Este artículo se publicó hace 3 años.
Receta de albóndigas veganas
Como a veces tenemos la piel más fina que un plátano pasado, dicen que estamos en guerra. Una trinchera cultural en los fogones de Twitter. Algunos acusan a los veganos de querer apropiarse de todo: que si chorizo “vegano”, que si “sobrasada” vegana, que si “boquerones”… Se ríen de ellos como quien se mofó de los primeros cristianos sin saber que un día estos conquistarían el mundo.
Este redactor, sin ser vegetariano, no lo ve tan extraño: el veganismo busca un gigantesco cambio cultural (nada menos que modificar una dieta de centenares de miles de años) y, a sabiendas de que es una ética con futuro, necesita introducirse en los símbolos, transformarlos en otra cosa, eliminar “el sufrimiento” de los clásicos.
Si lo consiguen, en un futuro, quien piense en unas albóndigas, tal vez le venga a la cabeza la avena, la soja, el guisante o la berenjena, antes que la carne picada de ternera, cerdo o cordero. Acaso el diccionario cambie su definición: “Bolas que se hacen de carne o pescado picado menudamente y trabado con ralladuras de pan, huevos batidos y especias, y que se comen guisadas o fritas”.
Las albóndigas veganas entran dentro de esta pugna histórica. Y lo mejor -más allá de que sean albóndigas o no, según la Real Academia- es que están buenas. Bolas vegetales, firmes y gustosas.
Las hay de muchos tipos, con soja texturizada fina, lentejas cocidas, berenjenas, boniato… Vegetales que reorganizan sus átomos para imitar a nuestra receta infantil favorita. El único secreto es conseguir que salgan lo suficientemente compactas como para formar las bolas. Los ingredientes y aderezos bailan mucho según el cocinero. Tal vez esto se deba a que todavía no existe una receta canónica. Tiempo al tiempo...
Dificultad de la receta: Baja como la temperatura en el Polo Norte.
Nivel de emoción al comerla: Como acudir al espectáculo de un mago que transforma los conejos en cebollas.
Pega con… Cena navideña salvando los corderos del mundo.
Partículas elementales: Fibra, proteínas, minerales y vitaminas, enseñándole sus músculos a la carne.
Receta de albóndigas veganas
Ingredientes 4 personas:
100 gr. de soja texturizada fina (luego se hidrata).
2 cucharadas de harina de avena, de garbanzo, o de trigo.
Pan rallado.
1 cucharadita de ajo en polvo.
Pimienta negra.
Perejil o cilantro picado.
Tomate frito casero.
Una pizca de tomillo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.
1. Prepara las albóndigas:
En un bol grande u olla pon a hidratar la soja (con agua caliente y espera a que crezca). Una vez hidratada cuélala bien. Mezcla la soja con la harina y las especias. Tritúralo en un recipiente hasta conseguir la textura exacta (lo suficientemente consistente como para formar las bolas). Añade más harina si fuera necesario.
2. Fríe las albóndigas y cocínalas en la salsa:
Dale forma de albóndigas a la mezcla. Pásalas de nuevo por harina o por pan rallado y fríelas en abundante aceite caliente. Pásalas por papel absorbente de cocina y reserva. Si tienes una salsa de tomate frito casero, introdúcela en una sartén amplia. Si no, puedes freír varios tomates maduros y mezclarlo con varias cucharadas de tomate frito de bote o concentrado (la mezcla de ambos elementos darán una salsa muy palatable). Añade las albóndigas a la salsa y tenlas cocinándose durante unos cinco minutos. Sírvelas calientes.
➥ Seguimos con una receta de albóndigas de berenjena.
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