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Txema Santana: "La comunidad internacional hace caso omiso a los gritos de niños que mueren en la ruta canaria"

Txema Santana, experto en migraciones y asesor de la Vicepresidencia del Gobierno canario, durante una charla en 2020.
Txema Santana, experto en migraciones y asesor de la Vicepresidencia del Gobierno canario, durante una charla en 2020.

Txema Santana (Gran Canaria, 1982) es uno de los mayores expertos en el fenómeno migratorio que viven las Islas Canarias. Tras años ejerciendo el periodismo, pasó por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en el archipiélago y, desde este año, trabaja como asesor en migraciones para la Vicepresidencia del Gobierno canario. Ahora trata de tejer estrategias compartidas entre diferentes regiones fronterizas, desde África hasta Euskadi, y en eso consiste Migratlantes, un encuentro que se celebra en Las Palmas los próximos 10 y 11 de noviembre.

 ¿Qué es Migratlantes y que objetivos se marca?

Es una iniciativa conjunta de los gobiernos canario y vasco como territorios fronterizos de la Unión Europea. Son realidades migratorias distintas, pero muchas de las personas que pasan por Canarias luego pasan por Euskadi. Queremos debatir junto a la sociedad civil organizada, con la gente que acoge de forma oficial y de forma popular, junto a los propios migrantes que están aquí o que han pasado por aquí y con expertos. Buscamos dar una mirada amplia de la movilidad humana y poner el asunto sobre la mesa siendo críticos y autocríticos para afrontar en el futuro esta realidad con menos dolor para todas las partes implicadas, sobre todo para la población migrante, que es la más vulnerable.

Se da una paradoja en la gestión migratoria entre Canarias y Euskadi. Mientras en las islas se intenta el bloqueo, en el País Vasco no se ponen barreras para que sigan yendo hacia Francia, lo que genera tensiones en el seno de la UE.

"Las políticas de bloqueo y expulsión de migrantes no están generando ningún progreso"

Las personas que llegan a Canarias están llegando a la Unión Europea. Algunas se quedan y otras acaban en regiones fronterizas con Francia. La respuesta debería ser europea. La contención y la expulsión de personas, esa política de repeler, no está generando ningún progreso, sino más dolor para los territorios de acogida y para las personas en tránsito. Aunque desde Francia se les intente parar, no se les puede rechazar frontalmente ni de manera uniforme. Las migraciones son un movimiento popular fuerte e inteligente de personas que necesitan o quieren moverse, y lo van a conseguir por mucho que se intente fortificar.

Migratlantes presta gran atención al cambio climático como motor migratorio. ¿Qué perfiles están llegando a Canarias por este motivo?

"Las migraciones están siendo ya una forma de mitigar los efectos del cambio climático para mucha gente"

Las migraciones están siendo ya una forma de mitigar los efectos del cambio climático para mucha gente. Quienes llegaban de Marruecos en 2020 contaban que donde antes había cultivos ahora no se puede plantar. Mucha gente de Malí o Senegal nos hablan de que la zona desértica está creciendo. Nos dicen que ya no se pueden hacer previsiones sobre cosechas en función de las lluvias que se esperan, porque los fenómenos son más extremos e irregulares. Ocurre lo mismo con la pesca. El cambio climático no siempre es la primera causa para migrar, pero sobresale como la causa que subyace a otras. Alguien huye de una guerra, pero esa guerra se da por la competencia por unos recursos escasos. Y también las islas vamos a vivir el cambio climático de forma muy distinta a otras regiones.

¿Cómo se interpretan las cifras de llegadas actuales? Parece que hay cierto respiro en la ruta canaria.

Han llegado 17.000 personas vivas a las islas. Faltan las personas muertas, entre 500 y 700 según los cálculos más conservadores, y más de 2.000 según los más realistas. Es a estas personas que no han llegado a las que más habría que escuchar. Esas son las respuestas que intentaremos dar en Migratlantes.
Pero sigue habiendo muchísimas personas que van a tratar y están tratando de salir. Hasta ahora había un modelo similar a 2020 pero con un incremento de personas. En 2020, los últimos cuatro meses hubo un gran pico de llegadas debido a las necesidades que generó la pandemia. Es una señal de futuro. Cuando haya fenómenos similares es posible que veamos picos como el de 2020 o mayores. En 2021 entramos en un momento con mucha gente intentando salir. Desde septiembre hasta hoy han venido el 45% de los todos los llegados este año, pero hay más regularidad, una estabilidad al alza en la que predominan las personas subsaharianas, cuando el año pasado fueron los marroquíes, a causa de los efectos de la pandemia, los que protagonizaron los momentos más álgidos.

¿Dónde queda la responsabilidad de los gobiernos ante este aumento de muertes? Parece que  les vale con responsabilizar simplemente a las mafias del tráfico de personas.

Hay que luchar con fuerza contra las mafias que se lucran llevando a personas a la muerte. Pero la herramienta más eficaz para esa lucha son las vías legales, seguras y ordenadas para que las personas se puedan desplazar. Que no tengan que poner su vida y su dinero en manos de traficantes. Las muertes no son responsabilidad solo de España, Marruecos o los países de origen. Es un asunto que apela a la comunidad internacional.

