Este artículo se publicó hace 17 años.
Trasladan a Yamena a los españoles detenidos en Chad
El presidente de Chad, Idriss Deby, manifestó su esperanza de que los asistentes de vuelo españoles recuperen la libertad
Después de pasar nueve días detenidos en Abeche (Chad), los siete españoles llegaron ayer por la tarde a la capital del país, Yamena, por orden del Tribunal Superior. El piloto y los seis tripulantes del avión que trataba de desplazar a Francia a 103 niños chadianos llegaron junto a dos ciudadanos de Chad y los nueve franceses miembros de la ONG gala, El Arca de Zoé, que coordinaba la operación.
Todos ellos están acusados de secuestro de menores y estafa, o complicidad con estos delitos. Si son condenados, los acusados podrían tener que cumplir penas de trabajos forzosos de entre cinco y 20 años.
Pero el presidente de Chad, Idriss Deby, manifestó su esperanza de que los asistentes de vuelo españoles recuperen la libertad, pero en Grijet, la compañía dueña del avión, temen por el piloto y dudan de las palabras de Deby “hasta que salgan todos en libertad”.
Los padres llegan a Abeche
“Los críos están traumatizados”, aseguró ayer la portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Chad, Annette Rehrl, mientras decenas de padres comenzaban a llegar a Abeche para recuperar a sus hijos.
Para Rehrl no hay dudas y asegura que hallar a esas familias significa que la ONG cometió un secuestro. En las próximas horas, explicó, “se permitirán los primeros contactos con los padres”, pero las devoluciones de los niños –de los que al menos 91 tienen familia– no se producirán hasta la semana que viene. La Cruz Roja deberá desplazarse primero a los pueblos e investigar con las fotos y las declaraciones que les han tomado a los niños. “No se les puede dejar en manos de cualquiera”, explicó.
Respecto a la salud de los menores, un portavoz de Cruz Roja aseguró que es “muy buena” y que han sido vacunados contra enfermedades como el sarampión “para evitar epidemias”. Además, cuentan con 20 asistentes sociales locales que les acompaña durante todo el día.
Todavía quedan 12 chicos de los que se desconoce su procedencia “porque los más pequeños no saben hablar muy bien”, explican en la organización. De los 103, unos 70 son menores de cinco años y 85 proceden de Adré y Tiné, una zona fronteriza con Sudán y con mucho desplazamiento interno, lo que dificulta su localización. Pero las organizaciones se muestran optimistas y aseguran que “lo peor ya ha pasado”.
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