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Egos desproporcionados, ambición y manipulación se dan cita en Devils, una serie cuyo título ya dice mucho de unos personajes con una brújula moral que (casi) siempre apunta al interés propio. En medio de ese mundo oscuro de las finanzas que recogió Guido Maria Brera en la novela I Diavoli y que ahora adaptan Alessandro Sermoneta, Mario Ruggeri, Elena Bucaccio, Guido Maria Brera, Daniele Cesarano, Barbara Petronio y Ezio Abbat se alzan Patrick Dempsey, Alessandro Borghi y Laia Costa. Cada uno vértice de un triángulo con forma de thriller.
La acción transcurre principalmente en el Londres de 2011 con las repercusiones de la crisis de 2008 resonando sobre una trama que arranca con Massimo Ruggero (Alessandro Borghi) haciendo ganar un puñado de millones de euros a cuenta de Grecia al New York London Investment Bank, banco para el que trabaja y en el que aspira a convertirse en vice-CEO. Lo tiene todo: carisma y talento para las finanzas. También, un o unos enemigos poderosos dispuestos a ponerle piedras en el camino en su ascenso. La primera piedra, una esposa adicta que reaparece para hacer tambalearse de nuevo su vida.
Pero, por muchos enemigos que tenga y sucias tretas que usen para no dejarle ascender, lo cierto (y ahí es donde reside el interés en Devils) es que él tampoco es ningún santo. Es más, él mismo baraja la posibilidad de que sea tan demonio como lo son tantos otros en su mundo. Lo hace en forma de pensamiento intenso y monólogo interior que abunda en los dos capítulos vistos ante del estreno. Expresando en voz alta lo que piensa y siente convierte al espectador en participante de sus diatribas morales. Una técnica que, en ocasiones, puede hacerse pesada.
Frente a él, como si de un western financiero se tratase, se encuentra Dominic Morgan (Patrick Dempsey), su padrino y mentor y la persona que se supone que le apoya en su ascenso. Sin embargo, en la batalla de egos e intereses ocultos que esconde Devils, los suyos son los más retorcidos y misteriosos. Ruggero se abre al espectador en los mencionados monólogos. Mientras que las motivaciones de su jefe se reservan como giro de guion para más adelante sin que eso impida vaticinar que no es de fiar.
Y haciendo de puente en esa batalla entre ambos hombres movidos por la ambición, Sofía Flores (Laia Costa), hacker de origen argentino miembro de una organización dedicada a filtrar documentos e información comprometedora para los poderes. Aliada de Ruggero un poco con engaños, intenta usar los datos que este le proporciona y los que ella puede conseguir por sus medios para tumbar al imponente banco. Aunque eso implique seguirle el juego a un tiburón de las finanzas con el que tiene pocas cosas en común.
Devils es un thriller, con muerte a resolver y trama compleja detrás, que a veces puede ser complicado de seguir para quien no esté familiarizado con el mundo de las finanzas, la bolsa y las acciones. Los personajes, en los dos primeros capítulos, repiten en varias ocasiones cuál es su juego y su estrategia, hablan de mantener 'en corto', pero el guion no se esfuerza demasiado en explicar a qué se refieren. Puede que no sea indispensable para entrar en su universo, pero en ocasiones da la sensación de que podían haberse molestado un poco más en aclarar ciertos puntos y dedicar unos minutos a la didáctica.
Por contra, en su escena inicial deja claro de qué va con su metáfora de los peces, los tiburones y el agua llevado al mundo de la venta y compra de acciones. Concisa y clara, sienta las bases sobre las que se construye una historia en la que sus personajes, las relaciones entre ellos (mucho más complejas de lo que pueda parecer de inicio) y lo que les mueve lo son todo. El de Devils es un mundo predominantemente masculino con pocas mujeres pisando el parqué, algo que no impide el desarrollo de buenos personajes femeninos. No solo el de la hacker interpretada por Costa. Nina (Kasia Smutniak) está lejos de ser la 'mujer florero' y 'esposa de'. O eso promete el arranque de la serie.
Por otro lado, los creadores de Devils no han renunciado a darle un contexto lo más real y anclado a la crisis económica de 2008 posible. Así, se cuelan tanto en plano como argumentalmente las revueltas en Grecia, por ejemplo, y la situación financiera de Italia, España y Portugal. O los escándalos que tumbaron a Dominique Strauss-Kahn, entonces presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Además de la más que evidente similitud entre la organización que filtra información y saca datos a la luz en la sombra en la pantalla y la Wikileaks de Julian Assange.
La temporada de Devils está compuesta por diez episodios, dirigidos por Nick Hurran y Jan Maria Micheline. Movistar Series emitirá un capítulo nuevo cada miércoles, que pasará después a estar bajo demanda en su plataforma de VOD. Y, aunque no cuente nada novedoso, Dempsey, Borghi y Costa tiran del carro de manera solvente.
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