Este artículo se publicó hace 2 años.
Santander dice que su exposición a Rusia y Ucrania es de apenas 80 millones y confirma sus objetivos para 2022 pese a la guerra
Ana Botín pide que la Unión Europea defina qué tipo de préstamos se consideran coherentes con una política energética de cero emisiones netas de carbono, para poder reducir la dependencia del petróleo y el gas rusos.
Madrid-
La exposición crediticia directa del Banco Santander en Rusia y Ucrania, países en los que la entidad no tiene presencia es de "apenas 80 millones de euros", según ha desvelado este viernes la presidenta del grupo, Ana Botín, durante la junta de accionistas celebrada en Madrid. Además, Botín ha destacado que el grupo cumple con "todas las restricciones y sanciones" impuestas a Rusia por la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos y, ha añadido, seguirán observando estos requerimientos a medida que la situación evolucione.
La presidenta del Santander, sin embargo, ha señalado que no se debe minimizar el efecto indirecto que la invasión va a tener: una mayor inflación, un menor crecimiento económico, especialmente en Europa, e impactos que van más allá del fuerte aumento de los precios de la energía.
No obstante, Botín ha subrayado que, a pesar del contexto marcado por la guerra de Ucrania, el banco tiene "una base muy sólida para crecer" gracias a su modelo de negocio y a su diversificación. Por ello, el banco reafirma sus objetivos financieros de 2022 que anunció en febrero, con la presentación de los resultados anuales: obtener un crecimiento de los ingresos de alrededor del 5% en euros constantes, una ratio de eficiencia del 45%, un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario por encima del 13% y una ratio de capital CET1 fully loaded del 12%.
A este respecto, Botín ha declarado que la actividad comercial del banco durante el primer trimestre del presente año "se ha mantenido fuerte, con ingresos en línea con el último trimestre y un crecimiento interanual de la nueva producción de créditos estimado en el 8%, a niveles prepandemia".
Botín ha afirmado que la guerra en Ucrania tras la invasión rusa "requerirá un mayor protagonismo de las políticas fiscales" para controlar los desequilibrios derivados del conflicto.
La presidenta de Santander, además, ha enviado un "mensaje de apoyo" al pueblo ucraniano, "que está sufriendo esta terrible catástrofe humanitaria, a todos los que han perdido familiares y amigos, y a los que han tenido que abandonar sus hogares". Ha resaltado que es el "momento de ayudar", al tiempo que ha destacado que en esta situación se está viendo "la mejor cara de Europa, como ocurrió durante la pandemia".
"Cuando Europa actúa unida, funciona mejor. Con un propósito común, las políticas pueden cambiar rápidamente y generar un impacto decisivo. En Europa hemos pasado de las palabras a los hechos y los ciudadanos lo percibimos", ha añadido.
A este respecto, la presidenta del Santander ha pedido a la Unión Europea que defina qué tipo de préstamos se consideran coherentes con una política energética de cero emisiones netas de carbono, para poder reducir la dependencia del petróleo y el gas rusos. "Para conseguir reducir la dependencia de la UE al petróleo y gas rusos, entre otras iniciativas, está el que las entidades financieras podamos financiar la transición energética y para ello se requiere que las autoridades definan cuanto antes qué préstamos son compatibles con nuestros objetivos de descarbonización", ha dicho Botín.
La presidenta del banco ha subrayado la necesidad de cambiar las políticas energéticas mundiales y acelerar las inversiones en renovables, a fin de que el banco pueda contribuir a la transición hacia energías limpias tanto de personas como de empresas.
Por su parte, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, también se ha referido a la guerra de Ucrania, y ha reconocido que las posibles consecuencias del conflicto en la evolución del negocio y los resultados del banco son "altamente inciertas", dado que se desconoce tanto la duración como la posible extensión del conflicto bélico.
Al igual que la presidenta, Álvarez ha asegurado que la situación de partida de Santander es "muy sólida". "Tenemos una excelente posición de liquidez y capital. No tenemos apenas exposición directa a Rusia y Ucrania y estamos reforzando los controles ante posibles amenazas en el ámbito operativo (ciberseguridad y blanqueo de capitales). También estamos aplicando con rigor las sanciones internacionales establecidas y hemos comunicado que no haremos nuevo negocio con empresas rusas", ha recordado.
En cualquier caso, los impactos esperados de la situación geopolítica, si bien serán "limitados", se distribuyen de forma asimétrica por regiones, siendo Europa el área que, en principio, puede verse más afectada por un crecimiento económico inferior al previsto, lo que podría implicar una menor actividad y afectar a la calidad crediticia.
"No obstante, las probables subidas de tipos de interés, unidas al proceso de transformación y mejora operativa que estamos llevando a cabo, deberían reflejarse en una mayor rentabilidad de la región", ha afirmado Álvarez.
El número dos del banco ha detallado que las prioridades estratégicas para Santander en 2022 serán incrementar la base de clientes a través de soluciones cada vez más personalizadas y en aumentar los ingresos por encima de la media de los principales competidores, apoyándose en su capacidad para atraer nuevos clientes, la mejora del mix de negocio y una adecuada gestión de márgenes en un entorno de subida de tipos, así como en la mejora de la oferta de servicios digitales y productos de alto valor añadido para diversificar sus fuentes de ingresos y seguir aumentando el margen de intereses y las comisiones a través de One Santander.
Aspira a aumentar el 'pay-out' por encima del 40%
Respecto a la política de dividendos, Ana Botín, ha señalado que el banco aspira a aumentar el pay-out por encima del 40% "más allá de 2022", con cerca de la mitad a través de recompras de acciones y con un dividendo en efectivo por acción creciente. Botín ha afirmado que durante 2022 la remuneración al accionista "seguirá siendo una prioridad" y se ha mostrado "convencida" de que invertir en acciones del banco a los precios actuales "es una de las mejores oportunidades de inversión" que hay.
En la junta de este viernes, los accionistas han dado el visto bueno al reparto de un dividendo complementario en efectivo de 0,0515 euros, lo que equivaldría a 865 millones de euros (el 20% del beneficio ordinario del segundo semestre del pasado año), que se pagaría a partir del 2 de mayo de 2022.
En total, Santander prevé repartir a los accionistas a cuenta del ejercicio 2021 unos 3.400 millones de euros, la mitad en efectivo y la otra mitad como recompra de acciones, lo que equivale a una rentabilidad por dividendo del 7% y a un 'pay-out' del 40%.
La junta también ha aprobado el reequilibrio de poderes entre su presidenta ejecutiva, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Álvarez, de forma que el consejero delegado reportará directamente al consejo de administración, y no a la presidenta, como ha venido haciendo hasta la actualidad. Se trata de una situación solicitada por el Banco Central Europeo (BCE), de forma que la entidad busca adelantarse a cumplir con el deseo del supervisor.
Igualmente, la junta ha aprobado el nombramiento como nuevo consejero independiente del expresidente de la auditora Deloitte Germán de la Fuente, que sustituye a Álvaro de Souza, que ha sido consejero desde 2018 y fue presidente no ejecutivo de Santander Brasil de 2017 a 2021.
También se ha dado el visto bueno a la reeleción de Henrique de Castro y Belén Romana como consejeros independientes, José Antonio Álvarez como consejero ejecutivo, y Luis Isasi y Sergio Rial como consejeros externos.
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