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'La Roja' más plural y diversa de la historia pone a la España xenófoba frente al espejo

El éxito de la selección masculina en la Eurocopa 2024 pone de relieve las contradicciones de un país que celebra su diversidad en el deporte y a la vez enfrenta profundas divisiones sociales y políticas.

El artista TVBoy pinta un mural pidiendo respeto para Lamine Yamal y Nico Williams
El artista TVBoy pinta un mural pidiendo respeto para Lamine Yamal y Nico Williams. Quique García / EFE

Es muy difícil objetivar cuándo una mirada es una mirada de desprecio, pero si alguien puede identificarla son precisamente quienes la sufren y acostumbran a sentir sobre sus espaldas los ojos del prejuicio. Hay personas que, por el hecho de ser migrantes, de las periferias, de barrios obreros, mujeres o LGTBI+, tienen que soportar esa violencia diaria; cuyas luchas, sin embargo, construyen mundos cada vez más habitables y, sobre todo, más justos. Nuevas realidades donde un beso no consentido es una agresión sexual que puede costarte el cargo −incluso si eres presidente de la Real Federación Española de Fútbol−, donde se puede escuchar a una mujer comentando una final de la Eurocopa masculina y dos chavales de 17 y 22 años que provienen de familias migrantes de África son capaces de coronarse como las estrellas de una selección española campeona. 

En un contexto en el que los delitos de odio por xenofobia, acunados por la extrema derecha, parecen haber tomado impulso, no deja de resultar paradójico y hasta esperanzador que La Roja sea un equipo especialmente plural. Y Lamine Yamal y Nico Williams son los nombres que han resonado con más fuerza en la plantilla que ha logrado hacerse con la cuarta Eurocopa de la historia del país.

Vicente del Bosque: "Tenemos dos inmigrantes que nos han hecho mejores"

Hace unas semanas, en vísperas del partido entre España y Alemania, el exentrenador Vicente del Bosque no dudaba en alabar a los dos jugadores después de que ambos sufrieran verdaderas oleadas de insultos y cuestionamientos racistas. "Lo mejor que puede ocurrir es que los grandes jugadores no salgan de España (...) Tenemos dos inmigrantes que nos han hecho mejores, aunque a algunos no les guste", expresó en el programa de la Cadena SER, El Larguero.

Así, el combinado de Luis de la Fuente ha puesto de manifiesto, por un lado, el racismo que aún persiste en la sociedad, pero ha situado, a su vez, a los discursos de odio delante de un espejo. El torneo, para más inri, ha coincidido con unas semanas en las que el PP ha expresado serias dudas (aunque al final ha entrado por el aro) y Vox se ha opuesto a la acogida de niños y niñas migrantes que han llegado a nuestras fronteras sin estar acompañados por sus tutores legales.

Una disputa que ha provocado incluso la ruptura de los gobiernos de coalición autonómicos entre ambas formaciones. "Yo creo que la generosidad siempre es buena y es rentable para todo el mundo. Para nuestro país siempre es buena esa buena acogida porque en el fondo todos hemos sido, nuestras familias o gente de nuestro entorno, migrantes", insistía en contraposición Del Bosque en otra entrevista para Espejo Público

Yamal ha captado la atención global por su habilidad futbolística y juventud, pero también por su orgullo de barrio y su gesto 304 como desafío ante las críticas xenófobas. La prensa internacional −desde The Guardian, Financial Times, The New York Times, hasta Hespress− ha subrayado cómo su presencia y la de Williams en la selección masculina ha reavivado el debate humanitario sobre las fronteras, mostrando un nuevo rostro para el fútbol español y ofreciendo esperanza para una mayor inclusión social. Una batalla que llevan disputando varias temporadas otras estrellas como el brasileño Vinicius Jr., en el Real Madrid, o, mucho tiempo antes, el camerunés Samuel Eto'o, en el FC Barcelona.

Desde el club Dragones de Lavapiés reciben el éxito de jugadores como Yamal y Williams como un triunfo compartido. Para Dolores, presidenta de esta agrupación "que tiene como misión tejer, a partir del deporte y la competición, lazos de solidaridad, respeto y comunidad, propiciando el diálogo entre personas procedentes de todos los rincones del planeta", se trata de algo "ilusionante".

