Este artículo se publicó hace 2 años.
Qué es la Nouvelle Vague de la que Jean-Luc Godard es referente
Este movimiento surgió en Francia a finales de los años 50 a modo de oposición al cine de masas.
Marcos Gracia
Madrid-Actualizado a
El director franco-suizo Jean-Luc Godard se ha encargado de dar forma a la conocida nueva ola francesa surgida a finales de los años 50. Este movimiento cultural rupturista con el cine de masas se alzó por la libertad de expresión y ejecución (producción) fílmica.
Este movimiento político-social y cultural surge a modo de protesta contra las películas que están empezando a llegar a Europa desde EEUU. La industria de Hollywood y el cine de masas acapara los arquetipos de cómo debe ser el cine. La Nouvelle Vague surge a modo de protesta desde las páginas de la conocida revista francesa Cahiers du Cinéma.
Surge de estas publicaciones porque el trabajo del fundador del magacín, André Bazin, y de los intelectuales y críticos de cine se basa en defender la esencia del cine francés. Entre estos estudiosos se encontraban François Truffaut, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol o Eric Rohmer.
Estos críticos, que acabaron lanzándose al profundo mundo de la gran pantalla, comenzaron a crear el manifiesto no escrito de uno de los movimientos culturales y políticos más relevantes del país en el siglo XX.
Uno de los referentes de la nueva ola francesa en obtener reconocimientos en primer lugar fue François Truffaut siendo elegido como mejor director en el Festival de Cannes en 1959 por Los cuatrocientos golpes. Esta Nouvelle Vague, consolidada a principios de los años 60, acabó agrupando títulos como Jules y Jim (1961), La coleccionista (1967) de Eric Rohmer o Al final de la escapada (1960) que fue dirigida por Godard.
Godard referente en la nueva ola francesa
Juan-Luc Godard fue uno de los padres de esta rebelión cinematográfica. El cineasta, que ha fallecido este martes a los 91 años, se encargó de dar forma a sus palabras en la revista Cahiers du Cinéma.
Su pasión por el cine y la inconformidad le llevó a querer dirigir sus propias películas. Ya no le valía con hablar de cine, quería crear. Sus primeras obras, en forma de cortometrajes, marcaron el preludio de lo que sería una larga y compleja carrera como director.
En 1955 lanzó su primer corto, Une femme coquette, seguido en 1957 por los 21 minutos de duración de Tous les garçons s'appellent Patrick. Con su tercera entrega, Al final de la escapada, en 1960 el film consigue un éxito internacional.
À bout de souffle (Al final de la escapada), protagonizada por Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg, marcó un punto de inflexión en el cine francés. El uso de técnicas innovadoras y poco ortodoxas como el uso de la cámara en mano o los saltos de planos distanció aquellas películas americanas de su cine. Además, marcó una tendencia: utilizar un estilo documental para contar historias.
Este estilo revolucionario fue un mero reflejo del estilo de vida del cineasta. En mayo de 1968 el festival de Cannes pretendía continuar con normalidad mientras las calles parisinas se veían envueltas en manifestaciones masivas de jóvenes estudiantes que intentaban ser apagadas por la violencia policial.
Un grupo de cineastas, ante el silencio de la élite cinematográfica y la negativa por parte de la organización para retrasar algunas proyecciones, Carlos Saura, Géraldine Chaplin, Jean-Luc Godard, Jean-Pierre Rassam y François Truffaut se lanzan al escenario para evitar la proyección de Peppermint frappé.
Godard, al igual que el resto de directores, acabaron colgándose del telón del escenario mientras el film se reproducía de fondo. Este acto inconformista, revolucionario, representa que no es que Godar formase parte de la Nouvelle Vague, si no que este movimiento era Godard.
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