Este artículo se publicó hace 7 años.
Series de ciencia ficción'Battlestar Galactica' y otras cinco series para reivindicar la ciencia ficción
A veces se tiende a pensar que la ciencia ficción es un género menor por aquello de estar ambientada en futuros más o menos imposibles o por dejarse llevar por la imaginación a la hora de contar una historia. Nada más lejos de la realidad. Ejemplos como ‘Battlestar Galactica’ demuestran que la ciencia ficción es un género que puede ser más serio y atrevido que cualquier drama realista.
María José Arias
Madrid--Actualizado a
Dice Marina Such, autora de Guía del seriéfilo galáctico (Plan B, Dolmen), que Battlestar Galactica es la recomendación comodín, la que nunca falla. Que si alguien pide consejo sobre qué serie ver, la creada por Glen A. Larson y Ronald D. Moore es una apuesta segura. Le gusta a todo el mundo independientemente de si se es fan o no de un género, el de la ciencia ficción, tradicionalmente ninguneado por los premios y que tiende a ser visto como menor frente a otros como, por ejemplo, el drama.
Con motivo de la reciente publicación de su primer libro, una guía en la que recoge y analiza las 50 series imprescindibles de la ciencia ficción, Público ha hablado con la periodista Marina Such, @missmacguffin en Twitter y redactora jefe de Fuera de Series, para que, como experta y amante del género recomiende seis títulos que, según su criterio, sirven para reivindicar el universo seriéfilo de las naves espaciales, los robots, los futuros inciertos… En resumidas cuentas, de la ciencia ficción.
Seis recomendaciones que tienen su hueco también en Guía del seriéfilo galáctico, el primer volumen de una colección de libros sobre series publicada por Dolmen y Fuera de Series. Los títulos seleccionados por Such sirven como ejemplos de peso para demostrar a los más descreídos que la ciencia ficción puede ser un género mayor que se atreve con temas de profundo calado político y social pese a su envoltorio futurista o de lo extraordinario.
'Battlestar Galactica' (2004)
Creada por Glen A. Larson y Ronald D. Moore, Battlestar Galactica consta de cuatro temporadas (disponibles en Netflix) y tiene su germen en una serie de los setenta. La trama arranca cuarenta años después de que los cylons, unos seres robóticos, atacasen a la humanidad. En la actualidad los humanos viven repartidos en doce colonias y unos cylons más evolucionados y con intenciones dominadoras han hecho acto de presencia infiltrándose entre los humanos y boicoteando sus sistemas. Mientras, un grupo de supervivientes, a bordo de la nave protagonista, lucha por recuperar el terreno perdido tras la última y devastadora ofensiva enemiga.
El porqué de Marina Such: “Es la serie que mejor contó cómo era el mundo justo después del 11-S, y la que todavía cuenta a la perfección las retóricas del otro empleadas para deshumanizar a los que consideramos nuestros enemigos, aunque sean iguales que nosotros. Su retrato de la política, de lo difícil que puede ser a veces separar lo militar de lo civil y el poder ejecutivo del legislativo, de lo fácil que es entregarse a soluciones totalitarias en momentos de crisis, la convierte en una serie muy vigente”.
'The Expanse' (2015)
Se han emitido ya dos temporadas y hay una tercera anunciada para el próximo año, aunque en España solo está disponible de momento la primera en Netflix. Sus creadores son Mark Fergus y Hawk Ostby y está ambientada en un futuro 300 años más adelante en el que el hombre ha colonizado por completo todo el Sistema Solar. El protagonista es un detective, Josephus Miller (Thomas Jane), al que le encargan la tarea de encontrar a una chica en paradero desconocido. Ella es Juliette Andromeda Mao (Florence Faivre). Ambos se mueven en un sistema inestable con grandes diferencias sociales y económicas entre unos planetas y otros y con continuas tensiones políticas entre ellos. No es lo mismo haber nacido en la Tierra, que en Marte o en el cinturón de asteroides del que es originario el detective protagonista que se ve envuelto en una conspiración interplanetaria que evitar.
El porqué de Marina Such: “Las tensiones políticas y la discriminación hacia los que se consideran ciudadanos de segunda clase son un aspecto fundamental de la trama de la serie. Y ésta tiene más ambición temática, y una escala mayor, que muchos dramas que se presentan como representaciones serias de asuntos reales. La guerra fría entre la Tierra y la colonia humana de Marte puede ser una metáfora de muchas tensiones que se dan en la realidad”.
