Este artículo se publicó hace 16 años.
El delantero al que comparan con Messi
Zárate, del Lazio, se reivindica con sus goles en la Liga italiana
A veces, el ojo clínico es el de los presidentes. Ni entrenadores ni directores técnicos ni ojeadores. El ojo fue el de Claudio Lotito, mandatario del Lazio, cuando le entregaron un DVD con partidos de Mauro Zárate en Qatar."Mañana mismo voy a por él". Al comentárselo a su técnico, Delio Rossi, este le interpeló: "¿No hablas de un perfecto desconocido?". Es verdad que en aquella época apenas sonaba ese nombre. Argentina se preparaba para los Juegos con otros delanteros. Real Madrid y Barcelona buscaban ariete y disparaban a gente más mediática: Benzema, Huntelear...
El nombre de Zárate (1987) aparecía a una atención más baja. Se desconocía incluso su paradero real. Su vida también escapaba de la tentación. Mauro pertenecía a un equipo de Qatar, el Al Saad, donde el dinero nunca fue sinónimo de felicidad. Todavía es inconcebible que el Vélez lo traspasase a ese mundo nada más cruzar la mayoría de edad. Pero los 15 millones de dólares que pagaron los asiáticos justificaron eso y más. Para el futbolista significó solucionar la vida en lo económico. ¿Y en lo futbolístico? Su hermano Sergio lo reconoció: "Es un paso atrás, pero..." .
En enero fue cedido al Birmingham, donde la crónica también fue lluviosa. Apenas levantó la voz y descendió de categoría. Las defensas eran demasiado agresivas. Pero el fútbol también son intuiciones y la del presidente Lotito alcanzó lo celestial. Resulta que hoy ese muchacho, al que la vida escupía malas noticias, es el máximo goleador de la Serie A en Italia y el principal responsable de que el Lazio haya regresado a la zona noble de la tabla. Lo autorizan seis goles en siete jornadas, un tesoro en el Calcio, donde el gol siempre estuvo carísimo.
Mauro ha llegado con un hambre descomunal al Lazio. Quizá eso lo explica todo. Necesita reivindicarse. Coge el balón y estampa a los demonios. La gambeta y el gol. Quizá sea lo mejor que se ha visto con esa camiseta desde Marcelo Salas. "Es el sueño que necesitaba", declara el futbolista, al que su presidente Lotito no solo compara con Messi. Lo mejora. "Es bastante mejor que él", señala. "El único enemigo de Zárate es él mismo", anticipa Delio Rossi, su técnico. Desde su debut ante el Cagliari ha sido una locomotora. No es solo el gol. Es lo que hace hasta que lo encuentra.
Un delantero sin límitesLa definición parece excesiva, pero como dice Cannigga, el mejor delantero argentino de los noventa, "a este muchacho no le veo límites". Han tratado de compararlo con Tévez y Palacio. Pero han llegado a la conclusión de que regatea mejor que uno y tiene más gol que otro. Y respecto a Agüero, compañero de generación, coinciden en que Mauro no tiene tanta imaginación, pero sí más contundencia. No es tan bajito. Mide 1,76 y en algunos apartados parece europeo. Era algo que ya se veía en sus tiempos de Vélez, antes de irse a Qatar y retrasarlo todo.
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