden a los comercios adheridos al sistema. Después, los Recs podrán gastarse en cualquiera de los comercios. Una vez añadido el punto de recarga, debe introducirse la información correspondiente a la tarjeta bancaria y proceder al pago como si de una compra en línea se tratase. Una vez hecho, la cuenta del usuario tendrá la cantidad deseada en Recs.
GRAMA
Desde enero de 2017
1 Grama = 1 euro
638 usuarios
150 comercios
Previsión para finales de 2019:600.000 Gramas en circulación
REC
Desde octubre de 2018
1 Rec = 1 euro
488 usuarios
172 comercios
Previsión para finales de 2019: 610.000 Recs en circulación
Hay una diferencia más entre estas dos monedas: en el caso de la Grama, es el Ayuntamiento quien emite la moneda a través de las subvenciones que entrega, mientras que en el Eix Besòs cualquier vecino puede canjear euros por Recs.