Dolores (Dragones de Lavapiés): "No se trata solo de dos jugadores, sino de una forma de pensar (racista) que es generalizada" 

"Creo que igual que las campañas de publicidad o de marketing contra el racismo, el machismo o la homofobia son importantes, que haya personas como ellos que representan a una comunidad como la migrante también lo son. A su vez, también pienso que los cambios tienen que venir acompañados de cosas más profundas, como programas educativos integrales que nos hagan cambiar a nivel estructural. Al final, no se trata solo de dos jugadores, sino de una forma de pensar que es generalizada", argumenta Dolores en una conversación con Público.

No obstante, la presidenta de los Dragones insiste en que "hay que entender los cambios de una forma lenta: son una cuestión de gota a gota porque los estereotipos racistas están muy arraigados". Aunque, siendo "realistas", desde el club saben que la presencia de los dos jóvenes no va a materializarse inmediatamente en una gran transformación social, esperan que "al menos contribuya a que en el día a día se observen avances". "Siempre es mejor que nos encontremos con una sonrisa cuando vayamos a un campo de juego, a un museo o a cualquier sitio, que una cara avinagrada, de enfado o desprecio. Nos ha ocurrido de ir por la calle y escuchar a gente decir que los niños se portan mal porque son negros o barbaridades así", expresa Dolores.

La entrenadora pone de relieve el "esfuerzo extra" que parece que tiene que hacer una persona migrante para que se le valore o se le respete, "como ha ocurrido históricamente con las mujeres"; y teme que una parte de los aficionados reconozca en Yamal o Williams como "uno más", pero no haga lo mismo con cualquier otro refugiado que venga de Marruecos o América Latina sin ningún tipo de recurso. En este sentido, recuerda que el éxito que ahora están viviendo ambos jugadores estrella responde también a un "esfuerzo social" y a un "esfuerzo familiar", que incluye a sus abuelas, madres, padres y entorno de cuidados. 

"Que la emoción no nos haga confundir ilusión con realidad"

Al respecto, Carles Viñas, doctor en historia contemporánea por la Universidad de Barcelona (UB), prefiere ser cauto y "que la emoción no nos haga confundir ilusión con realidad". El autor de Ultras
Los radicales del fútbol español
(Bellaterra) advierte en un diálogo con Público de que los éxitos de la selección a menudo se magnifican y utilizan con fines políticos interesados: "Se presentan como símbolos de una España moderna, unida y plural, pero la realidad es diferente", afirma Viñas.

Carles Viñas: "Para mucha gente, la selección española sigue siendo una imposición, ya que no se permite disputar partidos oficiales a las selecciones regionales"

En un contexto político donde partidos populistas explotan discursos xenófobos y existen leyes de extranjería restrictivas, esta imagen de unidad resulta, a su juicio, contradictoria. "Estamos hablando de que hay un partido xenófobo que explota un discurso antimigración y sigue habiendo identificaciones policiales por perfil racial. Una cosa es el discurso que se quiere proyectar y otra es la realidad, que resulta mucho menos idealista", añade Viñas.

La situación se complejiza aún más con la falta de reconocimiento oficial a las selecciones regionales como la vasca, la catalana o la gallega. Viñas subraya que "para mucha gente, la selección española sigue siendo una imposición, ya que no se permite disputar partidos oficiales a las selecciones regionales".

El escritor menciona que el reconocimiento internacional de selecciones regionales sí que podría ser un paso hacia una mayor inclusividad. "En el modelo británico, por ejemplo, están reconocidas todas las selecciones por la FIFA y compiten oficialmente sin problemas. Es un modelo que permite una expresión más auténtica de la identidad regional", indica.

En la misma línea, Viñas también aborda la paradoja de que, a pesar de la aparente pluralidad de la selección, hay figuras dentro del equipo que no representan unos valores progresistas. Recuerda el aplauso a Luis Rubiales por parte del propio seleccionador masculino Luis de la Fuente, así como el nombramiento de Montse Tomé, quien formaba parte del equipo técnico de Jorge Vilda.

Por último, el historiador enfatiza que aunque la visibilidad mediática es importante, resulta insuficiente para un cambio real. "Está muy bien que haya exposición mediática, pero lo crucial es qué acciones se toman después. Lamentablemente, lo que vemos es que actores políticos de todos los colores intentan instrumentalizar estos éxitos para su propio beneficio, en lugar de buscar el bien común yendo a la raíz", concluye.

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