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Junta de accionistas Santander defiende el pago de dividendos y aprueba en junta un abono en 2021

Botín descarta que el Santander entre en fusiones y anuncia la creación de un banco global nativo digital con la combinación de Openbank y Santander Consumer Finance

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante su intervención en la junta de accionistas. EFE/Banco Santander
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante su intervención en la junta de accionistas.

Servimedia

La presidenta del Santander, Ana Botín, defendió este martes que la solvencia del Santander, su calificación crediticia "de máximo nivel" y un diferencial de CDS "muy por debajo de los niveles de crisis anteriores" y de "los más bajos entre sus pares" debería situar al grupo "en posición de pagar dividendos".

La banquera realizó esta defensa durante la Junta extraordinaria de accionista que aprobó el pago de un dividendo complementario de 0,10 euros en acciones con cargo al ejercicio de 2019 y otro igual, pagadero en efectivo el próximo año, con cargo a 2020 y siempre que así lo permita el Banco Central Europeo (BCE).

Según glosó, el banco ha sido capaz de generar 33 puntos básicos de capital en el año pese a la crisis, subiendo así el ratio de solvencia de máxima categoría CET1 al 11,98%, y prevé además cerrar el año "en la parte alta" de la banda fijada como objetivo del 11-12%, superando los mínimos regulatorios en todos los casos. Botín explicó que situar la solvencia CET1 en la parte alta de su objetivo dará al banco "mayor flexibilidad" para gestionar el capital y la forma como remunera al inversor, "incluyendo dividendos en efectivo o recompras de acciones".

En cuanto al rating subrayó que el banco no solo tiene una de las mejores notas de la banca, sino que además algunas agencias de calificación de solvencia le otorgan un rating mejor al del propio Reino de España; y sobre el perfil de riesgo o diferencial de CDS apuntó que es "de los más bajos entre sus pares, "lo que demuestra la confianza de los inversores institucionales y del mercado en nuestra fortaleza de balance y capital".

"Todo esto debería situarnos en posición para pagar dividendos", manifestó, subrayando además la "importancia" de los dividendos para los accionistas y como factor para disciplinar la propia gestión de las empresas. Según dijo, el reparto de beneficios "el mejor exponente de la disciplina financiera y su recurrencia aporta confianza y estabilidad a los inversores".

Con su abono se elevará a 0,20 euros el dividendo total entregado por la entidad con cargo al ejercicio 2019. Y en cuanto al abono de otros 0,10 euros por acción en efectivo y con cargo a la reserva por prima de emisión de acciones ya con cargo al ejercicio 2020 detalló que "representa una rentabilidad a los precios actuales de casi el 6%".

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, conversa con el consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la junta de accionistas de la entidad.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, conversa con el consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la junta de accionistas de la entidad.

La presidenta del Santander descartó este martes que el Grupo vaya a involucrarse en operaciones corporativas: "Aunque estamos viendo movimientos de consolidación en Europa, nos sentimos cómodos con nuestra escala y capacidad para invertir y no contemplamos participar en ningún proceso", aseguró durante la Junta extraordinaria de accionista.

La banquera efectuó un balance positivo del desempeño del grupo y anunció que este año logrará un beneficio ordinario de alrededor de 5.000 millones, aunque hasta septiembre perdía 9.048 millones por haber saneado el fondo de comercio de algunas filiales y negocios con 12.600 millones de euros.

Botín explicó que la actividad "está prácticamente en niveles previos a la crisis, con el 93% de las sucursales del grupo abiertas", y ha obtenido unos ingresos "estables" en comparación al año pasado y después de haber crecido un 27% en los cinco últimos años en euros constantes.

Por la parte del negocio, afirmó que el grupo tiene "grandes oportunidades" de seguir creciendo rentablemente en países como Brasil y México y en Europa también hay gran margen en financiación al consumo, banca de inversión o gestión de activos. Asimismo, subrayó que la apuesta por la digitalización se ha traducido en un aumento del 14% de los clientes digitales, que ya suponen 41,4 millones, con 22 millones de clientes vinculados.

Con las perspectivas dibujadas por el FMI y la OCDE explicó que la previsión es que todos los países donde opera el Santander "se recuperarán gradualmente", haciendo además que sus necesidades de saneamiento sean inferiores a las que esperaba. En concreto señaló que ahora espera un coste del riesgo del 1,3% frente al 1,4-1,5% previsto con anterioridad.

La presidenta del Banco Santander, Ana Botín,  durante la junta de accionistas de la entidad.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, durante la junta de accionistas de la entidad.

Botín apuntó que el grupo va a aprovechar además la aceleración de la ciudadanía en materia de digitalización para imprimir mayor ritmo a sus proyectos de transformación en cuanto a estrategias comerciales y algunas unidades de negocio.

Así, avanzó que la estrategia One Santander, con la que simplificará productos y servicios, va a empezar a operar en Europa para llevarla después a todos los mercados y lo hará junto a una automatización progresiva de los procesos sobre una plataforma común.

En paralelo creará un banco global de financiación al consumo nativo digital, apoyándose en el negocio de su financiera Santander Consumer y la plataforma de Openbank, y en tercer lugar creará una empresa autónoma para abordar el negocio de pagos "más disruptivos".

La nueva empresa tendrá soluciones para comercios sobre la plataforma Getnet de su filial brasileña; soluciones para pymes con negocio internacional de la mano de la filial Ebury, que opera en 17 países y con 140 diferentes monedas; y tendrá un área de productos y servicios digitales para particulares apalancándose en su plataforma Superdigital, lanzada en Latinoamérica para favorecer la inclusión financiera.

Con su creación espera "generar nuevas fuentes de ingresos" en un mercado que a escala global alcanza los 500.000 millones de euros, de los que 50.000 millones son comercios y 350.000 comercio internacional, detalló Botín.

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