Este artículo se publicó hace 12 años.
Sindicatos y patronal pactan subidas salariales inferiores al IPC
Barajan una horquilla de entre el 0% y el 0,5% para este año y de hasta el 0,6% para 2013 y 2014. Potenciarán, además, la "flexibilidad interna negociada" con medidas como la distribución irregular de la jornada
Lo que hace una semana parecía, si no imposible, sí muy complicado, ha sucedido. Sindicatos y patronal alcanzaron esta pasada madrugada un pacto sobre moderación salarial y estructura de la negociación colectiva que se firmaría esta misma semana.
El impulso definitivo llegó de la renuncia por parte de la CEOE de su petición de congelar sueldos durante los próximos años, algo que los sindicatos rechazaban con rotundidad. A partir de ahí, CCOO, UGT y CEOE volvieron a negociar sobre los términos que manejaban anteriormente y que, no obstante, contemplaban subidas extremadamente moderadas de los salarios. Efectivamente, los agentes sociales barajan un aumento salarial del 0,5% durante este año y de hasta el 0,6% en 2013 y también en 2014 (aunque, en este último caso, podría depender de la evolución de la economía), según fuentes conocedoras de la negociación.
Plantean que haya cláusula de garantía salarial sólo si el IPC sube del 2%
Sin embargo, la mayor dificultad radicaba en las llamadas cláusulas de actualización salarial y en la recuperación del poder adquisitivo perdido. En la mayoría de los convenios se incluyen estas cláusulas, que garantizan que, en el caso de que la subida de sueldo de los trabajadores sea inferior a la inflación que finalmente se registra ese año, se reintegre la diferencia para evitar la pérdida de poder adquisitivo. Ahora, sindicatos y patronal se plantean que estas cláusulas se apliquen sólo en el caso de que la inflación supere la marcada por el Banco Central Europeo, que es siempre del 2%. En ese caso, al salario se le añadirían las décimas que superen ese 2%. Esto quiere decir que si el convenio de un trabajador establece que su sueldo crecerá este año, por ejemplo, un 0,3% y la inflación se sitúa a final de año en el 2,4%, se le añadirán a su sueldo esas cuatro décimas de más que van del 2% al 2,4%. Sin embargo, si la inflación queda por debajo del 2%, el salario subirá sólo lo estipulado en el convenio, hasta un tope del 0,5%.
Es decir, que los sindicatos están dispuestos a que se produzca una pérdida de poder adquisitivo temporal de los trabajadores a cambio de que esto reduzca los costes e impacte positivamente en el empleo. Y también para que el pacto incluya sus reivindicaciones sobre el control de precios y la reinversión de beneficios empresariales. De momento, plantean incluir varios llamamientos a los sectores de la distribución comercial y a las administraciones (que regulan, por ejemplo, el gas, el transporte o las tasas educativas) para que controlen sus tarifas. También para que se moderen "todos los factores que influyen en los precios", incluidos los sueldos de los altos ejecutivos y directivos. No obstante, anoche aún se trabajaba en la concreción de estos puntos.
En cuanto a negociación colectiva, sindicatos y patronal acuerdan que los convenios sectoriales sigan teniendo la potestad de fijar las principales reglas laborales, pero que propicien la descentralización, es decir, el uso de convenios de empresa. Potenciarán, además, la "flexibilidad interna negociada", con fórmulas como, por ejemplo, la distribución irregular de la jornada, las bolsas de horas (que se trabajan o libran en función de las necesidades de la empresa, aunque con límites y preavisos) o la posibilidad de descolgarse de los compromisos salariales en casos de dificultad.
Las centrales piden medidas que mitiguen la pérdida de poder adquisitivo
Mensaje al GobiernoCon esta fórmula, los agentes sociales consiguen blindar un asunto que consideran propio y mandan un mensaje al Gobierno, que ha mostrado su intención de legislar en estas materias. Ya en el documento que enviaron hace dos semanas al Ejecutivo, en el que registraban varios acuerdos (sobre solución extrajudicial de conflictos, traslado de festivos, mutuas y absentismo y prejubilaciones, entre otros) y constataban también sus de-sacuerdos, sindicatos y patronal dejaban claro que la evolución de los salarios y la negociación colectiva eran territorio bilateral en el que no querían injerencias.
Los máximos órganos decisorios de los sindicatos y de la patronal tendrían que ratificar este acuerdo. Precisamente, este miércoles se reúne el Consejo Confederal de CCOO y el Comité Confederal de UGT para analizar y votar el acuerdo. En lo que no parece que haya avances es en contratación y despido, asuntos sobre los que el Gobierno también ha amenazado con legislar si no hay acuerdo.
Harán una llamada para que se moderen los sueldos de los directivos
Los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, han insistido en las últimas semanas en que el Gobierno debe convocar a los agentes sociales a una mesa de diálogo para conocer sus planes y propuestas. De momento, no parece haber reunión fijada, pero sí contactos telefónicos informales, como confirmó ayer el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer.
El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, confiaba ayer, lunes, en que el pacto con la patronal se consiguiera en un "breve espacio de tiempo", si bien aún lo consideró "complicado", aunque "necesario y probable". "Estamos en una fase muy avanzada, prácticamente concluyente, pero los detalles tanto de cifras como de distintos conceptos son precisamente los temas que faltan por ultimar", afirmó Toni Ferrer.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, confirmó también que el acuerdo está cerca, pero pidió prudencia hasta que acaben las negociaciones. "Si alguna vez se ha estado cerca del final es ahora, sabemos lo que nos estamos jugando. Lo que está claro es que estamos en permanente negociación hoy, mañana y los días que haga falta", dijo.
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