El sucesor de Hugo Sánchez

Cuenta Jesús Ramírez que Javier Hernández es de aquellos delanteros que tienen el don del gol, a menudo de naturaleza rara: le caiga donde la caiga la bola, el Chicharito (Guadalajara, México, 1988) la pesca con lo que puede y amenaza gol. "Le da igual que sea con la pierna, con la cara o con el culo, pero él marca", asegura el técnico que condujo la trayectoria del delantero del Manchester en la selección mexicana desde los 15 hasta los 20 años.

Esa extraordinaria habilidad del Chicharito, esa insultante efectividad (20 goles en su primer curso en Inglaterra) le recuerda al Chucho Ramírez a la que exhibía Hugo Sánchez cuando ambos jugaban juntos en el Pumas. "Como Hugo, el Chicharito es un jugador que sabe pisar el área, que siempre está en el lugar indicado y que ha depurado el remate de tal manera que, como él, marca goles extraordinarios, casi increíbles", sostiene.

"Javier tiene una gran potencia de pierna y de salto, y aunque muchas veces parece que se encuentra la pelota por casualidad, ha aprendido a jugar bien de espaldas, a apoyarse en el compañero, a buscar su sitio", añade Ramírez. "No me sorprende para nada que se haya adaptado tan rápido al fútbol inglés", remata. Entre otras cosas porque, como Hugo, el Chicharito tiene el carisma de los líderes. "Convivir con él es muy fácil, siempre fue un chico muy tenaz, muy incisivo, si tiene que ir a mil pelotas, va", afirma el seleccionador del Mundial sub 17 que México le ganó a Brasil en 2005.

En el Barça son conscientes. "El Chicharito es un crack, va y viene, alarga la línea defensiva y, si nos despistamos, sus presiones altas nos pondrán en nuestro sitio", avisa Pep Guardiola. "Lo que tiene el Chicharito es mucho gol y habilidad: siempre está en el sitio correcto a la hora correcta; vive en el área y habrá que tener mucho ojito con él", advierte Alves.