"Si no das alternativas migratorias les condenas a quedarse en un sitio donde no pueden vivir"

La UE y la Unión Africana, cuando hablamos de la ruta canaria, están haciendo caso omiso a los gritos de los niños que mueren aquí. Y eso es trágico de cara al futuro. No podemos seguir permitiendo que ocurra de esta forma sin tener alternativas. No podemos aplaudir que se encierre a la gente en un CIE para devolverlos a sus países sin que hayas más alternativa para venir que la que han usado. No podemos alegrarnos de más controles en las fronteras si no van acompañados de alternativas. Lo que se está bloqueando son mujeres, niños y hombres que necesitan desplazase. Si no das alternativa les condenas a permanecer en un sitio donde no pueden vivir. El control fronterizo sin alternativas migratorias solo genera una bolsa de personas que va a quedar en exclusión en sus lugares de origen, y eso es muy peligroso para todo el mundo.

Son significativos los aumentos de llegadas a Fuerteventura o Lanzarote, ¿a qué puede deberse?

"Buena parte del drama de estas personas está los momentos antes de zarpar. Pero eso se cuenta mucho menos"

Las migraciones son cíclicas y hemos vuelto al inicio de esta ruta. La primera patera que llegó a Canarias fue a Fuerteventura. Es la ruta corta, entre dos y cinco días. Para llegar a Lanzarote se sale de la región sur de Marruecos, y este año registra muchas más salidas que el año pasado. Para llegar a Lanzarote se sale de El Aaiún, en el Sáhara Occidental. Y para llegar a Gran Canaria, donde más llegadas hay, se sale de Dajla, también en el Sáhara Occidental. Desde el Sáhara salen casi la mitad de las embarcaciones que llegan a Canarias y desde el sur de Marruecos sale una buena parte. Es la región más caliente en cuanto a salidas. Estamos viendo menos embarcaciones procedentes de rutas largas, y eso se debe a un mayor bloqueo o vigilancia en las costas de Senegal o Mauritania. Buena parte del drama de estas personas está en el punto de origen, en los momentos antes de zarpar, pero nos centramos mucho más en cómo Europa gestiona sus llegadas en lugar de en cómo son tratados en los puntos de salida.

También ha habido un aumento de mujeres y niños tanto en llegadas como en víctimas mortales, ¿a qué se achaca?

"Han llegado más de 5.000 mujeres y niños este año, más del 30%. Es mucho más que el año pasado"

Han llegado más de 5.000 mujeres y niños este año, más del 30%. Es mucho más que el año pasado y parece una tendencia que ha venido para quedarse. Son los más vulnerables. A esto se ha unido que se usan más lanchas neumáticas, mucho más peligrosas. Por eso también ha aumentado la moralidad de niños y mujeres. Hoy hemos sabido que una patera rescatada hace dos domingos, en la que murió un niño, también dejó otros cuatro bebés muertos. Se hace difícil convivir con esto constantemente.

¿La política de acogida en campamentos ha dado resultados positivos?

"Una mala gestión de la acogida de migrantes retroalimenta las corrientes de xenofobia"

Todavía es una política en evaluación. Hacían falta en Canarias más plazas de acogida humanitaria de emergencia, y se tenían que haber puesto en marcha mucho antes de lo que se hizo. Eso generó la vergüenza de Arguineguín. La urgencia con la que se hizo llevó a errores no forzados, como a instalarlos en lugares no adecuados, la mala comida, la falta de agua caliente. La previsión es necesaria para afrontar los picos de llegadas a los que vamos a estar sometidos siempre. La ubicación requiere un análisis más profundo que simplemente la disponibilidad de espacios que pueda tener un ministerio. No hay que hacer guetos, sino espacios habitables. En Canarias, el intento de hacer una isla cárcel duro poco, pero lo suficiente para que doliera. Encerrar a personas en las islas solo genera frustración en la población local y en los propios migrantes. Y una mala gestión de la acogida de migrantes retroalimenta las corrientes de xenofobia. Lo hemos visto en Canarias de forma espectacular.

La crisis de los cayucos de 2005 duró unos tres años. ¿Cuánto cree que durará esta?

Es incierto, pero hay algo seguro. Durará mientras haya desigualdad, mientras el capitalismo impacte en los países en desarrollo de forma tan severa, mientras el cambio climático sigua avanzando y mientras los países de origen no generen estructuras que permitan a la gente vivir dignamente en sus territorios. En otras palabras: mientras la gente enferme y no tenga a dónde ir para curarse, mientras los niños no tengan una escuela en la que aprender, mientras la gente no tenga un trabajo o mientras siga habiendo yihadismo en los países africanos, las personas se van a seguir moviendo. Los más atrevidos o necesitados vendrán a Europa, pero muchos otros ya están yendo a las grandes ciudades africanas, que se están superpoblando. Si no ofrecemos otras vías, sometemos a gran parte de la humanidad a soluciones donde la muerte es mucho más probable.

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