Este artículo se publicó hace 14 años.
Tribunal Supremo de Justicia de EE.UU. no acepta apelación de Santa Sede
El Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos rehusó hoy escuchar una apelación de la Santa Sede que buscaba anular una querella contra la Iglesia católica por los abusos sexuales cometidos por un sacerdote.
El sacerdote murió en 1992 y la decisión de hoy del Supremo permite que la demanda continúe su proceso, compensaciones económicas incluidas.
La demanda titulada John Doe vs. Vaticano se inició en 2002 en Oregon alegando que el sacerdote católico Andrew Ronan había abusado sexualmente de un menor de edad. Ronan había sido trasladado por sus superiores de Irlanda a Chicago y luego a Portland a pesar de las acusaciones de abusos sexuales.
El argumento central de la querella es que Ronan era un empleado de la Iglesia católica y la responsabilidad se eleva a sus superiores inmediatos, los obispos en las diócesis donde fue asignado, y en última instancia al Vaticano.
Los abogados de la Iglesia católica alegaron que la Santa Sede está amparada por la inmunidad que se extiende a los Estados soberanos.
Un juez federal en Oregon dictaminó que podía haber una excepción a la Ley de Inmunidad Soberana de Países Extranjeros en este caso, y que existía un vínculo suficiente entre el Vaticano y Ronan como para que se le considerase un empleado de la Santa Sede bajo la ley de Oregon.
En marzo de 2009, el Tribunal Federal de Apelaciones del Noveno Distrito, en Sacramento (California), ratificó ese fallo, y los abogados de la Santa Sede elevaron su apelación al Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Jeffrey Lena, un abogado que representa a la Santa Sede en EE.UU., ha dicho que el caso John Doe vs Santa Sede "es un intento de usar acontecimientos trágicos como plataforma para un ataque más amplio" contra la Iglesia católica.
La demanda busca compensaciones de la Santa Sede, de la Arquidiócesis de Portland, del obispo de Chicago y de la Orden de los Frailes Servidores por los abusos cometidos en 1965 y 1966 por Ronan, quien había admitido que abusó de un niño en la Arquidiódesis de Armagh, Irlanda, a mediados de la década de 1950.
La Iglesia supo de sus abusos y trasladó al sacerdote a Chicago, donde Ronan admitió que abusó de tres varones en la Escuela Secundaria St. Philip.
Más tarde, el sacerdote fue transferido a la Iglesia St. Albert, en Portland, donde fue acusado de abusos por la persona que presentó la demanda.
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