Entrevista a Núria Gabernet"A través de la ansiedad podemos detectar una situación de abuso o maltrato"
Barcelona--Actualizado a
Entrevistamos a la psicóloga Núria Gabernet, que publica Hola, ansietat! (Cossetània), donde nos invita a descubrir cómo podemos aprender a convivir con ella y a entenderla de otra forma.
"La ansiedad no es una enemiga que debemos vencer o controlar, sino una aliada que nos protege de males mayores". Núria Gabernet (Barcelona, 1980), licenciada en Biología y Psicología, ha dado la vuelta a la percepción que tenemos de uno de los principales males de nuestro tiempo: la ansiedad. Y lo ha hecho a través del libro Hola, ansietat! Les claus per comprendre-la i transform-la (¡Hola ansiedad! Las claves para comprenderla y transformarla) (Cossetània). Gabernet nos invita a descubrir cómo podemos aprender a convivir con ella y a entenderla de otro modo, sobre todo después de los estragos que ha causado la pandemia en nuestra salud mental.
"¿Por qué tenemos ansiedad?" es una de las preguntas que Gabernet intenta responder desde un punto de vista optimista, dejando a un lado las sensaciones negativas que nos provoca este trastorno. Sin caer en la visión simplificadora de un libro de autoayuda, la autora facilita herramientas al lector para poder gestionar la ansiedad a partir de la naturaleza, las emociones y la mente, huyendo de la sobremedicación de ansiolíticos y antidepresivos que pueden derivar en dependencias.
Empecemos por la pregunta del millón. ¿Por qué tenemos ansiedad?
No existe una única causa. Son muchos los factores que pueden desencadenar un episodio de ansiedad. Uno de ellos puede ser el déficit de determinadas vitaminas y minerales, o todas aquellas carencias relacionadas con nuestro sistema digestivo. Cualquier inflamación corporal también puede acabar alterando nuestro sistema nervioso y provocar ansiedad, sensación de tristeza, decaimiento...
"La ansiedad no es la mala de la película, sino al contrario: nos alerta de un mal mayor"
A la hora de determinar qué puede estar causando episodios de ansiedad también es importante tener en cuenta el estilo de vida que llevamos, a menudo desconectado de la propia naturaleza. En cuestión de décadas, nuestro entorno ha cambiado mucho y demasiado rápido, y nuestros cuerpos no han tenido tiempo de adaptarse. Nos hemos alejado de cosas tan esenciales como el movimiento, la naturaleza, los alimentos básicos... Esta desconexión ha provocado desórdenes neurológicos que en algunos casos han derivado en trastornos mentales graves.
La ansiedad es un cúmulo de emociones de todo tipo: alegría, tristeza, rabia, miedo... Debemos ser capaces de poder expresarlas de forma sana y que jueguen a nuestro favor. La ansiedad no es una enemiga que debemos vencer o controlar, sino una aliada que nos protege de males mayores.
Antes de la pandemia se hablaba de ansiedad precisamente como un mal menor, ¿cree que a raíz de la covid se ha empezado a tratar como un problema más serio?
Es evidente que la ansiedad existe desde mucho antes de la pandemia, pero sí es verdad que el contexto de la covid ha propiciado la aparición de situaciones que han provocado ansiedad en personas que no estaban acostumbradas a experimentar este tipo de sensaciones. Confinamientos, distanciamiento social, teletrabajo, la mascarilla... Todos estos factores nos han hecho desconectar aún más de nuestra propia naturaleza, generándonos una angustia que en muchos casos ha acabado convirtiéndose en ansiedad, sobre todo entre los adolescentes. Pero a pesar de todo, la pandemia también nos ha ayudado a alejarnos de entornos urbanos y reducir el ritmo frenético de nuestro día a día para reconectar con nosotros mismos.
Se dice que la ansiedad es la otra pandemia, uno de los mayores males de nuestro siglo, pero en el libro la presenta como una mensajera, como una alarma para entender qué nos está pasando.
Sí, exacto. La ansiedad no es la mala de la película, sino al contrario: nos alerta de un mal mayor. Siempre pongo de ejemplo la misma metáfora: si estamos en un edificio y hay un incendio, la ansiedad sería la luz de la alarma antiincendios que nos avisa de que debemos salir de ahí. Esta alarma la podemos tapar con una toalla, pero el incendio no va a desaparecer.
La ansiedad es como un radar, al fin y al cabo, no deja de ser una reacción defensiva del cerebro ante una situación de peligro. En este caso, el mensaje que nos quiere hacer llegar está claro: ¡sal de aquí!
La ansiedad son sensaciones corporales y cada persona las expresa de forma diferente. Se puede manifestar con temblores, cosquilleo en la barriga, dolor de cabeza, mareos, taquicardias o incluso con una sensación de opresión en el cuello. El lenguaje con el que nos habla el cuerpo es único, y es necesario realizar un ejercicio para entender qué nos está diciendo cuando tenemos ansiedad. Si aprendo a gestionarla, puede incluso jugar a nuestro favor.
Nos avergüenza reconocer que sufrimos ansiedad. Para muchos es una señal de debilidad. ¿Cree que debemos cambiar la percepción social de este trastorno?
Totalmente. Tener ansiedad es sano. Creo que debemos relacionarnos con ella de una manera diferente, sin criminalizarla, entendiendo que tiene una función y que nos protege de males mayores. Por ejemplo, la ansiedad nos puede alejar de un entorno tóxico, ya sea por exceso de luz, ruido o por el ambiente que se respira. Gracias a la ansiedad podemos detectar una situación de abuso o maltrato físico y psicológico.
Uno de los grandes problemas a la hora de tratar la ansiedad es la sobremedicación, que en ocasiones puede generar dependencias. ¿La medicación es la "solución fácil"?
Es la solución fácil, pero por la forma en la que funciona el sistema de salud actualmente y por el desconocimiento y la falta de actualización de los profesionales. Por un lado, el tiempo de visita del cual disponen los médicos no es suficiente para tratar problemas como la ansiedad, por eso recurren directamente a la medicación. En determinados casos, el uso de ansiolíticos es necesario, pero existen tratamientos alternativos que van a la raíz de la cuestión y que, a largo plazo, son más efectivos. Como decía antes, el incendio no se apagará poniendo una toalla (medicación) sobre la luz de alarma (ansiedad). Se debe actuar sobre el fuego (mal mayor).
¿Cuál sería la solución ideal?
La terapia cognitiva o conductual. En primer lugar, es necesario valorar el estilo de vida del paciente: los hábitos, la calidad del sueño, cómo se alimenta, cómo es su entorno, si está en contacto con la naturaleza, si tiene un déficit de determinadas vitaminas, etc. En ocasiones, incorporando cambios en el estilo de vida, la ansiedad desaparece. En segunda instancia, también es necesario ver cómo gestiona las emociones y qué pensamientos son los que le generan ansiedad.
'Hola, ansiedad!' va más allá de la visión simplificadora de un libro de autoayuda. ¿A quién va dirigido?
¡Hola, ansietat! (Cossetània) va dirigido no sólo a personas que tienen ansiedad, sino a todo el que quiera conocer más sobre este trastorno que todos hemos sufrido alguna vez. El objetivo final del libro es invitar al lector a cambiar la forma de entenderla y de relacionarse con ella. Sólo así conseguiremos disminuir sus efectos e incluso hacerla desaparecer. Pero antes, deben producirse muchos cambios a nivel social. Es necesario volver a las formas de vida de antes y reconectar con la naturaleza.
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