'Black Mirror' (2011)
Uno de los fenómenos que ha revolucionado en panorama seriéfilo de los últimos años. Tres temporadas más el especial de Navidad (pueden verse todos los capítulos en Netflix) y una cuarta tanda aún por estrenar de una serie creada por el irreverente Charlie Brooker que no deja indiferente a nadie. Cada capítulo cuenta una historia distinta (aunque hay teorías que demuestran que ocurren en una misma realidad alternativa) pero todos comparten el mismo sentido de ser: explorar hasta dónde el ser humano es capaz de llegar con la tecnología y hasta donde puede llegar su dependencia de ella. Redes sociales, videojuegos, Internet, robótica, realities, fenómenos virales, realidad virtual… Cualquier tema relacionado con la tecnología le sirve a Brooker para explorar la condición humana. Black Mirror no es una crítica hacia la tecnología como tal, sino, más bien, al uso que se hace de ella.
El porqué de Marina Such: “En un mundo en el que la tecnología es tan importante, y alcanza todas las facetas de nuestra vida, es justo preguntarse si puede ser algo beneficioso o puede llevarnos al desastre. En realidad, la pregunta que se hace la serie es si los seres humanos estamos inclinados a utilizar la tecnología para el bien, o para entregarnos a nuestros peores instintos. Y la respuesta no es, en general, demasiado halagüeña”.
'Orphan Black' (2013)
Una de esas series muy comentada dentro de los circuitos seriéfilos, pero quizá menos conocida para el gran público. En parte porque en España no la tiene ninguna cadena y para verla hay que esperar a que Netflix cuelgue la temporada completa tras ser emitida fuera. Actualmente pueden verse las cuatro primeras en esta plataforma de VOD y el 13 de agosto colgarán la quinta y última tanda en la que se desvelará la suerte que corren Sarah Manning y el resto de clones. Todas ellas interpretadas por una Tatiana Maslany que es el alma de una serie que explora la clonación humana y conceptos como la identidad personal y la propiedad.
El porqué de Marina Such: “La ética de la experimentación científica en manos de grandes corporaciones (cuyo objetivo principal es ganar dinero) es un asunto muy importante en esta serie. La arrogancia intelectual de los creadores del programa que genera a las clones protagonistas se contrapone a la hermandad entre ellas, a su apoyo conjunto y a sus esfuerzos por ganarse su independencia de dicha corporación, por reivindicar su individualidad y reclamar la propiedad de sus cuerpos”.
'Westworld' (2016)
Jonathan Nolan y Lisa Joy están detrás de la conversión en serie de la película homónima de Michael Crichton de 1973. El universo dibujado en el cine era más amplio, pero para su primera temporada Westworld se centró en el cuadro más del Oeste americano. Un parque temático en el que los visitantes viven como auténticos vaqueros con unos actores que son robots humanoides de última generación creados para el disfrute de los humanos. Pero, ¿qué pasaría si estos ‘juguetes’ tuviesen alma y reivindicasen su derecho al libre albedrío? La primera temporada puede verse en HBO España. Lo complicado de la producción ha hecho que los plazos de esta serie en la que los personajes femeninos tienen una fuerza arrolladora (Evan Rachel Wood y Teddy Newton son buen ejemplo de ello) se dilaten más de lo deseado por sus seguidores. La segunda temporada no llegará hasta 2018.
El porqué de Marina Such: “Todas las historias con robots de tipo humanoide buscan siempre explorar qué cosas nos hacen humanos, qué provoca que consideremos a los anfitriones del parque meras máquinas y a los visitantes, seres humanos. Esta serie, además, nos muestra también lo sencillo que nos resulta maltratar a todos los entes que consideramos que no son como nosotros. Y quien dice entes, dice personas a las que la sociedad decide considerar más objetos que otra cosa”.
'Babylon 5' (1994)
La veterana de esta selección de Marina Such para reivindicar el género. Detrás de Babylon 5 se encuentra J. Michael Straczynski, responsable junto a las hermanas Wachowski de Sense 8. Cinco temporadas que no están disponibles en ninguna plataforma de VOD en España, pero que pueden comprarse vía Internet. Está ambientada en el siglo XXIII décadas después de que seres humanos y aliens estableciesen comunicación. Los segundos pertenecen a la raza de los Centauri y su tecnología ha sido usada por los primeros para avanzar en la industria espacial. Y, claro, al ponerse a explorar otros mundos tropiezan con otros extraterrestres menos dispuestos a compartir, los Minbari, y estalla una guerra que acaba con un terreno neutral con forma de estación espacial y de nombre Babylon 5 en el que las distintas razas se encuentran para resolver sus litigios por la vía del diálogo. Esa es la idea.
El porqué de Marina Such: “Los gobiernos totalitarios y la insensibilidad de la comunidad internacional hacia conflictos que prefiere ignorar son dos temas que se tocan en una serie que, por su aspecto, podría descartarse como otra más de aventuras espaciales con extraterrestres estrafalarios. Pero éste es un título muy serio, un título que explora genocidios que quedan impunes o las complicadas consecuencias que puede tener una guerra que nadie ganó”.
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