Este artículo se publicó hace 13 años.
Lituania se pinta de Roja
La selección, que debuta hoy ante Polonia, acude con un equipo que aspira a ser el mejor de su historia
El favoritismo es ya parte de la rutina de España. Algunos jugadores admiten abiertamente ese perfil. Otros evitan la singularidad y hablan de una caravana de candidatos en la que, por supuesto, la selección tiene un lugar. Es una realidad labrada con el tiempo. La Roja aspira por derecho propio a revalidar en Lituania el oro europeo que consiguió hace dos veranos en Polonia. Los apostadores que quieran enriquecerse no recurrirán a la selección, cuya victoria casi no arroja ganancia (se paga a 1,50 euros y Lituania, segunda favorita, a 5).
El último recuerdo, sin embargo, corresponde a un fracaso. En el Mundial de Turquía España naufragó pronto y no supo remontar el vuelo. La diferencia con aquel campeonato tiene nombre: Pau Gasol. Su dominio del baloncesto continental se puede medir en distinciones. Ha jugado cuatro Europeos y en todos formó parte del mejor quinteto del campeonato, fue el máximo anotador en Suecia 2003 y el MVP en Polonia 2009. Su juego le permite ser importante en la NBA, pero se adapta aún mejor a las normas FIBA.
La ampliación a 24 países hace de este Europeo el más duro que se recuerda
Gasol no es la única mejora con respecto al resbalón de Turquía. Un repaso a la plantilla de España lleva a una conclusión sencilla: nunca antes hubo un juego interior mejor en La Roja, probablemente tampoco en cualquier otra selección europea. A Pau Gasol se le añaden dos jugadores de rol importante en la NBA, su hermano Marc e Ibaka.
El menor de los Gasol empezó en la selección entre sospechas de nepotismo, pero el tiempo le ha tratado bien. Su figura no ha parado de crecer y, aunque en Turquía fracasó, esta vez nadie le pedirá que acarree el equipo a sus espaldas. La tercera pieza del imponente juego en la pintura es Ibaka, un material que España nunca antes había poseído. El congoleño nacionalizado es un defensor brutal, fibroso, buen reboteador, excepcional taponador. Donde no llegue el derroche de ataque de sus compañeros debe aparecer su defensa. Para cerrar el círculo estará Felipe Reyes, un gladiador al que sus limitaciones de altura nunca han impedido hacer una tarea importante en el equipo.
Por fuera será la batería de siempre. Navarro, Calderón, Ricky y Rudy son jugadores con pasado, presente o futuro NBA, todos convenientemente testados y que no permitirán al rival olvidarse de que están allí para intentar tapar a Pau. Sada, Llull, San Emeterio y Claver completan una lista confeccionada pensando en el oro europeo que, además, significaría la clasificación directa para los Juegos de Londres. Ese es un objetivo caro, sólo los dos primeros puestos del Europeo evitarán pasar por el preolímpico.
Los jugadores resaltan un juego interior en el que Ibaka ha reforzado la defensa
Cada vez que un seleccionado ha hablado no ha podido evitar la gran pregunta. ¿Es esta la mejor selección española de la historia? Ellos, cautos, apuntan al final del campeonato para resolver el enigma, pero de partida no se recuerda un equipo tan potente.
Como salvaguardia previa, los de Scariolo no se han cortado en resaltar la dificultad que tendrá el campeonato. En Lituania habrá por primera vez 24 selecciones, no son muchas las ausencias estelares y, en un mal día, cualquiera puede dar un susto. A pesar de eso, España sólo puede pensar en el oro. Hoy, ante Polonia (14.15 h. La Sexta), empieza un camino que debería terminar con la victoria el día 18.
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