Este artículo se publicó hace 3 años.
Anders Thomas Jensen: "La imagen del macho no me gusta, los hombres tenemos otros mundos"
El cineasta danés confirma con 'Jinetes de la justicia' su talento para conseguir, desde la incorreción, lo incómodo y el humor más negro, altas dosis de ternura, un excelente retrato del mundo desequilibrado en el que vivimos y enormes y liberadoras carcajadas.
Madrid-
Reírse a carcajadas de la brutalidad, del dolor, de la irracionalidad no te convierte en un salvaje —hablamos de cine—, pero sí confirma, sin lugar a dudas, el don, la calidad del talento del creador que lo ha conseguido. Anders Thomas Jensen es uno de estos cineastas privilegiados y Jinetes de la justicia es la película que certifica esa extraña cualidad. Thriller de venganza violento y tronchante, su quinto largometraje, probablemente sea el que, por fin, le haga justicia.
Protagonizada por Mad Mikkelsen, Nicolaj Lie Kass. Lars Brygmann y Nicolas Bro, la película reúne a un militar con síndrome post traumático con tres frikis de las matemáticas, obsesionados todos ellos con hacer justicia, cada uno a su manera y cada uno ‘su’ justicia. El sentido de la vida, la barbarie o la ciencia, las coincidencias o las probabilidades, el miedo, las tan actuales teorías de conspiraciones, los abusos infantiles, la trata de personas… aparecen en esta película. Una obra tan premeditadamente incorrecta como brillantemente trabajada, en la que el humor más negro se transforma en mecanismo generador de genuina ternura. Ander Thomas Jensen habló, a través de una videoconferencia, con Público de todas estas claves de la película.
En la pandemia muchos hemos pensado que todo esto ayudaría a reunir a personas muy diferentes y eso es exactamente lo que hace usted en la película
La película la terminamos solo cuatro días antes de que se declarase la pandemia, pero luego no he tenido nunca tanto tiempo para pensar en el mundo ni he reflexionado con tanta fuerza sobre la formación de grupos de seres humanos. Y sí, yo también lo he pensado. Los personajes de la película escogen, forma una familia elegida, no la familia de sangre.
Coincidencia o probabilidad, ¿lo que dirige a estos personajes no es una especie de conspiración?
Sí, en la película hay una tendencia a la conspiración. Todos tendemos a buscar las razones para lo que ocurre y en la pandemia, sin duda, ha pasado. Todas esas teorías de conspiración de infectar a todo el planeta o las teorías absurdas de que con la vacuna nos están inyectando alguna barbaridad… Cuando hay caos se intenta encontrar una razón.
El personaje que interpreta Mad Mikkelsen reacciona con violencia ante la desgracia, ¿no es eso justamente lo que está pasando ahora?
Sí, desafortunadamente. Este es un hombre que reacciona violentamente porque es incapaz de conectar con la lógica y con las emociones. Está muy lejos de cualquier otra emoción. Es como si su cabeza fuera por un lado y su cuerpo por otro. Y me temo que sí, que es un retrato simplificado de la violencia que se está viviendo en muchos sitios del mundo hoy.
Un soldado experimentado y violento y una panda de frikis bastante sabios. Usted visibiliza la ciencia en la película, pero tampoco la salva del todo…
Porque la ciencia puede alimentar la violencia. Eso está en la película de una forma muy deliberada. Lo que es más inconsciente es el contraste entre esos dos mundos y la presencia de la ciencia, de la que tanto hablamos ahora con la pandemia. Yo, en realidad, no creo que un científico sea más benévolo que otros, aunque entiendo que ahora se les vea así. En la película todos, unos y otros, son personas heridas que se curan, sanan sus heridas, cuando se unen.
Eso es algo muy especial en la película, la demostración de la ternura masculina y la compresión y solidaridad entre estos hombres. ¿Hay que mostrar más esa faceta masculina en el cine?
Sin duda. La imagen del macho, el tipo fuerte y duro, no me gusta y no me interesa nada. Los hombres tenemos otros mundos. En todas mis películas muestro el universo masculino de las emociones, a veces incluso de una forma romántica. Me gustan mucho los personajes con una apariencia masculina exterior, pero que con su idioma corporal, sus gestos, pequeños detalles, muestran esa comprensión, muestran que hay una conexión que les une. A veces otros pueden pensar que tratas mal a tu mejor amigo, pero él y tú en el fondo sabéis que debajo de todo eso hay mucho cariño.
Sus personajes arrastran historias terribles, de trata de personas, abusos infantiles… ¿La violencia que se extiende por el mundo es la consecuencia de esas barbaridades?
Lo es. La violencia es una emoción que todos llevamos dentro, lo mismo que el amor, los celos… La violencia está latente en todos nosotros, lo que hay que intentar es no meter muy dentro la mano para que salga a flote, sobre todo si detrás hay una de esas historias de abusos. Tenemos que aprender a canalizar la realidad que hemos vivido y no canalizarla a través de la violencia.
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