Este artículo se publicó hace 12 años.
"Desconcierto" en Fukushima al dispararse el calor dentro del reactor 2
Tepco investiga si las mediciones se deben a que un termómetro de la unidad está averiado
Máximo desconcierto en Fukushima. La unidad 2 de la central lleva toda una semana dándole quebraderos de cabeza a los técnicos de Tepco: la temperatura tomada en el suelo del reactor, donde está parte del núcleo fundido, no deja de crecer de forma disparatada mientras el resto de las mediciones del reactor son perfectamente correctas. En los dos últimos días, las mediciones en el fondo del reactor han pasado de 74 ºC a 95 ºC. Y todo a pesar de que los operarios de Tepco llevan desde el lunes pasado inyectando grandes cantidades de agua fría y ácido bórico para evitar que la máquina vuelva a quedar fuera de control.
La compañía nipona reconoce que no sabe a qué se deben esas mediciones. De momento, mientras siguen tratando de enfriar esa zona del reactor, señalan que puede deberse a que el termómetro que hay en ese punto puede estar roto. "Si la temperatura está realmente por encima de 90 grados, puede ser que haya un punto en la vasija de presión al que no está llegando el agua. Si no se hace nada, la temperatura seguirá subiendo y la vasija de presión se puede dañar. Tepco tendrá que cambiar la forma en que se inyecta agua o la cantidad del agua inyectada", explicó ayer un portavoz de la eléctrica.
Sin embargo, Tepco considera que lo más probable es que el medidor de temperatura está averiado, ya que los otros dos termómetros que hay en el fondo del reactor se mantienen por debajo de los 40º. El 1 de febrero, los tres medidores marcaban entre 44º y 50º. A partir de ese momento, uno de ellos comenzó a dar registros cada vez más altos. El agua inyectada ha llevado a los otros dos puntos del reactor a rebajar su temperatura hasta los 34º.
El riesgo de los cien gradosEl pasado diciembre, el Gobierno japonés certificó que todos los reactores de la central de Fukushima habían entrado en "condición de parada fría", lo que permitía comenzar con el plan para desmantelar la planta y, más adelante, permitir el regreso de algunos evacuados a sus casas. Uno de los principales requisitos para considerar estables los reactores es que su temperatura esté por debajo de 100º; más allá se considera probable el riesgo de que el combustible atómico vuelva a fundirse. De momento, Tepco asegura que no se ha detectado un aumento de las emisiones radiactivas.
El ministro de Medio Ambiente y responsable de lidiar con la crisis nuclear, Goshi Hosono, afirmó ayer en el Parlamento japonés que para el Gobierno los reactores siguen en parada fría, como muestra el resto de mediciones. "La fluctuación del dispositivo es desconcertante. En este momento, sin embargo, no es necesario cambiar la decisión de que [el reactor está] en un estado de parada fría", aseguró Hosono, según recoge la agencia Kyodo.
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