Este artículo se publicó hace 12 años.
El tribunal rechaza las peticiones de Garzón
No admite las recusaciones de Varela y Marchena, ni la posibilidad de que el juez pueda apelar en caso de ser condenado. Sólo admite parcialmente que puedan oírse algunas de las escuchas ordenadas por Garzón. Los abogados de la
En la primera sesión del juicio contra Baltasar Garzón por ordenar las escuchas del caso Gürtel, la sala del Tribunal Supremo (TS) ha rechazado de plano casi todas las peticiones formuladas por la defensa del magistrado.
Garzón, entre otras cosas, ha pedido la recusación de dos magistrados de la sala, Manuel Marchena y Luciano Varela, así como la posibilidad de recurrir en segunda instancia a la Sala del 61 del Alto Tribunal en caso de una eventual condena e incorporar la audición de las grabaciones por las que se le acusa. Tras un receso de algo más de media hora para deliberar, los jueces del Supremo han decidido rechazar las peticiones de Garzón. Sólo han aceptado que puedan escucharse durante el juicio algunas de las grabaciones entre los acusados pro el caso Gürtel y sus abogados.
Las recusaciones a Marchena y Varela, dos de los jueces del tribunal que juzga este caso, han sido rechazadas. Sobre la posibilidad de apelar a la Sala del 61, el tribunal ha dicho que "le corresponde al legislativo" plantear esta posibilidad ya que, al ser aforado, Garzón es juzgado por el Supremo y no puede apelar a uno superior.
Sobre la audición de las escuchas durante el juicio, el tribunal acepta "en parte": dice no a las excluidas y que forman parte de la pieza de confidencialidad. Admite el resto de conversaciones entre los letrados y sus clientes "siempre que se justifique el interés y se acoten los momentos, se procedería a esa audición". Los magistrados acordaron que está audición se realice a puerta cerrada y sin asistencia de público.
El tribunal también ha aceptado llamar a declarar como imputado a Vicente Maroto, el funcionario del juzgado de Garzón en la Audiencia Nacional que se dedicó a la instrucción del caso Gürtel.
Tras estas consideraciones, el juicio se aplaza hasta las 17:00 horas. Será entonces el turno de Garzón: le toca declarar.
Antes, durante la mañana, todos los abogados de las acusaciones y también la Fiscalía habían rechazado las peticiones de Garzón. Las solicitudes de Garzón, que según el propio abogado podrían haber retrasado en 24 horas la continuación de la vista, no fueron respaldadas por el fiscal Antolín Herrero, a pesar de que el Ministerio Público no acusa y pide su absolución.
También las rechazaron José Antonio Choclán, que representa al considerado cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa. Choclán acusó a Garzón de "manipular y fabricar tesis para tratar de legitimar sus decisiones prevaricadoras", como fue ordenar las escuchas a los letrados.
Choclán, que se adhirió a la querella presentada por el abogado Ignacio Peláez contra Garzón y pide 17 años de inhabilitación para el magistrado por los delitos de prevaricación y violación de las garantías constitucionles, consideró extemporáneos y manifiestamente infundados todos los planteamientos del juez. Así, señaló que "a cualquier ciudadano le gustaría tener el privilegio" que tiene Garzón de ser juzgado en el Tribunal Supremo y que quien, como él, utiliza ese privilegio por su aforamiento "no puede utilizarlo para poner tachas al sistema".
"La legalidad vigente es la que es y no hay razón para suspender este juicio", dijo Choclán coincidiendo con lo que después expuso el abogado Gonzalo Rodríguez Mourullo, que representa al número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo, y pide 15 años de inhabilitación para Garzón. Según ambos letrados, las pruebas solicitadas por Garzón son "manifiesamente impertinentes". No obstante, en el caso de que la sala admitiera la audición de las escuchas, reclamó que sea a puerta cerrada.
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