Este artículo se publicó hace 14 años.
Zelaya cree que "faltó colmillos" a los esfuerzos internacionales por restituirle
El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, propuso la aplicación de una serie de sanciones en contra de los ejecutores de golpes de Estado y aseguró que su fallido intento de regresar al poder en su país fue producto de la "falta de colmillos" de la comunidad internacional.
Zelaya, quien se encuentra en República Dominicana en calidad de "huésped distinguido", planteó la creación de tribunales internacionales, la disolución de los Ejércitos regulares que hayan participado en golpes de Estado y la aplicación de sanciones económicas y comerciales a los regímenes sustitutos de los Gobiernos elegidos democráticamente.
"El hecho de que no hayamos podido regresar al poder en Honduras, lo atribuimos a la falta de colmillos, a la falta de dientes de la comunidad internacional", aseguró Zelaya quien, sin embargo, dijo agradecer las gestiones de Gobiernos y organismos en favor de su restitución.
En una rueda de prensa, el ex gobernante propuso, además, el no reconocimiento y la expulsión de sistemas multilaterales y organismos internacionales de los Gobiernos golpistas, así como la cancelación de visados y el congelamiento de cuentas bancarias a los interruptores del orden constitucional.
Zelaya informó, asimismo, que en "los próximos días" definirá un eventual viaje a México, tras consultas en ese sentido entre el presidente de ese país, Felipe Calderón, y su homólogo dominicano, Leonel Fernández.
En referencia a la situación de Honduras, tras el ascenso al poder del presidente Porfirio Lobo, Zelaya exigió "castigo" para los autores del golpe de Estado en su contra y el cese "inmediato" de la represión que, aseguró, sufre el pueblo hondureño.
"El sistema de justicia (en Honduras) debe ser reestructurado y depurado, y retirar de sus cargos en las diferentes instituciones a las personas involucradas en el golpe de Estado, aún cuando estén amparados por la amnistía aprobada con el fin de concederles impunidad", afirmó.
Destacó la solidaridad que han mostrado a su favor los presidentes latinoamericanos y de otras latitudes, y aseguró que mantiene "excelentes relaciones" con los Gobiernos que forman la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
Zelaya reiteró que piensa regresar "lo más pronto posible" a Honduras, aunque fue enfático en afirmar que por el momento "no están dadas las condiciones" para ello.
"Los que quieren juzgarme son mis adversarios, quienes no han levantado un solo dedo para juzgar a los asesinos, torturadores y represores del pueblo hondureño (...)", manifestó.
"Falta mucho por hacer en Honduras, aunque nuestra disposición es buscarle salida al proceso de reconciliación nacional", declaró Zelaya, acompañado de Rasel Tomé, uno de los líderes de la resistencia hondureña.
El ex gobernante se mostró de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que instó hoy a las autoridades de Honduras a revisar el decreto de amnistía general aprobado por el Congreso Nacional para los involucrados en el golpe de Estado del 29 de junio pasado.
"Tal y como dice la CIDH esa amnistía es ambigua (...) una cosa son los delitos políticos y otra, muy distinta, son los delitos contra personas", aclaró Zelaya.
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